Lanzado bajo el sello Quemasucabeza, “Fuero Interno” recopila 15 canciones en las que Felipe Berríos, la mente detrás de Bronko Yotte, permea en sus pensamientos más íntimos para presentar un trabajo mucho más desinhibido y directo, combinando ritmos como el house, la guaracha, la samba, el trap y el vals.
Foto por Valentina Palavecino
Bronko Yotte sigue ampliando su propuesta musical. Tras haber liberado cuatro canciones de adelanto («Matanga«, «Galvano«, «Piola» y «Esasi«), “Fuero Interno” llega a terminar con la espera para darnos otros 11 tracks libres de cánones estéticos y pudores sonoros. Un trabajo que, una vez más, demuestra la versatilidad y la autenticidad de su sonido.
“Si Gala era un disco de amor, cruzado por una sensación de estabilidad y reconocimiento de una vida simple, ‘Fuero Interno’ es un disco de cambios, de entender que esa vida o ese momento estable da pie a otras cosas en los tiempos turbulentos que estamos viviendo”.
Con la colaboración indispensable de DJ Pérez y Macarena Campos (Masquemusica), Felipe levanta un trabajo iniciado en 2019 en el que explora una nueva metodología y reflexiona en torno a nuevas temáticas: la relación de los artistas con internet, con el público, con nuestros propios anhelos; la necesidad de la fama; nuestra relación como individuos con lo material y con el capital.
Además, a esto se le suma la participación de figuras cada vez más cercanas a su proyecto como Martín Berríos (productor) y Roberto Lausen (bajista), y las voces de destacadas artistas como Chini.png, Ámbar Luna, Glo Herrera y Catana.
Cambios que taladran filtros
Una idea central sobre esta nueva entrega es la idea del cambio. La metodología y orden establecido que había estado usando el músico para componer sus canciones, y bajo la cual compuso su disco ‘Gala’ (2015), sufrió una reconfiguración, con el objetivo de despojarse de un molde y proponer elementos nuevos a su proyecto.
“Creo que los procesos personales y del entorno van determinando tu manera de trabajar. No tenía tantas ganas de hacer canciones de un buen beat y una buena letra, porque a la larga igual se hace fome y uno se siente en el escenario como un personaje más que como una persona. Entonces estos procesos me llevaron a componer de otra manera. (…) Fue mucho más de ida y vuelta, y menos de fases claras y ordenadas”, explica.
Este ir y venir terminó de realizarse el año pasado y, estos últimos meses de encierro, se dedicó a ordenarlo, editarlo y darle una línea a seguir. “Dio la casualidad que yo tenía este proceso de terminar un disco y darle forma, entonces hasta cierto punto en particular, me sirvió para pensar en el proceso y en las canciones, darle una forma y un relato”.
Sin embargo, no fue solo un cambio en la manera de componer, sino que también esto se vio plasmado en las temáticas que trata. “Lo escribí en un momento no-estable de mi vida, en los que uno está aprendiendo y entendiendo muchas cosas nuevas. (Las canciones) no se plantean como una respuesta, a veces se espera eso del rap, como que te diga cómo son las cosas, pero acá no sé si digo como son las cosas. Es un disco más de preguntas”.
Además, muchas de las nuevas canciones que escuchamos en esta entrega tiene un espíritu de reflexión directa sobre la situación a nivel país. Un ejemplo es “Cienfuegos”, que en palabras del artista, se refiere a injusticias y esperanzas propias de nuestro momento, y a la necesidad de juntarnos en torno a esta temáticas para hacer causa común.
“Yo diría que describe una crisis de las personas frente a una época de demasiada información, de muchos estímulos y de una cierta dependencia de las cifras (…). Ese sería como un tema ancla”, dice Bronko Yotte con respecto al concepto general del álbum.
Otro aspecto fundamental en el proceso creativo de este trabajo la intención de intervenir en los filtros que separan a los pensamientos y sentimientos íntimos con el mundo:
“Es normal y esperable que no se manifieste toda nuestra pena, toda nuestra rabia, incluso toda nuestra alegría, en nuestra relación con las otras personas. Acá yo quise taladrar esos filtros: sacar ese diálogo conmigo mismo y compartirlo. Fue un trabajo de exponerse, de componer de manera más ágil, sin medirse tanto y sin editarse tanto».
