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Si mezclamos la base de los clásicos boleros de antaño con lenguajes juveniles y una pizca del sonido moderno, el resultado es Gamuza. Tras el lanzamiento de su primer EP, el trío nacido en Santiago está preparando su primer largaduración y algunos shows fechados para septiembre. En conversación con SACH, nos contaron sobre el origen de la agrupación, la construcción de su primer trabajo discográfico y lo que hace esencial al bolero en la actualidad.
La música siempre nos trae de vuelta a algún momento, alguna persona o algún lugar. Y eso es precisamente lo que transmiten Joaquín Mayer, Gonzalo Anais y Diego Casas Cordero en Gamuza, proyecto musical nacido en 2021 que se dedica a uno de los ritmos más antiguos de Latinoamérica: el bolero.
Nos dirigimos a la comuna de Ñuñoa para adentrarnos en Santuario Sónico, estudio donde la banda grabó su primer EP Cuando comencé a quererte (2023), un trabajo de cinco canciones que recorren la médula central del bolero con letras que navegan por los complejos sentimientos de un corazón roto.
En el lugar, nos recibe la formación titular del grupo musical. Al abrir la puerta se dibuja una alta edificación transformada en estudio con pequeñas salas que han sido la cuna de varios proyectos musicales, incluido el del conjunto santiaguino, que se reúne sagradamente tres veces a la semana para trabajar en el proyecto.
Y es que los músicos ya se encuentran trabajando en su próximo trabajo discográfico. Se trata de su primer larga duración, que contempla nueve canciones y a cargo del productor Martin Merci. Sobre esto, Diego, el encargado de la percusión, asegura que esperan entregar “más de lo nuestro, consolidar lo que nos gusta, elevar ideas que estaban ya hace tiempo y que necesitaban los oídos de Merci (…) Otro granito de arena para los boleros”.
Envejecer juntos
El algoritmo de las redes sociales a veces nos puede traer bellos descubrimientos y, para muchos -incluidos nosotros-, uno de ellos ha sido Gamuza. Un lluvioso día de junio, el conjunto subió un video a su cuenta de TikTok con su canción Filo de fondo, el cual hoy acumula más de 200 mil reproducciones y comentarios como “¿Acabo de encontrar una joya?”.
Al preguntarles cómo se tomaron está recepción de la gente, la respuesta del grupo es, entre risas, rotunda: “Somos un grupo malo para las redes sociales”.
Diego, quien es actor de profesión, señala que “nos tomó tiempo llegar a generar buen contenido para redes, entonces, los comentarios se reciben con mucho cariño. El bolero, siendo un estilo muy antiguo, reversionado, que trata de buscar sonidos nuevos en esta nueva camada de artistas latinos que vienen… Es lindo verlo suceder y es lindo ver que a la gente le guste. Lo recibimos con mucha humildad y respeto”.
Y en la misma línea, señalan que “es gente que disfruta de lo que uno hace y empiezas a encontrar que el rango de personas que nos escuchan es muy variado. Hay gente muy joven y también mayores que nuestra música los rememora a otras épocas. Es muy lindo encontrarse con ese cariño, porque el bolero no responde a una época”
Y fue justamente ese sentimiento de pertenencia lo que encendió la llama creativa que los llevó a fundar la agrupación. De acuerdo con el relato del guitarrista Joaquín Mayer, fue un día que Gonzalo fue a su casa y escucharon un vinilo del grupo cubano Buena Vista Social Club.
“Desde ese momento, nació la premisa ‘qué bonito envejecer tocando música juntos’. Ese fue el puntapié inicial de lo que es Gamuza ahora, muy visionario hacia el futuro. Que esto crezca, que envejezca gracias a nosotros. Ahí lo relacionamos hacia el género de los boleros. Siempre nos gustó, es un género antiguo, nuestras familias lo escuchaban, entonces es bien generacional igual. Nos pareció muy acertado poder envejecer con esto”, dice el músico de 25 años.
Y desde esa misma nostalgia es que nace el nombre del conjunto.
—¿Por qué “Gamuza”?
Gonzalo: La historia puede ser un poco decepcionante. Estaba un día hablando con mi madre, que le gusta mucho coser, y necesitaba unas telas. Entre muchos nombres de tela, mencionó la gamuza. Y yo dije ‘oh, qué palabra más peculiar, suena muy nostálgica, de otro tiempo’. Yo en ese entonces estaba en otra banda con Joaquín y le estábamos buscando un nombre a esa banda, entonces estaba atento a nombres de bandas. Y dije ‘si tuviera un grupo de boleros, le pondría Gamuza’.
