Foto por Claudia Ardid
En medio de las movilizaciones por el Estallido Social, cuando todas las personas se cuestionaba el contexto sociopolítico del país, la vida de KYA dio un vuelco. Tres años después desde esa reveladora crisis interna, la cantante se hizo un nombre en la industria artística y se encuentra trabajando en su próximo proyecto. En conversación con SACH, nos cuenta de qué se trata, cómo han sido los últimos meses de su vida y cómo ve el escenario musical chileno.
Cuando Macarena Videla (25) tenía 8 años y le preguntaban qué quería hacer cuando grande, ella no dudaba en su respuesta: “cantante”. A esa corta edad ya asistía a clases de piano y canto gracias a sus melómanos padres que siempre fomentaron su creatividad y oído musical.
“Yo nací con la música desde la guatita. Si bien mis dos papás no se dedican a la música, son muy apasionados por ella, entonces siempre estuve rodeada de un ambiente musical, algo que para mi era muy normal. Creo que a medida que me iba relacionando con mis pares me di cuenta de que ‘oh, quizás no es tan normal ponerse a cantar después de comer’”, dice riendo desde las oficinas de Agencia Collage, ubicadas en Providencia.
Por estos días, luego de una deslumbrante presentación en los Premiso Pulsar 2023, KYA se encuentra promocionando su próximo single BESITO D3, el cual se estrenó este 22 de junio y tiene al cantante Easykid como invitado. Además, reflexiona acerca de lo mucho que ha crecido desde que su proyecto inició en 2020.
“Agradezco mucho, me cuesta mucho creerlo, aunque no se ve, pero sea una persona que me escucha, o diez, o cien, el hecho de que haya gente que me escuche y sentir que estoy generando algo en la gente como música en lo que a mi más me gusta. Yo hago música por eso, porque quería generar en la gente lo mismo que la música genera en mí y ser un tipo de refugio. Siento que he podido lograrlo de a poquito y es impagable”, asegura.
El click
Si bien Star es la primera canción que figura en su perfil de Spotify, no fue la primera que creó, ya que ese puesto lo ocupa Velvet, la canción siguiente. Por entonces corrían los últimos meses del 2019 y el Estallido Social había hecho eco no sólo a nivel sociopolítico, sino también en la vida personal de los chilenos y chilenas. Y una de ellas fue Macarena, quien tomó una drástica decisión respecto a su vida.
La artista, que por esos años estudiaba Pedagogía en Educación Básica, había visto cómo miles de personas salían a marchar a las calles a protestar, algo que provocó una crisis vocacional en su interior que la llevó a congelar su carrera profesional y abrirse a una posibilidad que por mucho tiempo creyó imposible.
“Fue un período complejo para todo el mundo y yo personalmente me refugié mucho en la música a modo de catarsis, para poder entender qué estaba pensando. Ahí fue cuando conocí a KYA. Me encontré con este perfil de artista, porque si bien siempre he tenido relación con el arte, es distinto encontrar tu identidad musical. Me volví a encontrar con la música”, recuerda.
Ese enigmático pero revelador encuentro con su mundo interno coincidió con la proposición de uno de sus amigos, que se dedicaba a la producción musical, para que fuera a su estudio a grabar una canción que había escrito. “En eso momento hice el click. De ahí en adelante, fue una bomba de tiempo, en algún momento iba a tener que hacerme cargo del sueño que siempre tuve y que había dejado de lado”, afirma la intérprete de COPACABANA.
Sus primeras composiciones, sin embargo, no vieron la luz hasta entrada la pandemia, cuando en medio del encierro, tuvo que tomar una decisión: jugársela por ser cantante o no. La respuesta ya la sabemos. “Ahí pensaba en cómo les iba a decir a mis papás, pero ellos ya sabían. Me dijeron ‘fuimos los primeros en saber cuando dijiste que querías congelar’”, relata.
¿Cómo fue ese proceso de comenzar a hacer música en medio de una pandemia?
“Fue un desafio para toda la gente de la industria del arte, por no decir para todo el mundo. Era difícil no caer en la ansiedad, porque estás empezando a lanzar música y te quieres proyectar de alguna forma, pero todo era raro, no había mucho por donde proyectarse. No conocía a nadie de la industria. ¿Qué es la industria? ¿Cómo funciona?”
Pero Macarena aprendió rápidamente todas esas cosas y, terminada la pandemia, su proyecto musical vio la luz bajo el nombre de KYA. “A mi siempre me ha gustado mucho la idea de pertenecerse a uno mismo, del ser mía, y para mí mi lado artístico es el lado más mío que yo tengo, algo que yo construí. Mi arte va a ser lo que yo quiero que sea. No me iba a llamar Mía, porque ya está muy usado, qué fome. Empecé a probar con las letras de mi nombre”, explica la cantante cuando le consultamos por la razón de su nombre artístico.
Sin definiciones
Si bien sus primeras canciones como Star, Velvet y Bakayaro tienen bases más ligadas al reggaetón y el trap, poco a poco la compositora dejó ver una faceta ligada al pop y a los años 2000 que, al menos hasta hoy, va formando el hilo conductor en su proyecto musical. En relación su estilo, es clara en señalar que no quiere definirse en ninguno.
“Me defino por lo que soy en el momento y mi música es una proyección de eso. Ha ido cambiando a medida que yo he ido cambiando y me ha nacido hacer un tipo de género, entonces siempre trato de no encasillarme. Quiero darme el lujo de que el día de mañana intentar hacer cualquier tipo de género que me den ganas de hacer y que me hagan sentido”, afirma.
