Tras ocho años desde “Panal”, Nicole regresa con “Quédate”, su nuevo sencillo. Hablando sobre feminismo, la comunidad LGBT+ y, por supuesto, su próximo disco, la artista conversa en exclusiva con Solo Artistas Chilenos sobre su último año en confinamiento y de los próximos pasos en su carrera.
Comenzando con “Tal vez me estoy enamorando”, la discografía de Nicole registra de tal forma la vida de la artista, que bien podría reemplazar a un diario de vida o a un libro autobiográfico. El inicio de la vida adulta en “Sueños en tránsito” o la maternidad en “Panal” son algunos de los hitos que la intérprete de “Esperando nada” ha plasmado a lo largo de su repertorio.
Desde “Panal” —su último trabajo con material original— la cantante dedicó su tiempo a las giras, a la trilogía de álbumes en vivo celebrando los treinta años de carrera, al documental “Panal Vivo” y, por supuesto, a la crianza de sus hijos León y Celeste. Ansiosa, reconoce, Nicole está de regreso con “Quédate”, su luminoso nuevo sencillo cargado al hedonismo y que es una respuesta a la incertidumbre que trajo consigo la pandemia.
«La música es para compartirla, para hacer sentir bien, para emocionar, para acompañar… y de eso se trata la canción», explica la artista sobre “Quédate”, compuesta junto al ex Astro, Andrés Nusser y con el productor Pablo Stipicic, quien ha trabajado con artistas como Javiera Mena y Princesa Alba.
Con una atractiva línea de bajo que transporta a los tiempos de “Viaje Infinito” (2002), la canción es una invitación a vivir el presente y a enfrentar las adversidades para encontrar la felicidad. «Siempre es difícil decidir cuál será la canción que presentará un disco, pero sentí que la energía de Quédate era buena para comenzar, como para abrir un nuevo tiempo en mi música», afirma Nicole.
El videoclip, dirigido por Felipe Pardo, muestra a Maiteam, un equipo de patinadoras olímpicas “practicando, enfocándose en sus objetivos, manteniendo la disciplina y trabajando en equipo, y también dando espacio a lo personal, como lo muestra el bailarín, quién disfruta su espacio, su momento”, dice Nicole sobre el videoclip, que presenta una estética que evoca a lo retro y a la nostalgia.
— En “Panal” citó entre sus influencias a Phoenix, The xx y Tame Impala. ¿En qué sonidos se ha inspirado para la creación de este nuevo material?
— «He estado escuchando mucha música. Me gustan mucho los sonidos más orgánicos de los ’70, las guitarras eléctricas con mucho delay de los ’90, entonces he estado mezclando un poco a nivel sonoro lo que me ha gustado de distintos tiempos para este disco. Y en cuanto a las letras, es un disco romántico, tiene mucha emoción hacia la pareja, pero también con uno mismo. Trata sobre cómo uno se va sintiendo frente a las cosas que nos pasan y que están sucediendo acá y en el mundo. Es sobre cómo uno se va sintiendo en distintos matices, el nuevo disco es bien emocional».
— Hay discos que salieron el año pasado, como “folklore” de Taylor Swift y “Chromatica” de Lady Gaga que lograron retratar muy bien la soledad y la angustia del confinamiento. ¿Habrá algo de eso en el nuevo disco?
— «Por supuesto. Las emociones van abarcando todo lo que estamos viviendo. Esto de estar encerrados, de estar detenidos en el tiempo… Creo que hay emociones en distintas canciones que hablan de este momento tan complejo, pero que también hablan de emociones que podrían estar en otro momento, pero relacionadas a cómo uno se siente con la incertidumbre. Pero sí, claro que va a abarcar mucho esos sentimientos y esas inquietudes. Pero insisto en que es un disco romántico. Hay varias canciones de luchar por el amor».
Rompiendo puertas, y abriendo otras nuevas
Acompañando a sus hijos en etapa escolar y preocupada del cuidado de su padre y de su abuela de 103 años, Nicole ha pasado estos meses confinada en su hogar componiendo canciones y resguardando la salud de su familia. «Por suerte están todos vacunados [su padre y su abuela]. Soy muy consciente y agradecida de lo que tengo y de que todos en mi familia estén sanos. Estoy preocupada como todo el mundo, pero intento dar lo mejor de mí», expresa la cantante al describir cómo ha vivido el último año de pandemia.
