Esta entrevista es presentada junto a Pisco 1733
Con el estreno de “Estereotipo”, el artista anuncia su incursión en la música como solista. Y tras un ajetreado año, adelanta el material que inmortalizará sus procesos y transformaciones.
Foto por Javiera Villaseca
Noah Blanco reconoce que el camino en la música no ha sido fácil. Este año se cumple el sexto aniversario de Dinosauria, su proyecto musical, y aún así no quiere dejar a nadie de lado en el camino. «Si nadie me va a dar la mano a mí, entonces démonos las manos nosotres», dice. Tanto su música, sus letras y sus amigos han cambiado desde entonces. Y por supuesto, también lo ha hecho el artista.
Con Estereotipo —su más reciente sencillo, producido por Sebastián Riquelme—, Blanco estrena una nueva etapa como solista, en donde el miedo y las inseguridades cada vez tienen menos cabida. De cara al futuro, hoy tiene nuevas ambiciones que le tienen ocupade a tiempo completo: entre ellas, un trabajo musical de larga duración, un poemario y también una autobiografía.
A varios meses del mediático episodio que vivió con el ministro de Justicia, Hernán Larraín, en el Registro Civil, Noah Blanco conversa con Solo Artistas Chilenos sobre lo que ha sido este último año a nivel personal y artístico. O bien, su tiempo de redescubrimiento, como así lo define.
En Instagram dijo que “Estereotipo” es el cierre de una etapa y el comienzo de una nueva, ¿qué significa para Dinosauria esta canción?
—En términos prácticos, significa una reconfiguración del proyecto. Empezó siendo una banda el año 2016, y ahora soy solista. Yo soy el compositor, y quien hace toda la materia prima de lo que se estaba formando en Dinosauria, que es un proyecto en el que trabajo con más personas. Pero con la pandemia, nos dimos cuenta como banda de que no podíamos seguir trabajando en el proyecto estando lejos. Con los chiques que tocan conmigo, que son literalmente mis mejores amiges, tomamos esa decisión entre todes, y fue super bonito. Hace tiempo que yo y la banda lo pensábamos, incluso, para el marketing del proyecto. Porque igual hay una idea de sacar un concepto social dentro de lo que es Dinosauria, que es la diversidad y lo que significa ser una persona trans intentando entrar a una escena súper cerrada. Un lugar que todavía, a pesar de todo lo que se está haciendo, es super hetero normado.
—Pese a su producción synthpop, la letra de la canción toca temas bastante potentes como son los estereotipos y los roles de género. ¿Tiene algún propósito esta mezcla entre una pista bailable, y una letra orientada a la reflexión?
—Sí, completamente. Es que bueno, yo también soy, o me llaman activista por los derechos trans. Hueá que apareció de la nada. Como que con lo de Hernán Larraín esa cuestión explotó. De cierta forma, me di cuenta de que con mi transición, todo lo artístico musical también transicionó conmigo. Esto es como si mi música fuera comida… yo se la pongo a la disidencia para que estén más fuertes, es como una especie de nutrición. Y de alguna forma, me gusta pensar que estos mensajes lleguen de una forma en la que te puedan dar aliento. Estamos en una resistencia, donde necesitamos escuchar música que nos motive a escuchar mensajes profundos y potentes, y que al mismo tiempo puedan entrar a nuestro cerebro de manera física y digerible. Y también es un poco de ironía, como de por qué esta música bailable no puede tener un contenido social. He conversado con personas que me han dicho «pero no te cansai de tener que llevar esta bandera o de tener que escribir sobre estas cosas», y es como, loco, yo como disidencia todos los días, veo la tele y soy disidente. Está super dentro de mi matriz. Entonces esa es la intención, que de fuerza, que de aliento, que acompañe, y que puedas ir en la calle y te ayude.
—La guitarra definió a la canción protesta en la época de la nueva canción chilena, mientras que hoy, bien podrían ser los sintetizadores, con Álex Anwandter y Camila Moreno entre sus exponentes.
—Sí, yo creo que es algo que nosotros como la disidencia usamos, porque yo siento que de verdad es algo que nos da fuerza y valor. De hecho, hice un cover para Solo Artistas Chilenos para el aniversario de Corazones. Y yo estaba pero perrísima cuando me llegó la canción de Noche en la ciudad, porque hueón, es una canción de protesta, y también es súper mega bailable. Y de Jorge González, y de ese disco en particular, he aprendido mucho. Igual, no todo siempre va a ser música bailable; lo que estoy creando ahora igual va a ser bastante dinámico en intensidad. Creo que Estereotipo era una canción para eso, para bailar como quieras, para soltarse. Porque del estereotipo muchas veces te saca la música y el baile, porque tu cuerpo tiene una forma de moverse que representa todo lo que está dentro de ti.
