Que emocionante es apretar play a un disco debut. Playa Gótica lanzó su “Amigurumi” luego de casi tres años desde su single debut “Reptil no gentil”. Se dieron el tiempo para todo, incluso su vocalista Fanny empezó una carrera solista. La banda se autodescribe en sus redes como “pop liviano pero violento”, y la verdad es que calza perfecto. Podría poner esa frase como reseña y todos felices. Pero bueno, aquí vamos…¿qué nos ofrece esta banda?
“Los Tigres” es una obertura que nos empieza a atraer con sus melodías a la pista de baile…y justamente la primera canción con coritos y todo es “Bailando”, donde los ritmos latinos están perfectamente ejecutados en las guitarras de Charly, las cuales se mezclan con la cautivadora voz de Fanny. Las líricas por su parte son amorosos pero en una oscura estética. Como si fuese parte de una banda sonora de algún anime romántico pero sangriento.
“Pigman” por su parte es un tema mucho más orientado a las sonoridades indie que ya nos están acostumbrando las bandas chilenas, pero esto no quita que Playa Gótica no tenga su propio sello. Esto está mucho más orientado a una persona que necesite bailar en una pista más que para estar arranado en la cama. Esto continúa en el tema ya conocido “Reptil no Gentil”, en donde nos encontramos en una onda disco fusionado con arreglos electrónicos.
El álbum se va desarrollando en estas bases, pero hay varios elementos a destacar. A lo largo del disco hay diversos temas instrumentales breves que sirven de puente para otros temas como es el caso de “Amigurumi” como “Hablemos de Mal Gusto”. Luego de estas ideas pasamos a canciones incluso más reposadas como “Isla Negra” que aún me evoca a una pista de baile si bien es mucho más romántico (#quevuelvanloslentos).
Otro aspecto muy fascinante del disco son las murallas de guitarras distorsionadas que le dan el infaltable toque shoegaze, como es el caso de “Fuego” pero son precisos en el sentido de que no abruman. Así mismo hay que destacar la batería de Pipa junto el bajo de Loader, quienes hacen una base rítmica que son esenciales a la hora de las canciones más mueve-cuchicuchi tanto en “Soy Noche”, como en el track que cierra el disco llamado “Extraños Visitantes”.
La música chilena tiene otra banda con la cual se puede cachetonear. Si bien ya tenían su público era justo y necesario que sacaran un álbum. Saben fusionar muy bien dos ideas que aparentemente parecen irreconciliables, lo bailable y lo más ruidoso. Hay varias bandas que han hecho gala de esta fusión en el pasado, pero la manera en que Playa Gótica lo produce me parece muy fresca y atractiva. Es como el hijo kawaii sabrosón de Talking Heads con The Jesus And Mary Chain. Así que sea buen@ y escuche este disco a la brevedad si es que no lo ha hecho…y baile.