En una conversación especial con SACH, los Hermanos Ilabaca aseguran que su debut en Teatro Oriente vendrá acompañado de una estética y puesta en escena única. Con una banda de lujo, aseguran, iniciarán el recorrido por los escenarios como dúo y se proyectan a 10 años y más.
Felipe Ilabaca (50) y Pablo Ilabaca (47) son el dúo Hermanos Ilabaca. Formados en 2023, editaron el disco HI, publicado en noviembre y disponible en todas las plataformas. El próximo viernes 31 de mayo es su primer concierto en el Teatro Oriente y las entradas están a la venta a través del sistema Puntoticket.
Miembros de proyectos icónicos de la escena musical nacional, Felipe y Pablo alcanzaron el profesionalismo a mediados de los años noventa con Chancho En Piedra, banda con la que editaron más de una docena de discos, se presentaron en tres ediciones en el Festival de Viña con rotundo éxito, recorrieron Chile y el continente y forjaron un sin número de composiciones que hoy forman parte del cancionero nacional. Marcaron la infancia de muchos con sus aportes en 31 Minutos y fundaron en 2018 la super banda de rock-pop Pillanes, junto a Pedropiedra y los hermanos Mauricio y Francisco Duran de Los Bunkers.
En una conversación especial con Solo Artistas Chilenos los Hermanos Ilabaca aseguran que su debut en los escenarios vendrá acompañado de una estética y puesta en escena única, porque además de interpretar las canciones de su LP recién estrenado, todo el show girará en torno a un concepto visual y musical basado en el sencillo Scorpion, producido en colaboración con Gonzalo González, reconocido ingeniero de sonido, y editado con el sonido envolvente de Dolby Atmos, una innovación en la forma de producir a nivel mundial. Acompañados de lo que afirman es una “banda de lujo”, con este primer concierto también abrirán la temporada de presentaciones en el resto del país.
— ¿Cuáles son las sensaciones en esta nueva etapa tan personal para los dos? ¿Qué les dice su familia al ser algo que parecía iba a ser un evento inevitable en sus vidas?
Pablo: Que bueno que nombraste eso de la familia, porque hay muchos hermanos Ilabaca en nuestra familia, vamos a tener que patentar el nombre de la banda. Pero la verdad es que siempre se ha dado la dupla creativa desde que éramos niños, después en Chancho en Piedra los compositores de la música éramos nosotros. Es como estar acostumbrados pero al mismo tiempo no estábamos tan acostumbrados a esto de ser un dúo. Siempre es entretenido este nuevo camino con Felipe y seguimos siendo los mismos hermanitos que partieron tocando de forma profesional hace treinta años.
Felipe: Respecto a las sensaciones, al menos yo estoy más feliz que la cresta, nuestras familias también están contentísimas. Siempre la música ha sido un elemento aglutinante en nuestra familia desde que somos profesionales. Es el factor que ha unido a tíos, primos y giró en torno a nuestro reconocimiento público y en esta etapa no es la excepción. No solo la familia heredada, sino que las familias creadas por cada uno de nosotros también están arriba de esto y es un tremendo aliciente y una bonita responsabilidad también. Como para todos fue algo natural y espontáneo sentimos que es algo coherente todo esto que estamos haciendo.
— En este disco, de forma evidente, hay un retorno al estilo más funk electrónico, latin jazz, y en general un sonido más liberado. Se sienten un poco así, liberados o libres de hacer la música que les plazca.
Pablo: Sin lugar a dudas. Cuando estás en una banda en la que son varias cabezas pensantes es más difícil llegar a puerto. Como este es un dúo puede ser que si sintamos más libertad y así llegar más rápido a soluciones. Cuando con Felipe decidimos hacer Hermanos Ilabaca nos proyectamos a 10 años. Hacer del primer disco algo más latino y bailable era la premisa, pero con todas la libertades para hacer cosas nuevas en el futuro.
Felipe: Totalmente libre no, porque somos dos, y nos tiene que gustar a ambos. Pero con Pablo lo bueno es que compartimos los mismos acervos culturales, las mismas aficiones y eso hace que las cosas fluyan muy bien. A veces nos comunicamos sin necesidad de hablar, a veces con los instrumentos, con las ideas, y con un concepto que usamos mucho que se llama intelectividad, que es como mandar mensajes de forma telepática y avanzamos rápido en los procesos, imagínate que en una semana hicimos más de 20 canciones.
— El disco rápidamente captó la atención y gustó a la audiencia. Ahora están nominados a la mejor grabación del año en los Premios Pulsar ¿cómo recibieron esta nominación y cómo motiva esto para planes a futuro?