«Estoy colaborando con otros artistas LGBT+ porque digo, chucha, nadie me va a dar la mano a mí, entonces vamos dándonos las manos. Siento que en algún momento ese círculo se va a juntar»
—El video de Estereotipo fue realizado por integrantes de su familia, asumo que fue algo muy especial.
—Fue muy hermoso. Yo necesitaba hacer un video para esto, porque no me imaginaba que Estereotipo saliera sin video. Me vine a La Serena por razones familiares, económicas, de clases… un montón de hueás. Y acá lo que tenía era mi celular pero no tenía estabilizador, y dije, ya filo, con las hueas que tengo tendré que ser lo suficientemente artista para inventar algo que sea interesante. Y mis hermanos como: «Obvio que nos vas a usar». Así que mi hermano de 13 años grabó todo el video. Yo soy el hermano mayor de tres hermanos. En algún tiempo fui la hermana mayor de este pack de hermanos, ahora soy el hermano mayor. Está el hermano de al medio, el Felipe, que es como mi mellizo, porque tenemos una edad muy parecida; y mi hermano chico, que es el Joaquín, que ha visto el proceso con unos ojos muy grandes y abiertos a todo.
—En el video hay futbolistas, juegos, espejos y maletas. ¿Tiene algo que ver con ellos?
—El video habla del mundo que le queremos dejar a él. Entre el hermano cis, y el hermano trans. Con Joaquín siempre queríamos jugar con los mismos juguetes. Yo quería hacer un montón de huéas que están estereotipadas como masculinas, y en cierta forma al crecer, eso nos fue desligando. El video habla de todos los estereotipos que como chiques tuvimos que disolver entre los dos para empatizar el uno con el otro. Yo empatizo con tu historia como cis, y yo empatizo con tu historia como trans. En el video nos ponemos las mismas ropas, y de cierta forma como que vamos girando en torno a los personajes. El video lo editó Mitzi Ubilla, que es quien hace todos mis videitos.
—A menudo comparte poemas de su autoría en sus redes sociales. ¿Ha pensado en compilar y lanzar este material en algún formato?
—Sí. No sé si debería decir esto, pero estoy pensando en compilar varios de mis trabajos y poemas, y lanzarlos en un formato digital. No sé si voy a hacer un blog, o voy a hacer una página fija, o un material digital que se pueda enviar. Pero lo voy a hacer. Y aparte, estoy muy motivado escribiendo hace un tiempo, una especie de biografía, que le falta un poco. Estoy esperando a que pasen ciertas cosas en mi vida, que creo que van a pasar, como la mastectomía, que es la operación de pecho. Y creo que ese será un cierre de una especie de historia que estoy creando acá, que habla de mí mismo. Y fue por una necesidad de dejar un testimonio, pero sí, estoy pensando en eso. También estoy trabajando en un nuevo EP, pero aparte, estoy trabajando en unas colaboraciones con otros artistas LGBT. Son tres, no puedo decir sus nombres todavía, pero ya están, y sé que le irá super bien. Solo quiero estar zen esperando eso. Yo creo que el poemario es lo más rápido que va a suceder. Estoy esperando también a que pase el plebiscito, que creo que es una hueá que le tenemos que dar atención, y estoy esperando este tiempo de aquí a octubre para trabajar y componer todo lo que tenga que componer, ese es mi plazo
—Dinosauria ha tenido varias modificaciones a lo largo del tiempo en cuanto a su estructura. ¿Cómo se ha vinculado la banda con los procesos personales que ha vivido en los últimos años?
—Dinosauria ha pasado por hartas transformaciones; por hartas transiciones, igual que yo. Ha sido un proyecto en el que todos hemos tomado decisiones, hasta que la decisión final fue esta, que yo avance solo, y eso fue cuatico, porque a mí siempre me gustó liderar una banda. Siempre dije que yo no quería ser solista, me carga eso de estar solo. Y ahora me di cuenta de que no por ser solista voy a estar solo. Lo que también tiene que ver con un crecimiento personal, en pensar en que a lo mejor no soy suficientemente bueno produciendo, trabajando. Y ahora parece que todo eso venía de mi no transición, de sentirme posicionado así, como invalidado. Entonces ahora ha sido bacán, como que hay toda una nueva motivación y confianza y amor propio que se va notando en las creaciones. Y sí, Dinosaura es un proyecto que ha transicionado, y yo creo que va a seguir transicionando, así es la vida.
