por Panchö Ugarte
Fotos por M. Loreto Plaza
Era viernes 3 de noviembre, era de noche y habían sensaciones híbridas climáticamente, con la luna casi completa que lograba situarse en tauro y estar a la misma distancia que se encuentra Urano al ser observado desde la Tierra. Caminé hasta Sala Master por la calle de Providencia, había mucha gente conversando justo afuera de la casa azul. Todos ellos mostraban las ansias de querer escuchar a Helado Infinito, un dúo chileno-argentino que llega en estos tiempos a mostrar su propuesta electro-pop bailable, que ellos mismos denominan como felicidad y pop apto para el baile amoroso y desprejuiciado.
Con el auditorio llenito, salen las personas que estuvieron a cargo de dar vida a la ejecución musical de la noche; Nacho, Eva, Pitu y Andrés que junto con Loreta Neira y Víctor Borgert, presentaron la totalidad del disco “Canciones Dispersas”, que recientemente fue lanzado en Argentina y que esa noche se estrenó acá en Santiago. Quedaba claro un fiato increíble que reflejaba las diferentes influencias musicales de cada uno, así como si se tomaran todas las experiencias, gustos y cosas que uno va absorbiendo cuando anda de viaje, y las metieran en una máquina de helados de pop, dando como resultado canciones que tenían desde sonoridades íntimas de guitarra de palo acompañando melodías vocales altas en sabor y efecto electrónico, a canciones bailables en donde junto con samplers y bronces hicieron mover y cantar al público.
El show consistió en tres escenas; la primera estaba toda la banda, luego el dúo mostró su formato íntimo que consistió en una sección de que Loreta y Víctor se acompañaron de samplers, una guitarra acústica y una trompeta, coloreando el lugar con canciones que tenían ese sonido y energía que nace al viajar. Al tercer acto, todos los músicos volvieron a escena, e interpretaron lo que nos conduciría a los últimos paisajes del viaje y lo que serían las últimas canciones de la noche.
Loreta agradeció a la gente que aportó en su campaña de crowdfunding, ya que con los fondos recaudados se logró sacar el disco en formato físico, y les permitió comprar los pasajes para que la banda viajara desde Argentina a presentarse en esta ocasión, completando así el equipo humano que quería trabajar. Finalmente, Víctor comentó que quedaban los últimos temas y que no pidieran ‘otra’ porque no le gustaban los ‘bises’ (léase con tono argentino).
La última canción que tocaron fue “Encontrar”, muchos la cantaron y otros bailaron. Era cierto que no habría bis, así que todos salieron. A la salida habían muchos helados de invierno de regalo para los asistentes, generando así este loop sabroso que me llevó a imaginar que realmente sería muy rico tener un helado y que sea infinito, luego recordé que en un momento del show desde el público alguien gritó: “¡no te derritas nunca, Helado Infinito!” (me sumo a sus palabras).
Esa noche los encargados romper el silencio de la Sala Master y abrir el show, fueron Valentina Novales, cantante santiaguina que junto a una guitarra eléctrica compartió su música dando la bienvenida al público, y luego la banda Expediciones Científicas, en donde cantaba Pitu, guitarrista argentino que también toca con Helado Infinito, y nos presentó parte de su material titulado Volumen 2.