El disco comenzó a gestarse por el mismo “Gorrión de Conchalí” previo a su muerte, y fue pensado como un álbum de duetos para celebrar sus 50 años de trayectoria musical.
Esta idea nació durante la pandemia, cuando el fallecido artista junto a su nieto y ex director musical, Boris González, comenzaron a grabar versiones remasterizadas de las canciones más populares de Zalo Reyes, en un estudio de grabación instalado al interior de su casa.
«Entre todo lo que nos quitó la pandemia y del fracaso gigantesco a nivel económico que significó, a mí al menos me regaló tiempo con mi abuelo», indicó González a El Mercurio.
Hasta el momento de su muerte, ya habían incorporado las interpretaciones de Natalino, Angelo Pierattini y Américo al proyecto, el cual quedará a cargo de ser terminado por Boris González.
Sin embargo, la lista de invitados no queda ahí solamente, ya que, a pesar de que aún no han grabado, es de esperarse que pronto se sumen otras voces invitadas como Leo Rey y el ex vocalista de La Sociedad, Daniel Guerrero.
Además de la realización del disco, Gonzalez explicó que está buscando una manera de utilizar los registros que grabó de su abuelo en el estudio, para poder concretar una presentación del álbum en vivo.
Estas ganas de exhibir las últimas grabaciones de Zalo Reyes en directo, se incrementaron en Boris luego de pasar horas interpretando las canciones de su abuelo en su velorio en Conchalí. “Me motiva que lo pidan tanto. Me lo han pedido mucho en redes sociales y ha venido gente para acá a decirme que fue muy bonito lo que vivieron ese día, y que les gustaría llevar a sus familiares que no se pudieron despedir a simplemente cantar la música del abuelito pero con nosotros”, expresó González a El Mercurio.