Este es el sexto disco de estudio de la banda de rock psicodélico, la cual ha tenido gran recepción en nivel nacional e internacional. La década pasada estuvo marcada por lanzamientos realmente destacados como ‘Pantera’ (2015) y ‘Sonora’ (2017), y en esta ocasión vuelven a la carga con un disco producido por Pablo Stipicic, quien hace poco ganó el Premio Pulsar como mejor productor. La banda ha mencionado en algunos medios especializados que Stipicic les permitió consolidar un sonido más limpio que en sus entregas anteriores.
Es por ello que este nuevo disco, llamado ‘Contra‘, es una expansión de las características musicales conocidas de la banda ya que aprovechan de jugar con otras ideas y tratamientos del sonido. En el track inicial ‘Un millón de años’, el poderío de las guitarras ametrallan de inmediato con un riff que explota los parlantes. En este trabajo, la voz está bajo diversos delay, el cual le da este carácter hipnagógico propio del género. Durante este mismo track, además, existe una entretenida sección instrumental, donde las guitarras solean llenas de distorsiones.
Y no da descanso en el segundo tema llamado ‘El Desierto’, ya que muestra una faceta mucho más rocanrolera. Se pueden escuchar las volcánicas distorsiones de sus guitarras, sumadas a la sólida base rítmica de la batería y el bajo. Aquí la canción está más bien hecha, de manera que la voz obtiene un mayor protagonismo, a diferencia del track anterior que tiene una onda más de un mantra, siendo más que nada una compañía al resto de la máquina musical. Aunque el disco toma otra vibra con ‘Calor’, ya que tiene un interesante ritmo de batería que se junta con un incesante riffeo de las guitarras y el bajo. En esta canción se muestran las ganas de experimentar de la banda, como por ejemplo, el solo de guitarra presente en este track, el cual es bastante inquietante en sus ideas.
Pero ya en el tema ‘Ciudades subterráneas’ y en ‘Sangre del Oro’ regresamos a la potencia intrigante del inicio, pero en este caso se manifiesta en el uso de guitarras más desérticas y sombrías, las cuales muestran la faceta influenciada por géneros como el stoner rock. Afortunadamente la producción permitió que esas capas de sonido no abrumen al auditor, sino que busca enriquecer su experiencia. Esto nos lleva al gran final con ‘Puentes Etéreos’, que es la canción más extensa del disco y un verdadero ritual gracias los ritmos incesante de la batería.
Vuelveteloca es de esas bandas que con el paso del tiempo necesitan momentos como este, los cuales documentan los grandes aprendizajes de su trayectoria. Y en vez de reinventar la rueda, se preocupan de perfeccionar lo que ellos ya saben hacer bien. A mí parecer, ‘Contra’ representa este momento y además aprovechan esta pulcritud instrumental para poder experimentar con una mayor soltura y efectividad. Para aquellos amantes del rock psicodélico y del buen sonido, les garantizo jornadas bien acompañadas con este álbum.
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