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Gonzalo, Diego y Joaquín fueron compañeros de colegio, así que su historia juntos se remonta a hace por lo menos 15 años atrás. Por aquellos años, las ganas de hacer un grupo musical siempre estuvieron presentes e incursionaron en estilos como el rock y el funk antes de llegar a la música latinoamericana y el bolero.
“Teníamos muchas horas de música y arte, y nosotros éramos los que les gustaba ir a sacar las guitarras de la sala de música y pelusear por ahí. Entonces, nos conocemos hace muchos años, desde segundo básico con Joaquín. Desde entonces nos gusta hacer música juntos”, explica Gonzalo, vocalista del grupo.
—¿Cuál fue el momento en que deciden armar un proyecto serio?
Gonzalo: Ese fue Joaquín. Yo le decía ‘ya po, hagamos un grupo de bolero, hagamos un grupo de boleros’ y él un día me dice ‘oye, ¿lo vamos a hacer o no lo vamos a hacer?’ (risas). Él siempre ha sido muy de llevar a cabo las cosas.
Por aquel entonces, corría el 2020 y las medidas sanitarias aún regían en nuestro país producto de la pandemia por COVID-19. De ahí en más, comenzaron a armar las primeras canciones del EP, Filo y Amor del bueno, las cuales pasarían por una minuciosa revisión antes de llegar a ser lo que son hoy.
Los secretos del bolero
Una vez armado el esqueleto de Cuando comencé a quererte (2023), el trío se reunió con Juan César Hernández y Carlos Larraín, integrantes de Malibú, una antigua agrupación de boleros chilena nacida en 1974 que fue invitada al Festival de Viña en los años 1975, 1976 y 1979.
Joaquín: Fue muy bonito. Nosotros fuimos, tocamos las canciones frente a ellos y ellos nos nutrieron un poco de su lenguaje. Fueron muy receptivos, al tiro fue como ‘qué bonito es ver a gente tan joven haciendo esto’. Yo creo que entró un poco la nostalgia en ellos. Por ejemplo, las armonías de las voces, en gran parte fue lo que nos aconsejaron ellos.
Gonzalo: Es que hay tradiciones igual en el bolero. Hay maneras de hacerlo, ciertos intervalos que se hacen en las armonías que se hacen sí o sí para que suene como un bolero. O las intros en los boleros son muy clásicas y ellos conocían todo eso, entonces nos aportaron desde ahí. Todos esos secretos que nosotros no sabíamos.
—¿Cuál es el concepto que engloba al EP?
Diego: Creo que se forma un poco desde ahí, desde la idea de ‘hacemos boleros, pero no son boleros tal cual, tienen otra búsqueda’. Es una forma de exploración nuestra desde lo que nos gusta y lo que nos sale. De repente las cosas se dan musicalmente entre nosotros por toda la química y la historia que hay en el grupo, eso naturalmente da como resultado el sonido de Gamuza.
Joaquín: Eso es importante. Yo creo que estamos habitando todos estos géneros que son antiguos, pero desde un lado muy nuestro. Somos cabros, 25, 26 años, entonces quizá sea que entendemos las cosas de forma distinta. Hay una mirada mucho más actual, es otro el lenguaje.
Gonzalo. Dicen que siempre se hace la misma canción. Yo creo que un poco el EP fue surgiendo canción a canción. No nos dispusimos a decir ‘vamos a hablar de esto’. Sabíamos un poco los sonidos que queríamos y cuando ya grabamos todas las canciones y vimos todo el panorama, fuimos como uniendo puntos y nos dimos cuenta que había una historia entre cada canción, por eso también las ordenamos así. Y por eso el disco se llama así.
—¿Y cuál es esa historia?
Gonzalo: Es como una historia un poco de amor, sin cerrarse al amor de pareja, pero siento que no nos predispusimos a darle un concepto, sino que le dimos una narrativa al orden de las canciones. Lo mismo pasó con el arte. Fue concebido después de grabado el disco.
Fue en 2022 cuando lanzaron los primeros avistamientos del trabajo discográfico. La primera de ellas fue Amor del bueno, a la que le siguió Filo. El resto del trabajo en su totalidad fue lanzado en 2023 y respecto a su composición, Gonzalo afirma que todas las canciones nacieron del trabajo colaborativo.
