Foto por Felipe Gálvez
Con un combo de diez canciones en su primer long play, Bastián Gálvez apostó por una dualidad radical: caótica al principio y concluyente al final. Una aventura de sonidos propios que oscilan entre el pop indie y electrónico.
“¿Qué pasa con mi cabeza? ¿Por qué soy tan inseguro? ¿Cómo me vinculo con la religión?” LUE es un viaje de descubrimiento personal que mezcla lo espiritual, lo social y lo íntimo del grupo familiar con el poder de las redes sociales, la autoestima y la depresión. Un cuestionamiento intenso que se entrelaza con guitarras eléctricas, sintetizadores de alta definición y percusiones acústicas.
Para comprender la historia de Bastián Gálvez (26), hay que retroceder unos cuantos veranos en el tiempo; para ser exactos, hasta el primer trimestre de 2018.
La sinergia que unió melodías con estudios de la ingeniería civil y su pasión por el inglés construyó una identidad musical con un nivel interpretativo que, actualmente, define como incómodo.
Bajo el seudónimo de MyMeMind, el joven artista dio su primer paso en el streaming publicando The White EP.
“No sabía de interpretación, no sabía por qué está esta música acá, este bajo acá, esta batería acá. Y fui aprendiendo de a poco desde el 2020 hasta esta fecha y ahora produzco a otros”.
Foto: Bastián Gálvez.
A pesar de que estas cinco composiciones firmadas con su máscara anglo cimentaron el inicio de su camino, su personalidad melódica mutó radicalmente. Buscando el confort en su performance, desde 2022 usa el nombre de Perro de Caza para presentarse ante la hiperconexión.
“Cuando escribí mi primera canción en español fue muy distinto, más fluido y bacán. Una vez que me incliné directamente hacia el español creí que tenía que cambiarle el nombre al proyecto. Ya no tenía mucho sentido que tenga palabras en inglés… ni siquiera tenía sentido la palabra en inglés.
TRANSIción de mymemind a perro de caza.
MyMeMind y Perro de Caza siempre fueron el mismo”.
¿Por qué Perro de Caza?: de acuerdo a lo comentado por Gálvez, esto fue un guiño a sus canes fallecidos. “Lo vi como algo súper lindo para honrar su vida y celebrarla… quedará impregnado en el proyecto”, indicó.
Foto: Alvaro Mesías.
Seis años de desarrollo musical
A nivel técnico y emocional, el recorrido del músico ha sido intenso. Es más, de acuerdo a lo que él percibe en sí mismo, el aspecto que más ha pulido es la seguridad. Aprender sobre composición no es lo único en lo que el talento ha enfocado sus esfuerzos.
De hecho, indicó que hablar y relacionarse con aquel núcleo artístico resultó vital para el crecimiento de su proyecto.
“Muchas cosas de la producción las sé porque mi amigo me enseñó mientras mezclaba las canciones”.
Dijo destacando el aporte pedagógico de Benjamín Monreal.
Desde los inicios de su carrera ha buscado saciar su sed de probar cosas en todo momento. En este sentido, el acto de experimentar está tatuado en su proyecto personal.
Foto: Victor S. Galvez.
En la era de The White EP, Gálvez se tomaba su tiempo en liberar sus composiciones. Hoy repite patrones. Aunque ya conoce su línea editorial, la búsqueda por mejorar no le ofrece tregua: “Siempre estoy intentando agregarle un valor único y una experiencia especial para la persona que lo va a escuchar”.
Esa relación entre la autocrítica y el medio adquirió peso en su rol como creador de obras musicales. En este sentido, declaró que tener conductas contemplativas es relevante para crecer en el rubro.
La dualidad entre ser artista y admirador significó una suerte de separación difícil de concretar. Por el 2022, reconoció, él era de actitud súper tímida, siendo el propio saboteador de su talento. A raíz de ello, aunque recibía invitaciones para compartir con sus pares, el creador de Cuando Todos Aparecen, se negaba rotundamente.
“Me separaba mucho de la figura de artista. Decía ‘no, yo soy un fanático no más’”.
Confesó Gálvez.
Foto: Mario Miranda.
Su perfil musical representa sus errores y falencias ―a veces en exceso, según dice― sumado a la obsesión con ser lo más transparente con las personas. En este sentido, y defendiendo a LUE con exquisitos sonidos y robusta producción en las teclas, Gálvez se mostró honesto en el streaming. Es más, según su creencia, este lanzamiento es una metáfora de crecimiento y aprendizaje.
¿Qué hay detrás de LUE?
Desde la primera nota, Perro de Caza nos recibe con aquella calidez de un artista que está profundamente conectado con su trabajo.
Tan solo basta observar las portadas ―del álbum y sus sencillos― para entender que cada decisión detrás de su música y su estética está cargada de significado; el azul (en todas sus formas, inmenso y profundo) toma el protagonismo.
“Yo creo que el fondo azul es como una especie de mar o cielo. Y la música del álbum también suena súper grande, como con reverberaciones. Las guitarras, las baterías… son gigantes, ¿cachai?”.
la esencia del proyecto.
