La banda nacional se tomó una semana en el GAM para grabar su tercer disco, o como dicen ellos, “engendrar un monstruo”. Y aunque Lucas Bustamante, Camilo Astorga, Renato Arriagada y Darío Espinoza tuvieron cinco días para grabar 17 canciones, el rock papa frita nunca descansa. “Estamos más ruidosos y más rabiosos”.
Jueves por la mañana, plena Alameda. Suena el himno nacional. El Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) acoge un importante evento de la Unión Europea: Hay autoridades, embajadores, prensa, stands de vinos, quesos y productos que cada país exporta al mundo.
Pero escondidos dentro de ese edificio que alguna vez fue ocupado con violencia por la dictadura de Augusto Pinochet, detrás de cuatro controles de guardias que están ahí solamente por excepción, Confío en tus Amigos prepara el que será su tercer álbum de estudio. Esta banda también es de exportación internacional, pero quizás para los medios tiene un poco menos de glamour que los vinos y los autos diplomáticos con patente azul.
“Ha estado intenso”, se desahoga Lucas -Niño Uñeta-, bajista, quien entra a la sala y saluda a Camilo -Chico Eléctrico-, guitarrista y vocalista. Acaba de llegar.
Ambos están en medio de un gran estudio guarecido por paneles aislantes y rodeados por ocho guitarras que están desparramadas por ahí. Las han usado todas en el disco. Indiferentes a lo que pasa afuera, en la explanada del GAM, Confío en tus Amigos tiene una sola misión: grabar 17 canciones en una semana.
Y esta grabación se da en una formación inédita. No es inédita para quienes los han ido a ver tocar tanto en Chile como en México, país que visitaron por primera vez en septiembre de 2023, sino que es inédita a nivel de estudio.
Confío en tus Amigos son Lucas Bustamante (bajo y voces), Camilo Astorga (guitarra y voz), Renato Arriagada (guitarra) y Darío Espinoza (batería). Estos dos últimos se unieron al poder dual que tenían Lucas y Camilo, el mismo poder con el que irrumpieron en internet durante la pandemia. Antes, grababan de forma remota entre Quilpué e Iquique, pero se transformaron en cuatro. “Ahora, genuinamente, Confío en tus Amigos es lo que se ha forjado con los años”, asegura Camilo.
Eso sí, ahora no están los cuatro. Los primeros dos días fueron enfocados en baterías, así que Darío quedó liberado de sus funciones para el resto de la semana. Tanto él, como los demás miembros del grupo, tienen que cumplir con sus estudios universitarios.
Hay una sala, que funciona como centro de operaciones, en la que han estado durante cuatro días: ahí está la mesa de sonido, cuatro monitores, una pantalla y Víctor Muñoz al mando, productor de la banda e ingeniero en sonido encargado del disco.
Desde ese lugar se puede supervisar lo que pasa en la otra sala, en donde se grabaron guitarras, baterías y bajos. En simples palabras, donde ocurre la magia.
Camilo saca una bebida Red Bull que hay en un mini refrigerador, se la toma al seco y entra decidido a la otra sala. Tiene que grabar unas guitarras. Prueba un riff de sonido sucio insistentemente, hasta que lo logra de forma satisfactoria. Víctor pide que bajen la intensidad de la luz blanca que hay en la sala porque le molestan los ojos. Cada cierto tiempo saca de su chaqueta unos lentes de sol y sigue con la grabación.
La canción que suena es distinta a las que Confío en tus Amigos vienen haciendo, más bailable pero igual de ruidosa. Y en el ruido está todo.
–¿Cómo es el sonido que están enfocando en este nuevo disco?
Lucas: Puro ruido, eso es lo de ahora.
Renato: En cuanto a las guitarras, a mucha gente me ha gustado decirle que Confío en tus Amigos antes dependía mucho más del overdrive y ahora tiene más dependencia del pedal RAT, es decir, las guitarras son mucho más distorsionadas. Antes era todo más garagero. Esa comparación me gusta hacerla porque describe súper bien el sonido que estamos teniendo ahora.
