Recientemente lanzó su sencillo “Dolce & Gabbana”, un nuevo himno R&B para todas aquellas que decidimos avanzar sin aceptar las migajas que nos ofrece la vida. En esta entrevista hablamos de su música, la sororidad en el ambiente y la protesta política.
Fotografía por Claudia Ardid
«Espero que vayamos todos el 18 a Plaza Dignidad», zanja con fuerza al hablar sobre la situación actual del país, tema que desglosó junto a su postura frente al aborto, el ambiente trapero y su historia. Viernes por la tarde, brisa primaveral y ad portas del 18-O, conversamos con Sofía Walker, aka Soulfía, sobre el reciente estreno de «Dolce & Gabbana». Aún a través de la tecnología y con las particularidades de la comunicación digital, pudimos adentrarnos en su mundo.
Luego de esta entrevista, aseguró que iba a inscribirse como apoderada de mesa por el Apruebo y nos consta a través de su actividad en Instagram que estuvo en Plaza Dignidad. Las artes son un acto político y eso lo vive en carne propia.
¿Cómo te presentas frente al mundo?
Soy cantante y pianista, desde muy chiquitita, me he dedicado siempre a la música. Hace un año, el 30 de agosto de 2019 para ser específicos, lancé mi carrera con “Toda la noche”. He ido lanzando canciones, ya llevo como 7 ó 6 estrenos de singles, y ha sido un camino medio complicado porque soy chilena y vivo en Chile. Soy cáncer, ascendente acuario (risas).
¿Qué música escuchas? Tienes unos cover a Jorja Smith y uno a Serrat, muy variado.
Escucho un poco de todo, desde Los Beatles hasta Miss Nina. Me gusta mucho el jazz, el trap, el R&B, la salsa, todo.
¿Y de música chilena?
Bueno lo que más escucho es al Poli (Polimá Westcoast), escucho sus maquetas y las cosas que no ha sacado aún. De hecho pocas veces pongo Spotify, en verdad lo que escuchamos todos los días son los archivos que tenemos en WhatsApp y las carpetas del celular. Y de música en las plataformas, escucho mucho al Gianluca, Drefquila, a la Trini (Princesa Alba), hay unas cabras emergentes que tienen canciones muy buenas. Bueno y el Pablo Chill-E, Harry Nach, harto trap y urbano chileno.
¿Cuál es tu formación musical? o mejor dicho, ¿cómo llegaste a ser Soulfía?
Yo conocí el género musical neo-soul en Projazz, en esa época, y me enamoré de ese género. Después empecé a descubrir artistas como H.E.R. o Ella Mai, Sabrina Claudio, me encantó la propuesta de ellas, que visualmente es muy sensual y por otro lado full R&B, medio electrónico. Sentí que yo tenía que hacer una combinación entre lo análogo y lo digital, lo orgánico y lo sampleado. Eso me encantaba, tener la capacidad de fusionar las dos cosas. Un día un chico me mandó un beat, que era “Toda la Noche”, y ahí fue como “ya, esta canción está ideal para hacer esta mezcla”. Así partió todo. Con mi productor Magic, con el beat, lo hemos ido trabajando caleta, de hecho ahora estamos trabajando con una canción que tiene una guitarra real, un saxo, y un subbajo más digital. Creo que los sonidos más electrónicos lo hacen ser urbano.
¿Qué hay de tu voz? Es muy potente y es inusual que se cante en el trap.
Es muy raro, yo he tratado de cantar con autotune, pero es como un efecto, no me está afinando. No me acomoda grabar mucho con eso, te limita, te pone la voz en otro lugar. Yo quiero hacer hueás locas y a veces no se puede con el autotune. Por eso la gente se da cuenta que soy más soul o R&B, puedo hacer todo el trap o reaggetón que quiera, pero nunca voy a sonar como trapera o reggaetonera, porque mi voz tiene un timbre muy particular del soul, del R&B, del soul, de estas cantantes antiguas como la Whitney o la Aretha, pesadas.
¿Cómo te abriste en la escena del trap?
