Escrito por El Profesor Rayado/Fotos por Valentina Palavecino
En un momento en donde estamos acostumbrándonos a ver a un solo DJ o artista tocando frente a miles de personas, vivimos un show que al menos por mi parte me quedará dando vueltas en la cabeza por un buen rato. Presenciar a 10 tipos pertenecientes a las bandas nacionales Planeta No y Niños del Cerro en un evento llamado «Motel Nevada» (así tal cual), tocando música con una entrega impresionante en la pequeña Sala SCD Plaza Egaña el viernes recién pasado fue realmente memorable.
Al llegar al recinto se podía contemplar que había una especie de simetría perfecta de instrumentos lado a lado. Este frente a frente era en serio. Alrededor de las 20:10 aparecen los músicos de Planeta No y cuando el público esperaba que empezaran a tocar sus canciones empiezan a hacer unos acordes…en ese momento este servidor pensó: “Espera un momento, esta canción no es de Planeta no”. Estaban empezando las melodías de “Nonato Coo” de Niños del Cerro y cuando empezábamos a entusiasmarnos se suben ellos justamente a completar esta orquesta de guitarras, teclados y baterías. Ya con eso el público encendió, coreando cada melodía y letra.
Luego siguieron dos temas de Planeta No, con Gonzalo a la cabeza. El tipo realmente es un showman innato, su voz y presencia escénica es imposible que no llame la atención. Tocando varias canciones de su disco “Odio” mantuvieron el fuego musical encendido en el principio del show. Por su parte Niños del Cerro aportó con su fuerza, saltos y cabeceos. El baterista de esta banda me llamó particularmente la atención, destrozando sus baquetas en varias ocasiones, hace mucho que no veía a alguien pegarle tan fuerte a una batería. Por alguna razón en el bombo se lee «El ritmo no perdona». Las canciones de ambas bandas agarran un punch notable en este formato.
En el transcurso de la tocata se vio un ambiente de mucho relajo, como manteniendo todo en familia. Pero igualmente el profesionalismo de estas bandas ha crecido muchísimo, se nota la gran cantidad de instancias que ha tenido estas bandas. Aprovecho además de dar una mención honrosa al sonidista del show, quien pudo mantener el sonido de todos los músicos presentes en el escenario en un buen nivel por las casi dos horas de show.
Otro tema es el cómo se distribuyeron las canciones, en ciertas partes del show tocaban absolutamente todos los músicos, de manera que dejaba a todos con los calcetines en llamas. Como también a veces Planeta No tocaba por su parte, mientras Niños del Cerro descansaba un momento y viceversa. Pero en esos momentos, la banda “ausente” no se descomprometía del show en un cien por ciento, estaban atentos a que todos funcionara bien, o simplemente se subía algún integrante a cantar, tocar o incluso bailar algún tema.
El setlist fue un ping-poneo entre los dos discazos debut de ambas bandas, me parece que quedaron pocos temas fuera si es que no ninguno. La sala es con asientos, pero ya pasada la mitad del show estábamos todos de pie, saltando y bailando tracks como “Sol a Sol” o “José de los Rayos”, dando la sensación que éramos el onceavo integrante de esta superbanda, el que probablemente hizo posible que esta aventura fuese un completo éxito.
Sin lugar a dudas estas dos horas de amor dejó satisfechos a cada uno de los y las presentes en aquella sala situada en un mall, un lugar donde no se acostumbra a bailar, sudar y hacer ruido, el mismo Gonzalo de Planeta No afirmó que esa era una de las intenciones principales. Estoy realmente agradecido y emocionado de las cosas grandes que están montando las nuevas bandas chilenas. No quiero decir que es emergente porque todo esto ya es algo concreto, esta ya renombrada camada de grupos ya hace rato está explotando en nuestras caras. Ayer lo comprobamos y créame querido/a lector/a, esto no piensa parar.