El 17 de julio del 2020, en medio de una cuarentena que confinó a gran parte del país para combatir la propagación del virus de la Covid-19, Nicole compartió un video cantando a dúo y a piano junto a su hija Celeste, la canción “Esquemas Juveniles” de Javiera Mena. Confiesa que, a pesar de no haber estudiado el instrumento de manera profesional, sí ha estado practicando y perfeccionándose desde que su hija comenzó a tomar clases.
«Siempre quise estudiar piano, pero nunca tuve la oportunidad hasta que Celeste empezó a estudiarlo. Es un desafío muy bonito y también es distinto componer desde el piano, me lleva a otros lugares y melodías», dice.
Sobre la nueva generación de artistas que triunfan en Chile y el extranjero, Nicole se declara admiradora de la variedad de voces y géneros que hoy lideran las listas de popularidad. «La música crea la identidad de una sociedad. En el futuro vamos a escuchar estos discos y artistas y vamos a entender lo que estábamos viviendo y cómo era la sociedad y la juventud de aquel entonces», explica. También destaca la presencia de mujeres en la industria, pues asegura que en sus comienzos esta era muy masculina y que costaba encontrar artistas femeninas en el circuito.
«Es bacán que ellas estén abriendo puerta a las que vienen después. Yo espero eso también. Espero haber inspirado a alguien a cantar y a jugársela por ser cantante. Algunas personas me han dicho que he abierto caminos y es algo de lo que me siento muy orgullosa», declara la autora de ‘No me confundas’.
—Citando nuevamente a Taylor Swift, el año pasado ella dijo en su documental ‘Miss Americana’ que «las artistas femeninas se reinventan más que los hombres porque si no es así se quedan sin trabajo. A los 35 años no sirves más para la industria». ¿Está de acuerdo con la frase?
— «Realmente ha sido desigual en cuanto a las posibilidades, en cuanto a los trabajos, en cuanto a las remuneraciones, en fin. Ahí Taylor tiene su punto porque en las mujeres siempre hay algo ligado con lo estético, más que con el artista masculino. Y puede ser que a la mujer se le exija un poco más en ese sentido. Pero yo creo que pasa en todas las áreas. Siempre ha sido así y es por eso por lo que estamos viviendo esta revolución feminista, que yo encuentro que está muy bien y que está en una transición muy importante para que nuestras hijas vivan en una sociedad en la que no haya que hablar de feminismo ni machismo, sino que del respeto entre personas».
En junio de 1997, Nicole lanzó su tercer álbum de estudio titulado “Sueños en tránsito”. Alabado tanto por la crítica como por el público general debido a su sonido experimental, el trabajo producido por Gustavo Cerati marcó un giro en su carrera al introducir un matiz más adulto a su repertorio gracias a la incorporación de guitarras eléctricas y sintetizadores. Y también, por las temáticas tratadas en sus composiciones.
“Sirenas”, escrita por Nicole junto a Andrés Sylleros y Sebastián Piga, es la quinta canción en la secuencia del álbum y fue inspirada en una amiga lesbiana de la cantante. «Si tú, escondes el amor que sientes / Si tú, no tienes hombres en la mente», dice parte de la letra que, de manera inédita en la escena local, hablaba directamente sobre la homosexualidad en un Chile todavía muy conservador.
—Hasta 1999 las relaciones sexuales entre personas homosexuales estaban penadas por cárcel en nuestro país. Dos años antes, usted lanzó Sirenas. Y en ese mismo período recibió un homenaje en la discoteque Fausto por su aporte a la comunidad LGBT+, en una época todavía muy conservadora y en la que usted era una de las pocas figuras públicas que hablaba sobre la prevención del VIH.