En realidad como que no existía un lugar para mí. Me pasa mucho que en la música latina tiene su núcleo, el Benja Walker, la Yorka, Gepe, Bronko Yotte, siento que todos ellos están como en un círculo no urbano, más pop o latino, chileno. Me encanta esa música, pero sentí que ni cagando pertenecía a ese grupo. Después salió la Trini, que era la única mujer urbana, pero yo tampoco hacía tanto pop, fue como “hueón, ¿a dónde voy?”. Estaba un poco perdida. El Poli también me decía: “la cagó que no hay un lugar donde puedas llegar y decir ‘hola’”, como entre colegas. De repente hablo con el Bronko o el Cea (Ceaese), nos cachamos entre todos, pero aún así no había encontrado alguien que hiciera lo que yo hago. Estaba un poco a la deriva, me puse a pololear con el Poli y la gente inevitablemente me empezó a meter en la onda urbana. En las entrevistas el titular era “artista urbana”, pero siempre mencionando el R&B y fue como “ya po, será, aquí es”.
¿Y cómo te autodefines?
Siento que en realidad yo no voy a hacer un género, de hecho hoy me dijeron varias personas “me sorprendiste con tu último lanzamiento, pensé que iba a ser trap”. Y en verdad es R&B, pop, medio electrónico, bien distinto. Y en el verano se viene otra canción que es totalmente distinta a las otras, es como un juego, mis fans y ustedes no se esperan lo que voy a hacer. ¿Qué se viene? Hay que esperar. Si tuviera que definirme, R&B; me pasa un poco como la Nathy Peluso, que hace de todo tipo de música: salsa, folclor, reggaeton, hip hop… a pesar de que haga de todo, ella es una artista hip hop.
¿Cómo llegaste al concepto de Dolce & Gabbana?
El video vino muchos después que la creación, pero una vez estaba en el estudio del Poli, que es donde grabo todo, estaba con mi cuñado Maki, que está sacando música nueva, y dijo “hagamos un beat, hagamos algo entretenido, algo pop”. Empecé a tocar acordes, empezamos a jugar entre nosotros y de ahí empecé a escribir la letra. Se dio no más, de hecho fue como un vómito de palabras y quedó la raja. Al principio el concepto era “después no andes detrás de mí cuando esté en la cima”, el Poli me decía “pongamos una marca” y dale, quedó.
Después yo quería hacer un videoclip, estaba hablando con mi amiga Dominga Valenzuela, que hizo el styling del video y nos pusimos a buscar audiovisuales. Esto lo grabé full covid, no me acuerdo cuando fue exactamente pero hacía frío, mucho frío. Nos pusimos a ojear instagram y caché que me había mandado la Mae (Solís) un proyecto hermoso, y ella tb había trabajado conmigo con la Loretta Castelletto en mi video de “All to you”, que es un plano secuencia muy casero, que es lo que quería. Dijimos démosle con la Mae y fue demasiado lindo, le mandé la canción y le encantó. Le dije que quería hacer piola, que pareciera con una handycam, y se dio todo demasiado bacán. Quedó precioso el video.
¿Qué hay del proceso de grabación con las medidas Covid? ¿qué tuvieron que hacer para grabar y que funcionara?
Lo grabamos en la casa de la Mae, ella estaba en su casa y movimos todos los muebles, sillones, mesas, para lograr el encuadre. Movimos muchas cosas, estuvimos hasta muy tarde. Éramos un equipo super chico, fui con mi mánager, que ya habíamos estado juntos entonces sabía que él no tenía nada y estábamos todas saliendo de cuarentena. Salió todo muy bien. Estábamos con mascarillas, la maquilladora, la Vane (Pérez), estuvo con mascarilla todo el rato, obviamente nos sacamos los zapatos y todas esas cosas.
Fuiste la única artista mujer en el Trapfest, ¿cómo te sentiste? ¿por qué crees que eras la única mujer?
Lo que pasa es que la gente que una no las invita, pero la producción invitó a muchas mujeres de la escena y nadie quiso ir. No estoy defendiendo que no hayan mujeres, pero muchas veces pasa que las productoras invitan a artistas y a ellas no les dan ganas de ir por las razones que sean, porque igual los hombres del trap son muy hetero cis, hay personas a las que no es su agrado, no les da confianza, es muy entendible. Creo que deberían haber habido más mujeres, sobre todo mujeres emergentes, hay unas chicas muy muy buenas, pero a mí no me da ese miedo o incomodidad porque el Poli es mi pololo y él es amigo de todos esos cabros hetero cis de la escena del trap. Yo ya los conocía a todos, fue como “vamos, démosle”. Faltaron mujeres, efectivamente, espero que no vuelva a pasar, pero se sintió súper bien haber estar ahí y dar la cara, motivar a algunas chicas a que le den y sí se puede. Para algunas mujeres, estar cerca de esos artistas de trap, es un logro máximo, hay mucho fanatismo en ese público.
