Foto por Francisco Arias
Los penquistas se unieron como un cambio de último minuto al line-up del Festival REC 2024, pero eso no fue impedimento para más de 150 mil personas llegaran al Parque Bicentenario a escuchar a una de las bandas chilenas más importantes de la industria musical nacional.
¿Algo más penquista que escuchar a Los Bunkers en el centro de Concepción? Nada.
A eso de las 19:30 de la tarde de este sábado 23 de marzo, y luego de una repentina lluvia durante la mañana que dejó pozones de agua y barro en la explanada del recinto, cientos de personas llegaban desde distintos puntos de Parque Bicentenario para alcanzar un buen lugar desde el cual se pudiera ver la esperada presentación de uno de últimos confirmados para la novena edición del Festival REC, una que ya se avecinaba magnífica.
Minutos antes de que dieran las 20:40 de noche, el quinteto oriundo de Concepción se subió al escenario con Miño y la reacción del público fue instantánea. Miles de personas con los brazos por encima de sus cabezas coreaban los primeros versos de una de las canciones más queridas del conjunto, para después ponerse a bailar con Miéntele, donde las cabezas alcanzaban el lugar donde antes se veían brazos producto de los saltos de un público descontrolado por cantar.
Fueron aproximadamente 150 mil personas las que dijeron presente en el parque, cifra que marcó el peak de la jornada musical. Miles de cuerpos abarrotados de extremo a extremo que llegaban hasta la Costanera, todos intentando escuchar las canciones que siguieron en el setlist: Una nube cuelga sobre mí, Quien fuera, Ángel para un final, Bajo los árboles, Ahora que no estás y A la velocidad de la luz. Tanto así, que Álvaro López tuvo que pausar el show en varias ocasiones debido a personas que sufrían descompensaciones entre el público.
“Nunca antes el Parque Bicentenario y sus alrededores estuvo tan lleno como hoy», señaló la directora del Teatro Biobío, Francisca Peró.
El show incluyó, justo como en el concierto de retorno de la banda realizado en el Estadio Santa Laura, un set acústico que incluyó las canciones La exiliada del sur, Calles de Talcahuano y Si estás pensando mal de mí, con las que el mar de gente que constituía el público se meneaba de un lado hacia el otro, por lo que seguir la corriente era casi involuntario.
Pero la euforia de los fanáticos y fanáticas se hizo ver cuando sonó Bailando solo y Ven aquí, cuando gracias a un juego de luces proyectadas desde el escenario, todo el recinto de convirtió en una pista de baile galáctica que se acompañó de las contagiosas armonías de las guitarras de Mauricio Durán y su hermano, Francisco.
La atmósfera continuó así hasta que el conjunto se bajó del escenario y cuando la gente ya casi perdía la esperanza de que volvieran a subirse, cuando ya casi estaban apagándose los vítores que pedían la icónica Llueve sobre la ciudad, aparecieron nuevamente para cerrar su show y la primera jornada de REC 2024 con tres canciones: Canción para mañana, El Necio y, por supuesto la más conocida por toda la fanaticada.
«Voy caminando sin saber, nada de ti», comenzó cantando acapella Álvaro, en un silencio del que sólo podían escucharse la voz de los 150 mil asistentes, que coreaban la canción que se ha transformado en el himno de una ciudad que vibra con la música y que, gracias a iniciativas como REC 2024, mantiene encendida la llama de la cultura, la música y, por supuesto, de la identidad.