— «La comunidad ha sido siempre importante para mí. Creo que han sido los compañeros de viaje de siempre, desde que comencé de niña. Y la verdad es que Fausto no solo una vez me hizo un reconocimiento. Recuerdo una vez que fuimos con mi mamá y fue como un show representándome en mis distintas etapas, con mis distintos colores de pelo. Fue hermoso, muy emocionante. Para mí siempre fue importante hablar de este tema y cuando tuve esta amiga tan cercana y que de repente me dice “me gusta una chica y no puedo decirlo porque eso es ser lesbiana y eso es como pecado”, eso me hizo todo un revuelo a mis 20 años, que fue cuando compuse la canción. ¿Por qué es pecado? ¿Quién lo estableció? ¿Por qué la gente tiene que decir a quién amar, cómo ser? ¿Quién es uno para meterse en la vida del otro? Pero sí, siento que desde el ’97 hasta ahora hemos avanzado muchísimo».
La cantante presentó la canción en distintos programas de la televisión abierta, uno de ellos, Bonvallet en La Red, conducido en ese entonces por el fallecido comunicador y deportista. «Yo intentaba meter ciertos temas, pero era una televisión más conservadora también. Y cada vez que podía hablar, sin duda que lo hacía», asegura la cantante. Y aunque afirma que no mucha gente escuchó la letra, si hubo gente que le preguntó sobre qué trataba. «Me siento orgullosa de haber escrito esa canción en un momento en que no se hablaba de ser gay o lesbiana», revela.
Treinta años de canciones (más uno en pandemia)
Con más de treinta años de trayectoria, Nicole forma parte de un destacado linaje de artistas femeninas de la música chilena que reúne, por nombrar a algunas, a Violeta Parra, Cecilia, Palmenia Pizarro, Myriam Hernández y Denise de Aguaturbia. Todas comparten en común la rebeldía, la creatividad y la dicha de ser artista, junto con el ser pioneras en sus respectivos proyectos y visiones.
Nicole apenas se encontraba en el colegio cuando escribió en un cuaderno, a modo de decreto, que «iría a Nueva York a grabar un disco». Y casi 10 años después, grabaría no solo un disco allí, sino que cantaría junto a la banda estadounidense Chicago en el icónico Radio City Hall en 2002. «Imagínate, pudo haber sido en la segunda o tercera, pero en mi primera vez en Nueva York logré grabar un disco ahí», dice la artista que se radicó durante más de 5 años en el país norteamericano.
Tras ser fichada por el sello Maverick de Madonna, Nicole se encontraba en pleno proceso de grabación de Viaje Infinito cuando ocurrió el atentado de las Torres Gemelas. Asegura que fue conmovedor presenciar aquel momento y que vio el dolor, el miedo y la destrucción que causó el ataque terrorista en la ciudad. «Ver esas fotos de personas desaparecidas en los supermercados y luego reconocer las caras… y la gente que buscaba a sus familiares, fue algo muy intenso y muy terrible», recuerda la cantante.
Después de su paso por la ciudad de las luces, Nicole regresó a Chile y estrenó su disco “APT” (2006), el cual marcaría el inicio de la autogestión en su carrera. «El APT abrió la posibilidad de seguir en una senda independiente. Es un disco muy bien grabado, es tal cual como lo hubiese hecho en un sello. Me siento feliz con el sonido que logramos», expresa la compositora de Cúlpables.
Es en esa misma época en la que se gesta una agrupación de seguidores que acompañaría a la artista de manera incondicional hasta hoy y que está pronta a cumplir 15 años de existencia. Hasta antes de la pandemia, se reunían cada año junto a Nicole para compartir anécdotas, cantar canciones y rendir homenaje a la artista.
—No todos los artistas, al menos en Chile, se pueden jactar de tener una comunidad de seguidores tan incondicional como la tiene usted. ¿Qué significa Comunidad Nicole para su carrera?
— «Ellos son un grupo de personas que he ido conociendo con el tiempo… se hacen amigos entre ellos y para mí, pensar que he reunido a gente por mi música y que han formado amistades que han durado años y que se han apoyado mucho entre ellos, ha sido como ¡Yes, he logrado algo tan bonito a través de mi música!, que me siento doblemente orgullosa. El apoyo que he tenido tanto de Alfred como de todos los chicos que se han ido sumando y que me cuenten sus historias en estas reuniones en las que hablamos, cantamos… es muy valioso. Siempre están atentos y siempre me han apoyado en momentos difíciles. He sentido el cariño y ha sido muy importante. Los atesoro y espero que nos podamos reunir pronto».