Y en este momento la artista se encuentra haciendo música que dista mucho de lo que ya hemos oído. Según adelanta, se encuentra trabajando en un nuevo proyecto que transita por sonido más latinos y experimental que espera que sorprenda a sus fanáticos, aunque hay un hilo conductor y es el R&B, estilo con el cual la cantante creció y se ha mostrado predominante en sus composiciones.
Según cuenta, en este proyecto se encuentra trabajando codo a codo con los productores Bastián Herrera y Max Donoso, con quienes últimamente colabora de forma estable. “He podido aprender mucho, porque he participado no sólo en la composición de las letras, sino también la de la música y su producción. Ellos me exigen y yo los desafío a hacer cosas que no habían hecho”, dice la autora de Dime.
¿Cuál es la canción que más te ha gustado hacer?
“Creo que Copacabana fue una canción que disfruté mucho hacer, porque fue una canción que empecé desde cero. Ahí trabajamos con Darío Gómez, que es un incréible pianista, entonces las sesiones fueron súper de cranear, cranear y contagiarse de otras personas para hacer algo entretenido. Además, es primera vez que elijo un concepto y escribo algo en torno a eso. Es una canción que me gusta mucho haber hecho”.
¿En qué punto de tu carrera crees que estás?
“Yo creo que soy un pollito, que soy un huevo, y nunca quiero dejar de sentirme así, porque siempre uno va a crecer y creo que uno tiene que rodearse de grupos de gente en los que tú seas el que menos sabe, porque de esa forma uno crece (…) Una vez alguien me dijo que en el momento en el que todo esté demasiado cómodo, tienes que salir de ahí, entonces intento constantemente sacárme de mi zona de confort e ir a buscarme algo nuevo. Hay tantos artistas, fotógrafos, diseñadores, maquilladores… hay tanto arte aquí en Chile que explotar y tanta gente que sabe mucho, y así se genera la escena finalmente, nutriéndote de gente que sabe más que tú”.
El amadrinamiento
El pasado 4 y 5 de noviembre, KYA, Shirel y Loyaltty fueron invitadas por Denise Rosenthal a subirse al escenario para cantar Faroles en su show de Teletón 2022, realizado en el Estadio Nacional. En este, también estuvieron presentes funcionarias y usuarias de la institución.
“Un sueño. Ahora me hablan de eso y te juro que siento que lo soñé”, dice riendo. “Fue muy poderoso e increíble que hayan artistas como lo es Denise que nos hayan entregado un espacio de esa magnitud. Ese es el ejemplo, así se va a generar el cambio, con un amadrinamiento de artistas que tienen un espacio y que lo abren a nuevos artistas”, dice KYA cuando recuerda ese especial momento.
Y sobre lo mismo agrega que “algo que pasa hoy en día con las mujeres es que hay harto hate, si uno se pone a ver las redes, las mujeres reciben mucho más hate que los hombres, entonces cuando suceden estos hitos, la gente lo celebra mucho porque lo está esperando y las mujeres también estamos todas esperando a ver eso, a ver si se derriba al ogro”.
KYA ya había tenido la oportunidad de compartir antes con Deniss Rosenthal, cuando grabaron la canción, junto con Shirel y Soulfia, algo que para la cantante fue un hito en su proyecto musical. “Yo crecí viendo a la Deniss en la tele, era fan de Amango, fue de mis primeros conciertos, entonces fue super lindo y habla muy bien de lo que está pasando con el arte en Chile, que está creciendo la industria, pero no solo con la nueva ola de artistas, sino que artistas más grandes están apadrinando a artistas nuevos para que sigan creciendo los espacios”, señala sobre la colaboración.
¿Con quién otro artista de la escena te gustaría colaborar?
“Con todos”, dice riéndo. “No, pero yo creo que si tuviera que decir nombres, sería con Princesa Alba, la amo. Y me gustaría trabajar con Ana Tijoux, una referente que escucho desde muy chica”.
Como Macarena, muchas artistas decidieron incursionar en la música durante la pandemia, y tuvieron que adentrarse a una industria nacional que no conocían, y por lo tanto, apoyarse entre ellas. Sobre esto, la compositora dice que “es complejo, pero no imposible”: “En todas las profesiones uno puede ver que finalmente hay un patrón que se repite y, en este caso, como el arte es aún una escena muy chica, el patrón de machismo es mucho más fuerte”.
En ese sentido, ¿cómo ves el apoyo entre artistas mujeres en la industria?
“Creo que ahora tenemos más herramientas. Hemos generado una comunidad con todas las chicas que están haciendo música, nos hemos detectado entre nosotras, generado nuestros propios espacios, porque llegó un punto en el que dijimos ‘sabes qué, si no nos van a invitar a esto, hagamos nuestro propio festival’… Fuimos tomándonos nuestros propios espacios y poco a poco se ha ido abriendo el cascarón. También hay más artistas masculinos que colaboran con mujeres. Es una bomba de tiempo, yo siempre lo he dicho. Si bien sé que aún falta harto, es lindo sentir que se ha generado una red de apoyo y que no estás luchando contra el ogro sola”.
Recomendación musical: «Siendo súper sincera, y esto no es porque sea mi amiga, les quiero recomendar AQUA de Vlntna B, una increíble cantante y amiga mía de Antofagasta que canta R&B, urbano, un poco de todo. Yo estoy obsesionada con ese álbum, lo he escuchado mucho».