Lucas: Estamos más ruidosos y más rabiosos. Quizás un poco más rítmicos.
Renato: También hay un cambio en las letras. Antes hablábamos de “talco para pies” (risas)
Lucas: Yo creo que desde que el Camilo se fue a vivir a Valparaíso pasaron muchas cosas. Ya no escribe más hueás así.
Camilo: Es un contraste. Se van a mantener algunos gags dentro del disco y el humor ácido que caracteriza a la banda pero hay una evolución y también madurez, sin quitar la esencia de la banda, sino que entregándole otra esencia que no estaba plasmada. Antes éramos solo yo y Lucas y ahora hay un fiato que se ha ido formando con el conjunto: Renato, Lucas, Darío y yo. Esa es la banda.
–Y volviendo a esa rabia… ¿De dónde nace?
Lucas: Yo creo que de las vivencias de cada uno y de cómo han ido cambiando las cosas desde la pandemia. Me vine a vivir a Santiago.
Camilo: Yo me fui a Valparaíso.
Renato: El Lucas y yo entramos a la U.
Víctor: La vida en la ciudad es violenta. La primera vez que Lucas estuvo en Santiago vimos gente pegándose en la calle. Acá a una cuadra vimos peleas.
Camilo: El Lucas vive en un lugar concurrido y peligroso como en todos lados, en pleno centro. Es parte de eso, de las vivencias de uno. Igual hay harta ficción en las letras.
Lucas: Lo que más hay es ficción.
Camilo: Pero eso está plasmado con el filtro de las vivencias.
Es el turno de Renato. Agarra su guitarra, conecta sus pedales y desenfunda una caja del videojuego Silent Hill 2. Quizás los desarrolladores nunca se imaginaron que el envase de algún juego suyo iba a servir como un slide de guitarra, pero ahora ese pedazo de plástico es un integrante más de Confío en tus Amigos.
Renato agarra la caja y la desliza contra las cuerdas de su guitarra, lo que genera una potente ola de ruido y distorsión. Lo hace igual como si se tratara de un slide clásico, esos tubitos metálicos que se ponen en los dedos, pero se trata de una caja común y corriente.
–Antes eran solo Camilo y Lucas, grabando en ciudades separadas a kilómetros de distancia. En 2021 entraron Renato y Darío ¿Cómo ha sido ahora grabar en carne y hueso, y en un estudio todos juntos?
Camilo: Es cuático. A nivel personal no grababa en un estudio profesional desde 2015. Caleta de tiempo. De ahí que no grababa nada en un estudio acustizado. Solo en homestudio. Obviamente eso es sin desmerecer, porque igual se logran cosas interesantes en homestudio. Pero es otra sinergia, hay otra flexibilidad. Es otra cosa.
Lucas: Ahora el cambio a estudio es brígido. Igual lo veníamos preparando con los cabros de antes.
Camilo: Es un proceso que se viene cuajando desde 2021.
–¿Sienten que han madurado?
Camilo: Sí. Musicalmente, como persona, en todo.
Lucas: Han pasado muchas cosas en un período corto de tiempo para el proyecto. Como persona también nos han pasado hartas cosas.
Camilo: Estamos botando todo.
–Y tú Víctor, ¿en qué ves esa maduración?
Víctor: Me llamaron la atención desde siempre. Encontraba que tenían algo muy la raja. Con el tiempo, y conociéndolos mejor, solo sentía que iban creciendo. Los shows en vivo eran increíbles.
Camilo: Víctor fue el que nos hizo sonido la primera vez que tocamos en Santiago, en Sala Metrónomo.
Desde la otra sala Lucas, Camilo y Víctor le entregan opiniones y retroalimentación a Renato, quien al comienzo no está tan seguro de sus riffs. Los escuchan una y otra vez hasta que se deciden por las guitarras que más les gustan. Víctor se coloca y se vuelve a sacar sus lentes de sol. Mueve la cabeza al ritmo de la batería frenética.
Lucas se levanta de su asiento y va hasta un rincón, en donde hay una mesa pequeña con un hervidor, tazas, vasos, azúcar, y café. Busca algo de comer pero no tiene éxito. «Ya no queda catering. No estamos en bonanza», bromea.
