Fotografías por @listachicafoto
El pasado sábado 14 de enero, el icónico grupo regresó a los escenarios chilenos con dos conciertos en Club Chocolate.
Si posicionarse como una de las bandas chilenas más reconocidas en Latinoamérica ya es motivo de orgullo, mantener a una fanaticada al pie del cañón durante tantos años es aún más meritorio. El pasado sábado 14 de enero, Kudai regresó a los escenarios chilenos con dos conciertos en Club Chocolate repleto de fans que corearon sus canciones de principio a fin.
«Veo caras conocidas», decía Nicole Natalino en medio del primer show fijado a las 18:00 horas del 14 de enero de 2023. Y es que no es para menos, ya que dentro del público se encontraban personas que quizás han acompañado al grupo en cada una de sus etapas, incluso algunos tuvimos la oportunidad de verlos por por primera vez en vivo.
Todo comenzó con un cronómetro de tres minutos que anticipó la llegada de sus integrantes: Tomás, Bárbara, Nicole y Pablo, quienes estuvieron acompañados por los músicos Diego Ellwanger, Chiris Verdugo y Diego Ramírez. La primera canción del repertorio fue Disfraz, incluida en el álbum Nadha (2008), un enérgico para empezar a calentar los motores para el resto del concierto.
Luego vino Morir de Amor, que contó con una reversión más electrónica, y la icónica Talvez. Sin embargo, al final de esta última canción ocurrió un corte en los instrumentos, micrófonos y apoyo visual que llevó al grupo a salir del escenario. Por suerte, este desperfecto técnico no pasó a mayores y pudieron retomar el setlist sin problemas.
El cuarteto no solo quiso mostrar sus grandes éxitos, sino que también dio espacio para sus composiciones más recientes como Distancia, tema inédito incluido en su último material discográfico Revuelo, y el sencillo de 2019, Lluvia de fuego. No obstante, el protagonismo se lo llevaron aquellos temas «viejitos» que a estas alturas ya forman parte del cancionero popular chileno.
Lejos de la ciudad, Ya nada queda, Escapar, Sin despertar, Llévame y Déjame gritar son solo algunos títulos incorporados en el repertorio del grupo, sin olvidar otras canciones no tan populares como Ven -donde los artistas hablan del egoísmo y la avaricia- y No quiero regresar. En esta última, Tomás afirmó que era un regalo para quienes los han acompañado desde su debut en 2004.
Lo especial que tiene Club Chocolate a la hora de los conciertos es la conexión que se genera entre los artistas y el público. Esto, producto de las distribución de la infraestructura, donde algunos optan por ver el espectáculo desde arriba, otros sentados y el resto parados. En el caso de Kudai, se notaba que los asistentes bordeaban entre los 22 y 35 años (con excepciones, claramente), y que tenían unas ganas de volver a verlos en vivo.
Muchos de ellos y ellas crecieron en los ‘2000 en medio de un incipiente mundo tecnológico que tenía como gran invento a plataformas como Fotolog o MSN, donde los likes y los seguidores eran algo lejano y se privilegiaba la interacción física. De ahí nacieron muchos fanáticos de Kudai y se sintieron pagados con un show breve pero efectivo, a punta de nostalgia dosmilera, grandes hits, interesantes reversiones e invitados especiales como Dani Ride y Soulfia.