¿Has vivido malos momentos por culpa de gente que cree que tienes pitutos?
Me han llegado, fuera de hueveo, máximo tres mensajes por direct tirándome mala vibra, diciendo que estoy con el Poli por fama, cosas así. Una vez nos pusimos a pelear por DM con un ex amigo que teníamos con el Poli, en verdad filo, y me dijo “tú estai donde estai por el Poli”. Y mi respuesta ante esto es: por supuesto que va a tener beneficios estar con alguien que tiene el alcance que tiene el Poli, por supuesto que sí, no estoy con él por la fama, ni por la plata ni por nada, estoy con él porque lo amo y él me ama. Por supuesto que me va a ayudar y compartir, hacemos lo mismo y sabemos el amor que tiene por la música cada uno.
Y por otro lado, estoy donde estoy porque soy músico desde que nací y porque me merezco todo lo que me está pasando, he trabajado muy duro. Antes de conocerlo, he cantado en malls, he trabajado en tiendas, he ido a concursos, he cantado en el metro, en Lastarria, en Bellavista, paseándome con mi carrito. Me he esforzado toda la vida para estar donde estoy y ha sido lo único que he hecho en mi vida. El Poli obvio que me va a dar una mano, ¿por qué sería distinto en el caso de la Trini (Princesa Alba) y Gianluca? La Trini tiene más seguidores, el Gianluca no tiene los seguidores de la Trini y ella tiene más números. ¿Por qué a ellos no se les dice nada y a mí sí? Una vez me pasó, cuando subí el videoclip de «Toda la noche», un cabro comentó “próxima meta, pololear con un trapero y ponerme a cantar” y lo respondí en muy buena onda -porque no me caliento la cabeza-: “amigo te dejo aquí un video mío cantando a los 13 años pa que cachí que no me puse a cantar recién”. Muy mansplaining pal pico.
¿Hay un machismo característico en la escena del trap?
No creo que sea más fuerte en el trap que en otras partes. Denante hablábamos de esta escena más latina y yo no creo que haya menos machismo ahí, de hecho creo que hay muchos encubiertos, muchos amarillos. No artistas propiamente tal, sino de todo, que es mucho peor aún porque una confía. Versus los cabros del trap que son derechamente machistas. Soy la polola del Poli y hay un código muy jevy, a la polola del amigo no la mirai ni a los ojos. He saludado varias veces a colegas que nunca me han mirado a los ojos por respeto al Poli. En verdad me da lo mismo, no me interesa interactuar con ellos, filo. Pero yo no he visto una violencia ni machismo directo, pero son machistas por como son, que les encantan las minas, que les encantan las tetas, hablar de esas cosas, sexualizarnos. Pero también hay chicas que consumen esta música que les encanta mostrar las tetas y el poto y bacán, cachai. Por eso estoy en una disyuntiva, hay un lado B que es totalmente válido. Los cabros igual consumen trabajo sexual, conozco colegas del mundo del trap que compran noches con mujeres y está totalmente bien. Ellos respetan mucho a las mujeres, es raro, porque es como el machismo en cultura pero no en el trato. Yo en verdad veo que los cabros tratan a las minas como reinas, les abren la puerta, les compran ropa, hay una disyuntiva súper extraña. Hay machismo en sus letras y en la objetivización de las mujeres, pero a las mujeres las tratan como reinas for real, mucho más de lo que he visto a un zorrón, un cuico, o un hueón con guitarra de palo y chaleco. Prefiero mil veces más que sea un trapero de calle que sepa dónde está, agradecido y humilde; que te diga “huachita rica me encanta tu poto, tus tetas, quiero puro follar” y que te trate como reina, que este encubrimiento. No sé si diferenciaría por género musical, hay mucho encubrimiento de violadores, abusadores, hueones que no le pagan la pensión a sus hijas. Yo creo que todos los hombres son incompetentes. Nunca he recibido nada negativo físicamente, pero me han llegado penes. Yo me río, soy muy relajada, sé que hay hueones que no están educados y no es mi responsabilidad hacerlo. Pero también hay personas, como mi Poli, que dicen “no puedo opinar, soy ignorante, me quedo callado”. No se dan el lujo de opinar de algo que no saben, si no tienen vagina, ¿cómo van a saber?