A solo pasos de este estudio, el evento de la Unión Europea para celebrar el Día de Europa avanza y se transforma en un verdadero banquete. Aquí adentro, a pesar del hambre que se hace sentir, la banda sigue concentrada en lo suyo.
–Ustedes comparten escena con bandas que han crecido el último tiempo. ¿Cómo definirían esa identidad?
Lucas: Es bastante variado. Si esto hubiera pasado en 2010 hubiera sido solo tributo al ‘Corazones’ de Los Prisioneros. Pero acá es variado. Hay de todo. Hay distorsión, cosas suaves, ambient. Una variedad de cosas. Todo eso se comunica entre sí. La escena está bien mezclada.
Camilo: Hay hueás súper variadas. También está fragmentado. Hay muchas líneas influenciadas por la escena 2010 o 2015. Nosotros mismos estamos súper influenciados por nuestros compañeros de sello Dolorio & Los Tunantes.
Renato: Confío en tus Amigos, como se desenvuelve en la escena, es muy punk para los indies y muy indie para los punks, citando a Mike Krol. Me encanta que la banda sea versátil en eso.
Camilo: Tenemos una estética variable y que puede ir mutando. Nos gusta huevear caleta con la hueá (risas)
–Los grupos nuevos dicen que ahora esta generación no tiene tanto miedo y se lanza no más, ¿Por qué creen que existe ese pensamiento?
Camilo: El encierro bloqueó el contacto humano y por eso creo que los más jóvenes te han respondido eso. Hay un sesgo pandémico, yo creo que no vivieron en su totalidad las tocatas que habían antes de encerrarnos a todos. No sé si comparto tanto esa idea, porque hay cosas del año de la pera como, por ejemplo, Pánico. No les importaba nada. Piensa que al Eddy Pistolas lo apuñalaron por tocar vestido como se vestía.
Víctor: Claro. Existe una situación adversa para todo el mundo, pero si tienes la inquietud te mueves igual. En el estallido hicimos los cinco EP del Laboratorio de Malestar porque podíamos y porque necesitábamos seguir haciendo cosas. Nadie quería tocar. En la pandemia grabamos a Las Olas y a Asia Menor. Si no pasa algo es porque no te estás moviendo lo suficiente. El primer paso lo da uno solo, después viene el empujoncito. Pero tienes que tener la inquietud de hacer cosas.
Break para descansar. Los chicos salen del estudio a estirar las piernas y tomar un poco de aire. Miran desde el ventanal del segundo piso la explanada del GAM que está repleta de gente. Los políticos y embajadores prueban los quesos, los vinos, los pasteles y cada una de las bondades europeas. Aunque parece algo demasiado protocolar, uno de los stands de la feria es resguardado por un imponente vikingo hecho de piezas de Lego.
Confío en tus Amigos también fueron alguna vez figuras de acción, como cuando aparecieron dibujados como Tortugas Ninjas en la portada de su split con Estoy Bien, «Confío en tus amigos conoce a Estoy Bien» (2021), el último largaduración que tienen publicado. Ahora se visten de chefs para servirle al mundo su rock papa frita.
Lucas, Camilo y Renato se aburren de mirar hacia afuera. Se echan en las sillas de un amplio lobby y revisan en silencio sus celulares. Se siente el desgaste de cuatro días de grabación pero hay satisfacción con cómo va sonando la cosa.
–¿Y el disco ya tiene título?
Camilo: «LWSD», de ahí no podemos decir nada más.
Renato: Lou Reed Metal Machine 2 (risas)
–¿Qué se viene para Confío en tus Amigos?
Camilo: Enfocarnos en el disco, que suene bien, moverlo bien. Enfocarnos también en cosas creativas como lo audiovisual y la estética.
Lucas: Estamos en ese proceso de buscar algo estético que pueda englobar la música de manera correcta.
Camilo: El próximo año cumplimos 5 años entonces quizás se puede hacer algo especial, además de terminar de engendrar a nuestro monstruo.
Lucas: Nuestro primer engendro con los cuatro que somos.