Travis Moreno es una banda oriunda de Quillota formada en el año 2010 y este disco homónimo es su segundo largaduración. El primero fue un disco llamado Odu Mod Neurt Se, lanzado el año 2014. Y esta banda nos muestra una mixtura de sonidos psicodélicos, progresivos e incluso latinos. Además de ello sus líricas notan una gran influencia de la poesía latinoamericana.
Partimos con el tema llamado “Deconstrucción”, y de inmediato nos sumergimos en abrasivas capas de sonidos creadas por sintetizadores, que me deja en una especie de estado meditativo. Luego pasamos a la estrofa, en donde llama mucho la atención la batería, la cual hace ritmos bien complejos. Y la lírica por su parte es una invitación a vivir con menos desapego a lo material y más a lo que nos libera como seres humanos. El bajo también es un elemento interesante a destacar, ya que es bastante dinámico en su técnica y juega con diversos efectos.
Seguimos con la épica “Desaparición de una familia”, de 10 minutos de duración. Este tema toma un tinte mucho más jaivero en el ritmo en la primera parte. La musicalidad de esta canción está llena de detalles, en especial en el trabajo de los teclados. La manera en que evolucionan las canciones es brillante, ya que no te das ni cuenta cuando estás en una sección más latina o más progresiva.
El bajo se hace más protagónico en el riff principal en “Jaguar”, el cual me parece que es un grito de auxilio de una persona que vive en la ciudad, la cual quiere escapar a un lugar más conectado con la naturaleza, hoy tan maltratada por los incendios. Pero bajamos las revoluciones radicalmente en “A favor de la noche”, el cual tiene una onda soul mucho más sensual tanto en la instrumentalización como en la lírica. Igualmente, la música no pierde el nivel de ejecución de los temas anteriores.
Volvemos a la vibra más folclórico en “Chirapa”, la que, si bien es una canción con una estructura más tradicional, tiene una sección psicodélica casi dub con una parte hablada. Luego nos ponemos más emocionales con “Dos”, una canción en la que Travis Moreno muta una especie de Angeles Negros versión progresiva (en el buen sentido, claro). Y aquí notamos una vez más la gran calidad lírica de esta banda ya que este tema refleja una contemplación de las diferentes situaciones que se dan en nuestras ciudades.
Pasamos a “Agujeros de la memoria” en donde los acordes adquieren una mayor tensión, dándole una energía más agresiva a la música. Y se mueve en una especie de vaivén ya que luego pasa a partes más reposadas para luego volver a la parte más estridente. Pero ya en la mitad pasamos a algo más ambiental que poco a poco va direccionando a un climax. Y despedimos este álbum con “La Flecha” donde aquí encontramos de todo: líneas de bajo con una onda jazzera, voces con diversos efectos y armonías, baterías dinámicas y sintetizadores abarcando todos los espacios restantes.
Este disco de Travis Moreno está increíblemente bien hecho, el sonido es de primer nivel (cómo no si está masterizado por el gran Chalo González). La ejecución de los instrumentos se podría comparar al de Como Asesinar a Felipes, pero en este caso en una intención más psicodélica-progresiva que hip-hopera. Así mismo existe una identidad bien clara en la manera que escriben sus líricas, en los diversos ritmos latinos y los más cercanos al rock. Un proyecto que sin dudas es uno de los obligados a chequear en este año 2017, mostrando una calidad de exportación.