— A sus 20 años, usted se radicó en Londres durante la grabación de “Sueños en Tránsito”. ¿Qué recuerda de aquella época? ¿Y cómo fue trabajar con Gustavo Cerati?
— «Ir a Londres fue alucinante. Y grabar un disco con Cerati, con quien vivimos juntos un mes, fue muy divertido. Él me trataba como su hermana menor, me preguntaba “¿A qué hora llegas?”, como que se sentía responsable de mí, porque igual tenía 20 años en una ciudad a la que nunca había ido. Fue súper cariñoso conmigo, fue súper respetuoso con mi música, porque el podría haber cambiado todo y partir desde cero, pero no lo hizo. Respetó mucho lo que habíamos hecho con Andrés Sylleros, este amigo que traje del mundo del jazz al pop y que aportó mucho al pop en Chile por lo mismo. Y obviamente Gustavo dio su magia. Grabó guitarras, aparte cantó, se inspiró mucho. Hizo más de lo que yo esperaba. Y se quedaba hasta tarde procesando sonidos y ahí yo observaba cómo trabajaba. Era un mago de los samplers, un mago de los loops, de las máquinas, era lo que yo quería hacer. Recuerdo una vez cuando le dije que escuchaba mucho a The Chemical Brothers y Massive Attack y él me dijo ¡Oh, bien!».
— ¿Algún concierto al que haya asistido en el extranjero, y que recuerde hasta hoy?
— «A ver, rápido, antes de irme de Chile vi a Bowie presentando su trilogía de discos Outside, Earthling y Hours y creo que es uno de los mejores conciertos a los que he ido en mi vida. En Chicago tuve la oportunidad de ver a Amy Winehouse. Con Sergio no lo podíamos creer. Cuando vimos el documental de Amy, ahí entendimos que en ese entonces iba saliendo de su primera rehabilitación. Y aún así hizo un show impresionante, increíble».
Con el lanzamiento de “Quédate”, Nicole entra a una nueva fase de su carrera en la que a diferencia de sus trabajos anteriores, las plataformas de streaming dominan el mercado y los artistas lanzan material entre pequeños intervalos de tiempos para no perder relevancia en esta industria tan competitiva. Pero a ella eso no le preocupa. «De eso se trata la canción. De quedarse, estar en el presente, no pensar tanto en lo que va a venir», dice.
A ocho años del lanzamiento de “Panal”, León y Celeste escuchan las canciones que su madre les escribió durante el embarazo —“Cascabel”, “Nuestro tiempo” y “Astronauta”— y le piden constantemente que se las cante. «Astronauta son muchos consejos y León los va a poder entender más grande. Pero ya tiene 12 años y está súper agradecido de la canción. Es muy bonito dejar registro de estas canciones, que ellos las vayan escuchando y saber que este disco estuvo dedicado al inicio de nuestra familia», manifiesta.
— ¿Qué tiene decretado hoy Nicole en su cuaderno?
— «Voy a pensar en algo específico para anotar, me lo recordaste. Pero dentro de mis sueños, es que todos estemos sanos, es la prioridad. Y es verdad. De ahí parte todo. Y seguir haciendo música, que mis hijos estén felices, poder ser la mejor mamá que pueda, como lo fue mi madre y mi papá y estar ahí, atenta, apoyarlos en todo lo que pueda enseñarles. Y también el amor entre la pareja, eso. No pido mucho la verdad. Pero las cosas que una sueña ahora, sobre todo en esos tiempos, tiene que ver con que lleguemos todos a un acuerdo, que los políticos se pongan de acuerdo, que haya políticas públicas importantes, que haya una sociedad más justa, que la violencia por todos lados se detenga, que nos podamos desarrollar cada uno en lo que queramos y que podamos ir creciendo, tener oportunidades y que se acabe esta pandemia. Absolutamente. Eso sí que lo voy a escribir».