De ahí el título “Fuero Interno”, que es también un guiño a esas expresiones del día a día que muchas veces resultan contradictorias.
Un proyecto sin estereotipos y la necesidad espacios mixtos
Una de las características esenciales en el proyecto de Bronko Yotte es su línea creativa, la que lo ha llevado a imponerse como uno de los raperos más innovadores de la generación y que le ha permitido derribar estereotipos de la música hip hop, fusionándolo con elementos de otras ramas musicales sin perder su sello.
Sin embargo, a pesar de considerarse un MC, el artista está muy lejos de encasillarse en un solo estilo. “Siento un gran respeto por el hip hop en general como manifestación cultural, pero no me siento, sobre todo a mi edad, muy parte de una tribu urbana o de una forma de vida. Yo me siento responsable de la música que hago. Eso no es descartarme del hip hop ni despreciarlo, para nada; simplemente me gustaría aportar otra manera de aproximarme a la música”, aclara.
A la hora de colaborar y componer canciones con otros músicos, esta divergencia a la hora de crear también está muy presente. “No me siento como un rapero que colabora con personas no raperas. Me siento simplemente como un músico que colabora con otros músicos y músicas a quienes respeto por lo que piensan y por cómo viven (…). Al hacer canciones no siento distinción. Son personas que en cierto momento hemos congeniado lo suficiente para hacer una canción”.
Esto se acentúa muy bien en su última entrega, la que además tiene una fuerte presencia femenina: Catana, Chini.png, Ambar Luna, Glo Herrera, Emaflu y, por supuesto, Masquemusica a lo largo de todo el trabajo. “Yo quería que fuera un disco al menos mixto. A mi los ambientes creativos de trabajo generalmente me gustan así. Esa es mi experiencias de vida en general y quería plasmarlo en el disco”.
En este punto, Felipe reflexiona y ahonda acerca de la participación de las mujeres en los espacios musicales y el deber de todos los artistas de estar constantemente cuestionándolo:
“Creo que los hombres hetero chilenos somos muy de identificar a nuestros pares en otros hombres hetero y eso se refleja también en la manera en la que se forman las bandas, por ejemplo. Es más común de lo que quisiéramos que las bandas sean completamente de hombres y es por una cosa cultural y de formación. Encuentro que eso hay que cuestionarlo y decir ‘buta no po, si mis pares también son mujeres como el resto de mi vida’ (…). Hay que moldearlo y hacerlo concreto en tu trabajo”.
Dos manifestaciones, una misma persona
Además de músico, Felipe Berríos también es profesor de lenguaje; una faceta con la que aprendió a complementar muy bien su arte y que, incluso, fue un factor muy importante para estar donde está ahora, ya que con ella aprendió a desenvolverse de manera más natural con un espectro amplio de edades y conocer sin prejuicio la mentalidad de las nuevas generaciones con las que se comunica a través de la música.
“En la sala de clases siempre hay un grado de diversidad y de experiencia que enseñan mucho. Fueron años intensos de aprender a conocer a otras personas para pararme no frente a un bloque de gente, sino frente a cursos donde hay muchas personas distintas. Y reconocerme a mí mismo también”.
Sin embargo, luego de sacar ‘Gala’ (2015), optó por dejar las salas de clases y dedicarse exclusivamente a la música. “Hasta el minuto en que decidí salirme, sentí que hice un buen cometido como profe, pero sentía que no iba a poder seguir haciendo ambas cosas lo suficientemente bien si las hacía al mismo tiempo. (…) Era una deuda que venía arrastrando un buen tiempo y ahora estoy contento de haber conocido este camino”.
Así, Bronko Yotte destaca que el camino que ha recorrido ha estado lleno de crecimiento personal y de cambio. “Las personas nos mantenemos siendo las mismas en la base, pero sobre esto se van dando cambios y progreso. Eso es lo satisfactorio de terminar un disco largaduración. Uno se ve como la necesidad de expresar esa diferencia, de no tener que decirlo de otra manera, sino a través de la música, que uno está cambiando y aprendiendo de lo que uno vive”, expresa a modo de cierre.