“No es sino hasta que las tocamos todos juntos que van surgiendo nuevas ideas. Yo creo que cada uno tiene un proceso distinto. Creo que no hay un camino, que de repente puede haber una letra que te inspira, pero lo más importante es la música, las armonías, la melodía, porque a veces en la música tú puedes encontrar la letra”, señala el también diseñador web.
La nueva camada
Así como Gamuza, en los últimos años han ido apareciendo en el mapa musical chilenos varios grupos que se dedican a la creación, interpretación y difusión de la música latinoamericana, especialmente de los boleros y valses peruanos.
Un ejemplo de ello son nombres como Dúo Pajarito, Catalina y las Bordonas de Oro, Milena Antonia y Al Tres y al Cuatro. Todos ellos conforman hoy una nueva camada de voces que no solo se dedican a reversionar canciones, sino que también crean sus propias canciones siguiendo las bases de grandes cantantes que pavimentaron el camino, como Palmenia Pizarro, Lucho Gatica, Cecilia Pantoja o Jorge Farías.
Respecto a esta proliferación de proyectos jóvenes, Joaquín señala que “es súper positivo. No sé si hace 5 años atrás, alguien se hubiera tirado a la piscina con los boleros. Entonces, creo que es súper bueno. También por un tema de raíces siento”.
En la misma línea, agrega que: “Creo que, a nivel latinoamericano, Natalia Lafourcade fue una de las primeras exponentes que empezó a traer elementos de géneros más clásicos y ponerlos en clave más pop, cosa que fuera digerible para el oído actual. Eso fue una tremenda jugada en este tablero de la industria musical. Siento que, gracias a personas con ese alcance, después pueden llegar músicos emergentes a decir ‘vamos a hacer boleros, da lo mismo que esté sonando trap en la pieza de al lado’”
—¿Qué creen ustedes que Gamuza aporta al bolero actual?
Gonzalo: Yo creo que es alta la vara de los boleros anteriores. Es muy difícil entrar en esa competencia o desplazar algo tan clásico y tradicional como el bolero. Nosotros tratamos de tomar esos sonidos, que ya están en el imaginario de la gente, en el nuestro, sobre todo, y seguir poniéndolo en valor. Creemos que es necesario que siga existiendo la belleza de esa música. Hay muchos artistas que reversionan un montón de canciones y, bueno, el bolero tiene esa tradición de la reversión y lo que trae Gamuza es que son canciones originales. Música y letras.
Joaquín: Sería muy bonito que, así como las canciones de cincuenta años atrás ahora se siguen cantando, que en cincuenta años llegue un cabro con una guitarra y diga ‘mira esta canción’ filo… (risas) Expandir el repertorio del género nacional y latinoamericana también apunta hacia allá, que, a largo plazo, dentro de la historia del género se pueda decir que, primero estuvo Lucho Gatica y pasados los 2000, cuando todo era más digital, están estos cabros, con esta letra, esta música.
—¿Qué les dicen sus familias?
Diego: En mi caso, lo primero que sale es ‘¿cómo lo vai’ a hacer? ¿y tocando boleros?’ y es como ‘sí’. Ha sido un punto de unión muy lindo sobre todo con mis abuelos. Mi abuela ahora está tomando clases de piano y está aprendiendo boleros, entonces ha sido muy lindo el encontrarme con ella en el hacer música, música que ella escuchaba, pero en este nuevo lenguaje. Bueno todos nuestros papás se conocen, entonces en cierto modo es una red de apoyo que nos da nuestra familia que existe de antes, pero que se llena de todo esto que es Gamuza.
Gonzalo: A mi papá no le gustaba Filo. Dijo ‘está buena, pero ¿filo? esa palabra… está como media chistosa… como que le quita seriedad’ (risas).
Diego: Me imagino exactamente a tu papá diciendo eso.
Gonzalo: Pero yo encuentro que eso igual es bueno, hay un choque generacional que a la larga se valora.
La municipalidad de Vitacura notó el cautivador poder de este movimiento que llevan algunos grupos chilenos y desde hace algunos meses está organizando “La nueva voz del bolero”, un ciclo musical al que han sido invitados algunos de los grupos ya mencionados.
El turno de Gamuza es el próximo 10 de septiembre a las 19:30 horas en Sala Vitacura (#Av. Bicentenario 3800), show que será con entrada liberada para todo el que desee disfrutar de una jornada de boleros.