Cada vez que aparece un sello nuevo y se va armando de una popularidad, uno empieza a estar atento a absolutamente todo lo que saque, independiente si ha escuchado alguna vez a la banda o no. Me pasa tanto con sellos de afuera (Deathwish Inc por ejemplo que es de hardcore y música extrema) y también con Chile en el caso de Quemasucabeza o Cazador. Y ahora tenemos a un naciente sello llamado Piloto, quien alberga a bandas como Niños del Cerro, Patio Solar y ahora a la banda que hablaremos hoy: Los Valentina
Esta banda (formada por Valentina Martínez, Juan Fernando Rubilar y Roberto Sanhueza) nuevecita de paquete oriunda de nuestra capital chilena, un tanto intoxicada en estos días de Enero, nos trae su primer EP, el cual ya está haciendo ruido en las redes, llamado Señoras. La producción va de la mano con un hombre ya conocido para muchos, Leo Saavedra (ex Primavera de Praga para los de mala memoria) quien es incluso mencionado como miembro en la página de Facebook de la banda.
Yendo directamente al EP, (el cual pueden descargar aquí) está dedicado a las dueñas de casa y a la vida hogareña en las líricas, envueltos además en bellas melodías vocales y guitarras limpias bien ejecutadas. Empieza con el track casi-homónimo Señora 1, con una onda beatlesca desde el segundo uno, muy de la era Beatles For Sale, la voz de Valentina es de un timbre grave, muy acorde a sus líricas, cargadas de la nostalgia de las señoras. La instrumentalización está brillantemente protagonizada por las guitarras limpias, pero los detalles de la batería muy a lo Ringo Starr le va dando el entorno necesario para empezar de gran forma.
El siguiente tema llamado Serpientes, más oscuro que el anterior musicalmente hablando, obtenemos un mayor protagonismo de las líneas de bajo, pero las guitarras siguen ahí con sus buenos efectos, efectivos en los arreglos y acordes imponentes. Vocalmente seguimos en la misma línea y en una perspectiva lírica mucho más dirigida a una segunda persona. Como para dedicárselo a alguien.
Danza de la Lluvia me lleva de regreso a las mejores épocas de los 80’ con Echo and The Bunnymen o The Cure (Ok, aún no nacía, pero se entiende), desde una perspectiva moderna claro. Un excelente tema con brillantes arreglos de guitarras acústicas y teclados. Una particularidad de esta banda es la orientación hacia la radio en el formato de las canciones que utilizan, están muy bien hechas pero cada canción es un potencial single. En este caso da incluso para bailarlo, por acá solamente en momentos de soledad. Desde aquí la cosa se pone interesante, esto no es más de lo mismo melómanas y melómanos.
Continuamos con Señora Civilizada, bajando un tanto las revoluciones en el ritmo, mucho más minimalista en cuanto a los acordes y estructuralmente, adquiriendo ese color sesentero del principio, el cual además con un interesante interludio guitarrero que se va repitiendo a medida que avanza la canción. Y el solo de teclado al final le da toda la nostalgia cebollera pero sin llegar a ser exagerada. Brillante.
Alguna Solución entra en tierra derecha, llegando a una especie de puesta de sol musical. En este caso tenemos una forma muy similar al tema anterior en cuanto a la forma de desempeñar los acordes, pero con un poco más de luz y alegría. Las guitarras lideran la melodía soleando con un swing indicado para introducir la voz que una vez más nos hace cantar y emocionarnos.
Y nos despedimos con Antes de Dormir, con un adictivo lick guitarrero principal llevándonos a una canción rítmicamente tranquila pero no somnolienta como uno en un principio creería. Las líricas se tornan más nostálgicas que nunca, en ese momento “antes de dormir” donde afloran todos los recuerdos, del querer la compañía de esa persona especial que por alguna razón no está. Con el corazón roto despedimos el álbum, pero llenito de alegría en el sentido musical.
Los Valentina sin duda nos traen un disco perfecto para tomar la once, en esa instancia de reflexión de lo que hicimos en el día en la comodidad del hogar, después de los estudios o trabajo, envolviéndonos en una calma pero al mismo tiempo nos revuelve las emociones recordando esas historias que a veces nos abruman, pero nos hacen crecer y madurar, que nos hacen ser eventualmente Señoras o Señor, en un sentido positivo claro. Musicalmente está brillantemente producido por don Leo, bien rico en el estilo que hacen, ya que saben distinguir distintos colores y formas dentro del mismo género, haciéndonos bailar, sentarnos y emocionarnos.
Para todos los que son seguidores del buen pop, de la buena música chilena, no le pierdan el ojo a esta banda que sin duda promete muchísimo. Unos verdaderos artesanos en lo que hacen.Ojalá se mantengan a través del tiempo y nos regalen más de su arte pronto.
6/7