El quinteto de «chispop» lanzó su primer disco full banda cargado de espíritu adolescente, y con la presencia de interesantes colaboraciones como Simón Campusano, Diego Lorenzini y Saskya Campos (Fonosida).
Y bueno, cuando el mundo ya está por acabarse llega el nuevo álbum de Frucola Frappé, titulado Lo peor del siglo, un disco de nueve tracks cargados de nostalgia y emotividad, para estos acongojados días de invierno. Una mezcla perfecta entre pop de guitarras y nuevos elementos digitales, cómo bases electrónicas y sintetizadores.
El álbum es un relato directo sobre la juventud y la ciudad. Un intento por sobrevivir entre las frustraciones, las angustias, el paso al mundo adulto y el amor en tiempos de internet. Todo acompañado por paisajes santiaguinos, cómo la comida al paso, las galerías del centro, el cemento, el acelerado ritmo de la vida, la oscuridad y la luz.
La banda contó con participaciones de músicos nacionales, entre ellos el músico talquino, Diego Lorenzini, y el vocalista de Niños del Cerro, Simón Campusano, quienes acompañaron el segundo track, “Mortal Kombat”, el cual es una reversión del disco acústico y homónimo de Frucola Frappé (2017).
Otro que estuvo presente fue Luciano Venegas, más conocido por su proyecto R3na, parte del sello Gemelo Parásito, quien participó en “Cierra Todo”, uno de los singles promocionales publicado hace un par de meses. Además de la banda Fonosida, quienes colaboran en “Un SMS a tu corazón”, una suave balada pop interpretada a dúo por Saskya Campos (vocalista de Fonosida) y Camilo Morales (vocalista de Frucola Frappé).
La guinda de la torta es Pelmazo Sad, quien rapea en “Muerto x Dentro”, la canción que cierra el álbum y también uno de los primeros singles, y cuya colaboración venía dándose en algunas presentaciones en vivo.
En la carátula figura un “papapleto”, una variación del alimento típico chileno que en vez de vienesa lleva papas fritas, junto a una ficticia bebida “Frucola Frappé”. El arte estuvo a cargo de Luz Sierra y Sebastián Álvarez.
“Lo peor del siglo” fue grabado durante el año 2019 en las casas de Ariel Retamales y Felipe Díaz, en Santiago, y producido y mezclado por Martín Pérez Roa a.k.a Merci Merci en los Estudio Niebla. Además, fue masterizado por Arturo Zegers en Estudio 050.
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