Foto por Guillermo Salazar
Con casi dos horas de show, Los Tres abrieron una tanda de conciertos que se llevarán a cabo en los próximos días y que gritan a los cuatro vientos su regreso, aunque en un tono mucho más tradicional e íntimo, con los clásicos de siempre y la calidad que siempre ha caracterizado a uno de los conjuntos más relevantes para la industria nacional.
La banda más importante de la música chilena en los noventa está de regreso.
Fue en octubre de 2023 que Los Tres resetearon su cuenta de Instagram para dar un aviso que rápidamente encendieron a todos sus fanáticos: la agrupación volvería una vez más, pero en esta oportunidad, lo harían con plantel titular. Tras meses de espera, miles de personas fueron testigos de la resurrección de Pancho Molina, Roberto “Titae” Lindl, Ángel Parra y Álvaro Henríquez en el corazón del Parque O’higgins: el Movistar Arena.
Y no fue casualidad que el cuarteto eligiera dicho recinto, ya que la apuesta resultó ser al más puro estilo del autor de Flores Secas: clásica y elegante. Alejado de la euforia que provoca tocar en un estadio para el público, el concierto del cuarteto quiso imitar la teatralidad y tradición que los llevó al éxito en un principio.
Eso sí, aunque excepcional, el show no estuvo exento de problemas técnicos. Las cuatro pantallas dispuestas en los costados del escenario no encendieron durante toda la noche, un inconveniente que, lamentablemente, fue la razón del retraso de casi 45 minutos en el inicio del show, algo que hizo que el público, ya desesperado por concretar una fecha histórica, comenzara a perder la paciencia.
A eso de las 20:12 horas, sin invitados ni mayores estridencias, la atención se focalizó en los excepcionales instrumentistas que se subieron al escenario luego de que Torito Alfaro, María Esther Zamora y Floresalegría recibieran a un público que muy lentamente fue llenando la sala hasta el cien por ciento.
Una vez arriba de la tarima, comenzó a sonar, bajo las reglas de los propios músicos, Follaje de invernadero, canción que marcó desde ya la tónica del resto del concierto. Con el segundo título, Sudapara, el público, compuesto por treintañeros con sus hijos, parejas y familias enteras, así como también jóvenes que se convirtieron en fanáticos cuando la banda ya estaba disuelta, comienza a bailar desde sus asientos y a sentir La Revuelta. Un sueño cumplido.
Con El Aval, Gato por libre la banda siguió tocando con un sereno Pancho Molina, un magnético Ángel Parra, un concentrado Titae Lindl y un Álvaro serio, pero asertivo que, en Hojas de té, hizo un especial llamado. “Esta canción es para todos los que fuman… verde. Si tienen de eso ahora, está prohibido”, dijo al público que vitoreó en seguida.
Después de clásicos como La Torre de Babel, Tírate, Quién es la que viene allí y la infaltable Un amor violento, el cuarteto se retira del escenario para una pausa de unos cinco minutos, tras la cual volvieron en modo criollo para tocar cueca y un Amores Incompletos que puso la piel de gallina de todos los asistentes, con Parra a la cabeza de la instrumental. El segmento fue cerrado con La Espada y la Pared, con la cual la banda se despidió… aunque no por mucho tiempo.
La intensidad llegó en el bis, con Pájaros de Fuego, No sabes qué desperdicio tengo en el alma y, uno de sus temas más conocidos, Tu cariño se me va, con el que el público, que ya habían dejado sus asientos para ponerse de pie debido a la energía del cierre, quedó encendido por el gran punto final que el icónico conjunto le dio a una velada que, si bien contó con problemas, no opacaron la solidez de los músicos protagonistas.
Ahora, es turno de los shows de este domingo 28 y el martes 30 de abril, que darán pasó al último de ellos el día 1 de mayo. Cabe mencionar que la banda hará historia en el recinto, que nunca antes había albergado cuatro espectáculos de un mismo artista, razón por la cual les entregarán un reconocimiento.
Sin duda, un espectáculo que permanecerá en la retina de muchos que vieron a cuatro leyendas del rock chileno resurgir desde las cenizas que nunca se apagaron por completo.