Emoción y fiesta, fue lo que se vivió este fin de semana en la histórica discoteca Blondie con la doble despedida del dúo pop Dënver.
Ocho y media de la noche y la pista central de la Blondie se empieza a llenar. Fanáticos se acomodan y buscan la mejor posición para no perderse ningún detalle de la despedida. Los que tuvieron la suerte de quedar primero, se afirman fuertemente para no perder su lugar, otros, en cambio, se encaraman en los bordes para tener una vista privilegiada.
Pasan los minutos. Se repleta. Nueve en punto. En el escenario los técnicos continúan haciendo los ajustes. Ni un rastro de los Dënver. Diez, quince, veinte minutos y nada. El público se impacienta. Aplauden, silban hasta que de pronto se apagan las luces, hay un humo por todas partes. Suenan los primeros acordes de Andén 6.
La noche inició con una mezcla de canciones de «Totoral», «Música, gramática, gimnasia» y «Fuera de Campo». Los abrigados asistentes no tardaron en entrar en calor con la carga energética de Olas Gigantes. De repente todos se ponen a bailar y saltar. Nadie recuerda que es una despedida o casi. Entre el público aparece una pancarta: viudas de Dënver.
Los fanáticos fueron parte importante de la cita. Especialmente cuando Milton pidió que los acompañaran con las linternas de sus celulares para interpretar «Nuestro Mundo De Las Cosas Que A Nadie Le Interesan». Así, Blondie se convirtió en un cielo estrellado con la bola disco como astro rey. Recordando los inicios de la banda cuando ensayaban en casa de Mariana hace unos doce años.
Una sucesión de éxitos llevó a los asistentes a un recorrido emocional por toda la carrera del dúo. Saltaron con Los Adolescentes, sufrieron recordando a algún amor traicionero con Miedo a Toparme Contigo, sacaron los mejores pasos de onda disco con Torneo Local y se recogieron con la conmovedora interpretación de Estilo de Vida.
El escenario vuelve a quedar en oscuridad. En la pantalla, imágenes proyectadas del largo recorrido que han hecho este par de músicos. Sus primeras tocatas, afiches de su gira por China el año pasado, tocando en Open Blondie y las fotos promocionales de SangreCita. Todos aplauden emocionados, viendo cómo han crecido, aún incrédulos de que después de esta noche no habrá más Dënver.
La pena continúa con Noche Profunda, pero Vampiros vuelve a romper el hielo en la discoteca más vampirezca de Santiago. Sin embargo, la emoción llega a su peak cuando ambos músicos hacen un paréntesis para agradecer a todas las personas que han hecho posible este proyecto: músicos, bailarines, productores, fans. Mariana agradece a Milton por su amistad—sí, amistad—, apoyo y por tocar todos estos años con ella. Milton por su parte asegura que más adelante recordara a Dënver como “la mejor etapa de su vida”.
El cierre hizo que el público dejara todo en la pista de baile. Mariana se apodera del escenario. La Última Canción, irónicamente, da cuenta que en verdad sí son las últimas canciones, en verdad ya se acaba, el concierto está llegando a su fin. Mai Lov, estruja las últimas energías que quedaban después de dos horas sin tregua de hit tras hit. Pero suena Revista de Gimnasia, tema con que muchos los conocieron y se volvieron sus fans. La euforia se hace sentir en las voces que apenas corean disfónicas. Termina la canción y se acaba todo, dejando la pregunta rebotando de quiénes ocuparan su lugar.
De esta manera, se disuelve el dúo pop más importante de la música chilena en la última década. Dejando a decenas de millennials gritando por un bis, pero también un gran vacío en la escena. No es menor la resignificación que le dieron a la onda disco, haciendo que un público joven disfrutara de estos ritmos muy ajenos a su época o el sentir de que la pena y el desamor también se pueden bailar.
A cuántos les llegó una letra de estos sanfelipeños, dedicando En Medio de una Fiesta o sufrieron por estar en la friendzone con Yo Para Ti No Soy Nadie. Sea cual sea la razón, Dënver siempre será recordado en la historia de la música nacional por marcar esta generación, por quitar el estigma de gustar del pop y por plasmar esa pena linda. Aunque por ahora todos parecen olvidarlo. Inicia otra tanda en Blondie. La noche continúa. Hoy todos son vampiros bajo una bola disco.