Pablo: Siempre es bonito estar nominado a un premio, es un dulce de menta que te deja con una buena sensación y con ganas de seguir haciendo más cosas. Nos damos cuenta que el público ya está respondiendo a esta nueva etapa: ya no nos dicen “oye mira son los Chanchos”, el otro día íbamos caminando por la calle y nos gritaron “¡buena los HI, Hi!” y eso ya es un cambio de paradigma total.
— ¿Cómo se están preparando para el concierto de Teatro Oriente?
Felipe: En vivo somos un quinteto, aunque en estudio fuimos cuatro, en vivo también estamos tocando con Lali De La Oz, una percusionista de lujo, artista colombiana que está radicada en Chile y con todo su sabor, con todo su conocimiento de la música caribeña, ha agregado un acento a ese matiz que tiene el álbum que es la raíz latina de la música afro. También estaremos acompañados de bronces, en el formato de trío americano típico (saxofón, trompeta, trombón) y algunos invitados muy especiales para este concierto. Estamos preparando mucho más que un espectáculo musical, es una puesta en escena.
— Su tercer sencillo Scorpion fue editado con el sonido envolvente de Dolby Atmos, una innovación en la forma de producir, ¿cómo se prepara una canción para tan altos niveles de fidelidad sonora?
Pablo: Que grato que hayan nuevas formas de escuchar música. El cerebro humano hace música, hace arte y el desarrollo tecnológico para llevar esa música irá siempre evolucionando. Scorpion fue compuesto como cualquier otro tema, solamente tuvo la suerte de entrar en este universo y es muy entretenido porque tiene distintos estratos sónicos. Chalo (Gonzalo González, ingeniero de sonido) nos contaba la otra vez que nuestro cerebro estaba preparado para escuchar Atmos, un sonido en 3D, una locura.
— Si en los 60 fue la técnica revolucionaria del muro del sonido de Phil Spector lo que cambió la forma de producir música, ¿cómo creen que cambiará tanto la forma de producir como de consumir la música de los artistas en un futuro cercano? ¿cómo creen que influirá a la hora de la creación y la composición?
Felipe: Las tecnologías al final terminan influenciando el arte o los recursos que tengas para determinar el proceso creativo. Seguro que cuando apareció el estereofónico los músicos comenzaron a componer pensando en cómo iban a panear las guitarras o las baterías, como el caso de los The Beatles que crearon unos tremendos discos con esa técnica. Pasó con el cine y las cámaras y pasa en la música ahora. Sin embargo, poder crear desde cero una canción pensando en que se va a producir en Atmos es un desafío. Una ópera rock sería genial poder producirla desde el principio en Atmos.
— El segundo disco de Hermanos Ilabaca podría ser una ópera rock…
Pablo: …uff sería la raja.
— En Chancho en Piedra, Pillanes e incluso en 31 Minutos hay una visión crítica de la sociedad . No abandonan eso tampoco en HI. ¿Cómo ven uds la actualidad del escenario socio-cultural chileno? Y como artistas que son parte de esta visión crítica, ¿hacia dónde creen que avanza la cultura y cuáles creen que son los desafíos macro-culturales para la industria musical local?
Pablo: El tema cultural políticamente hablando es muy complejo siempre para cualquier gobierno, salvo para el gobierno de Salvador Allende en donde el asunto cultural estaba super marcado desde el principio. Pero tras el Estallido Social y la Pandemia pensábamos que iba a ser como los locos años 20 en donde hubo todo una explosión cultural, pero en Chile, y en Santiago sobre todo, ha sido muy difícil y se ha transformado en una ciudad muy fome, hay pocos lugares para tocar y el Ministerio de las Cultura nunca se ha puesto realmente los zapatos. Si vas a otros países latinoamericanos es distinto, existe realmente un ecosistema creativo.
Felipe: Yo veo un alto desafío, para todos los que somos parte de la industria creativa. Despertamos un rato, nos quitamos la venda, pero duró un rato, y después nos volvimos a poner la veda en los ojos. El mundo está mirando hacia otro lado, hacia el consumo y a Chile le falta un montón, pero somos miles los que estamos dando la batalla.
Hermanos Ilabaca se presentará este viernes 31 de mayo en el Teatro Oriente, las entradas se pueden adquirir a través del sistema Puntoticket.com. HI (2023), el primer disco de Hermanos Ilabaca está disponible en Spotify y lo puedes escuchar a continuación