¿Qué dinámica crees que hay en la escena femenina del trap?
No hay competencia. Hay una Catana, una Trini, una Ana, una Cami, una Denise. No hay un grupo de raperas y no ni cagando siento que compito con ninguna de ellas, porque yo estoy haciendo otra cosa, en otra vola. Hasta el momento no se vienen colaboraciones con ninguna de las chicas, la Catana siempre me tira buena onda, de repente hablamos y soy muy fan de su música, me encanta lo que hace. Siento que podría haber más compañerismo entre nosotras, pero no sé por qué no se ha dado. El otro día la Cazzu, que tiene 5 millones de seguidores, subió una historia con su amiga Chita, las dos carreteando y después llega la Nicki Nicole y la Femigangsta, son amigas entre ellas y lo encuentro increíble, no entiendo por qué eso no pasa acá. Hay muchas artistas que son amigas y colegas y acá no pasa. No sé por dónde empezar tampoco, sería bacán que hubiera más compañerismo y apañe entre nosotras, está pasando. A veces me siento un poco culpable. Digo que falta compañerismo y apañe entre nosotras y a veces cabras me mandan temas y me piden compartirlo, pero no se trata de eso, si la canción me encanta obvio que la voy a compartir para que todos la escuchen, aparte no sé cuánto puedo ayudar yo.
En términos de todos los cambios que han estado pasando, ¿cómo ves lo que pasa en Chile?
Espero que vayamos todos el 18 a Plaza Dignidad. A mí me carga este país, lo encuentro muy mentiroso y muy ladrón, hay muchas injusticias pero no vamos a nombrarlas porque vamos a terminar mañana. Es muy necesaria esta hueá y al mismo tiempo estoy muy emocionada por la cantidad de gente que aprueba y que va a ir el 18 y que va a ir a votar. Pero estoy horrorizada con el facherío de acá. El otro día estaba comprando aquí en la esquina en mi casa y habían unas cabras rubias con la bandera de Trump y signos nazi. Fue demasiado violento, yo les gritaba “váyanse” y a un hueón le grité “¡PINOCHETISTA!” y me dijo “Sí, a todo dar”. Atroz. El otro día quise ir a un mirador, fuimos a Las Condes, arriba arriba arriba y al Poli lo seguían los seguritos. Nos ha seguido la PDI en autos encubiertos, siento que vivimos muy de cerca la injusticia por ser artistas. Todo es demasiado necesario, necesitamos un cambio y hacer algo al respecto. No puede ser que la gente sea tan egoísta, muy cáncer mi volá, pero no puedo creer que existan personas así, que no quieran compartir. Hay gente que lo necesita y esto va a privilegiar a mucha más gente. Full apruebo, full CC, aborto libre y todas las causales que signifiquen apoyar a la gente que lo necesita. Ya basta, es demasiado. Tengo unas amigas argentinas que de repente hablamos, allá se legalizó hace poco, y yo les dije que acá en Chile no pasa nada. Yo tampoco estoy tan informada, tú leí las noticias y es como “niño se cayó al Mapocho” cuando veí el video y el paco claramente lo empujó. No nos están informando, nos están tratando de lavar el cerebro y no lo voy a hacer. Chile es un peón de Trump, que controla todo, cada cosa que hace Piñera o que no hace es porque Trump le dice qué hacer. Por favor votemos porque todos los del Rechazo van a ir a votar. Apruebo.
¿Oye y has visto la franja electoral?
No, no la voy a ver.
Danos tres recomendaciones musicales, para que quienes lean esta entrevista vayan a escucharlas.
El álbum Calambre de Nathy Peluso; la canción Cono hielo de Paco Amoroso con CA7RIEL, y la canción Fixona de Harry Nach. Recomendaría las canciones que no ha sacado el Poli.