Foto: Felipe Gálvez
LUE no es una música que suene muy acústica, pues tiene muchos sintetizadores. Es un proyecto colosal donde la conexión entre lo visual y lo sonoro no es casualidad. Ambos elementos son inseparables
La portada del álbum es un reflejo del enfoque artesanal y simbólico de lo que se esconde en Perro de Caza. “Quería que fuera algo pintado, como con óleo. Que se notara que era hecho en casa”, aseguró.
No obstante a lo anterior, el proceso no fue tan manual como parece: “Son fotografías photoshopeadas. Como dato freak, el fondo es siempre el mismo, solo que lo invertí para las distintas portadas… Dibujaba un ícono, lo recortaba y lo montaba encima”.
“La gente siempre va a ver antes de escuchar, y van a entender algo entre líneas solo con las portadas”.
evocar simplicidad, pero con profundidad, dejando que el mensaje subyacente hable por sí solo.
La integración de ambos sentidos le da aquella fresca vitalidad a la grabación: “Siempre intento conectar la música con lo visual, en todos los momentos. Incluso desde que estoy creando la canción”, dijo. “Me acuerdo que cuando hice 1, al mismo tiempo estaba escribiendo el videoclip”, agregó.
“Estoy aprendiendo a hacer música y también a conocerme”
LUE, El misterioso concepto que le da nombre a su debut, también tiene una historia particular. “Lo tenía planificado desde que tenía 15 años. En el colegio hice un ensayo sobre la psicología del color azul y saqué un 7. Era súper difícil sacar esa nota en un ensayo, así que quedé pegado con el tema”, recordó con una sonrisa.
En ese escrito, exploró cómo las personas que preferían el azul tendían a ser inseguras.
Esa idea lo marcó.
Más tarde, cuando se enfocó en desarrollar su proyecto musical, decidió que este álbum debía mirar hacia afuera.
“El disco iba a ser sobre la gente: la familia, la sociedad, las redes sociales, la religión. Lo llamé BLUE, pero sin la B de Bastián, como diciendo que no iba a hablar de mí”, manifestó. Sin embargo, con el tiempo, esa separación resultó imposible.
“Me di cuenta de que cuando hablas mucho de la gente o de la sociedad, terminas hablando de ti mismo.
la azulada reflexión de perro de caza
Al final, la sociedad es uno. Te atrapa y te cagas”.
Tal realidad la plasmó en Cuando Todos Aparecen, el single principal de la grabación. De acuerdo a lo indicado por el artista, en la mayoría de las personas la ansiedad y la depresión “son temas que pegan fuerte”. En este sentido, Gálvez confía en que logró elaborar una suerte de enlace entre las redes sociales y una revisión a los estándares morales de la actualidad.
Foto: Alvaro Mesías.
El álbum no solo es un proyecto artístico, es también un recorrido personal: “Uno no tiene que darse tantas vueltas en cada tema, ni investigar tanto o tan a fondo”.
En su discurso expresó su pasión por la música y su constante impulso por crear. “Siempre he tenido hambre de seguir y de hacer álbumes y singles todo el rato”, afirmó, dejando en claro su compromiso con la producción constante de nuevo material.
También destacó su carácter perseverante y su enfoque dedicado a todo lo que emprende. De acuerdo a sus vivencias, siente que es constante con las cosas que realiza y que suele jugársela por ellas. Especialmente con la música, ya que es lo que más le apasiona. Esto refleja su amor por el arte y la determinación para alcanzar sus metas en este ámbito.
Como estudió Ingeniería Civil en una de las facultades más exigentes del país, todo se postergó. Según comentó, parte de ello fue la razón de por qué el álbum se demoró como cuatro años salir. Ahora que ya tiene su cartón bajo el brazo se prometió a sí mismo darle más espacio a la música.
Creo que mi música tiene ciertos momentos que te agarran del cuello y te observan por dentro; algo como muy visceral (…) Como que uno levita, una cosa así como que estás volando. Te atrapa el tema en su producción, en la letra, en la sonoridad de las voces… y eso, en general, es como esa vulnerabilidad
¿Qué destacarías del disco?
El futuro musical de Bastián Gálvez
Aunque actualmente se mueve en ritmos pop, eufóricos y gigantes, los sonidos oscuros hacen que sus ojos brillen y su sed de composición se diversifique. En esta línea, confesó que no le gusta encerrarse en un único género musical, pues, su proceso creativo va más allá de esas clasificaciones.
Cuando se sienta en el estudio, explicó, no piensa en crear específicamente una canción pop o de otro estilo particular. Su enfoque se centra en los conceptos que quiere transmitir. Su interés radica en explorar emociones y temas profundos que conecten con su audiencia, más allá de los límites de un género musical definido.
Con una esencia inquieta y experimental tanto en sus sonidos como en su forma de crear, Perro de Caza sigue persiguiendo su lugar en la escena nacional. La pasión por sus composiciones le ha permitido construir una base resistente dentro del universo de los compases.
A la par, por el entusiasmo que demuestra de seguir explorando melodías, participando en festivales, sumando colaboraciones y aprendiendo en el camino, el futuro promete ser emocionante para el santiaguino, quien ya tiene en la mira un nuevo álbum como parte de sus planes a corto plazo.
LUE es un grito que se escucha, se ve y se siente;
es el reflejo de la vida para dejar de darle vueltas a las cosas.