Música, arte y activismo
En diciembre de 2019 entró en vigencia la anhelada Ley de Identidad de Género en Chile, y Noah fue en una de las primeras personas en solicitar el cambio de nombre y sexo registral en el Registro Civil. El día que solicitó la hora, saludó al entonces ministro de Justicia tapándose un ojo, en protesta por las mutilaciones oculares. Dos meses más tarde, Noah recibiría su cédula identidad intacta, solo con la fotografía cambiada; el nombre y el sexo seguían iguales.
Pese a que reconoce que el episodio fue doloroso y «muy terrible», el artista cuenta que desde ese momento el activismo comenzó a tomar más protagonismo en su vida. Dio entrevistas a varios medios de comunicación del país, e inclusive, lo saludaban en la calle quienes le reconocían. Hoy lucha para que las personas trans y no binaries tengan igualdad de oportunidades en la música y en todos los espacios.
—Pese a que hay un número cada vez mayor de artistas LGBT+ en la industria, les artistas transgénero y no binaries no tienen una gran representación como sí la tienen artistas lesbianas y homosexuales. ¿Existe invisibilización en la industria?
—Voy a ser super franco, yo creo que hay una invisibilización brígida de los artistas trans masculinos en la música. Siento que somos los menos aceptados por el patriarcado. Porque claro, un cabro sin pene ya es una hueá cuática para el patriarcado. Y siento que no es que no seamos suficientes, que no tengamos buen material o buena música, no es que no trabajemos profesionalmente, pero no estamos. Y eso es un factor sospechoso. El otro día veía una encuesta que decía como «el 28% de los productores nacionales son mujeres». Hueón, ¿y los productores trans? Hay caleta. Yo conozco muchos, y no aparecen en una encuesta. Se nos lleva a un espacio de underground al toque. «Dinosauria trans», «under indie», ¡pum! Al toque es como una imagen tipo performance, y está bien, está la raja. Pero no por eso significa que todes estemos estereotipados ahí, ¿cachái? Entonces, yo siento que se habla mucho de abrir espacios, pero no toman la responsabilidad de abrirlos. Es como que la responsabilidad la tengo yo. Siempre es una hueá castigadora. Todas las cosas que he logrado hasta el momento, las he conseguido yo. Entonces, y siendo súper honesto, a veces cansa. Y veo las diferencias con mis pares en cómo funcionan las cosas, en cuánto te pagan incluso. Y también en los tratos. Yo vengo de una realidad en la que venía siendo una mujer lesbiana camiona en la escena, y ya era duro. Ahora soy un chico trans en la escena, y también es bastante complejo. Es como incierto, porque si tú piensas en referentes cantantes trans masculinos, hay súper pocos y no son conocidos. Tienes que buscar casi en la deep web.
—Los medios de comunicación también tienen un grado de responsabilidad, pues a menudo los titulares suelen ser “el artista trans”, “el cine femenino” o “el cantante LGBT”… siempre debe haber alguna etiqueta.
—Siempre es tanto tanto y disidencias. Siempre somos un apellido. Hace poco me uní a una organización que se llama «Amik», que es una organización de artistas queer y trans que está tomando harto vuelo, y que espero que sirva de alguna manera para poder posicionarnos y agruparnos para resistir con esas cosas. Pero encuentro que es una falta de conciencia real de los medios de comunicación de decir «nosotros no tenemos ningún problema con la gente trans», pero que no haya apañe real, o una preocupación de dar la mano. Porque yo me siento super privilegiado en cuanto a recursos, y eso que no tengo mucho, pero la mayoría de las personas trans viven en una situación super precaria de clase por ser trans. Y hacer la música sale caro, sale caro producirla. Siento que no hay una conciencia real de lo que cuesta. Y empieza el «pero si están todos igual, tú no eres diferente», pero eso no es real, porque hay muchos otros factores sociales que afectan. A lo mejor yo estoy mejor posicionado como artista trans, pero no puedo ir mucho más allá, porque estoy como un poco solo. No puedo hacer que todos mis compañeros vengan conmigo todavía, porque no soy el Fondart, ¿cachái? Ahora estoy colaborando con otros artistas LGBT por lo mismo, porque digo, chucha, nadie me va a dar la mano a mí, entonces vamos dándonos las manos, y siento que en algún momento ese círculo se va a juntar, así que supongo que estamos todos en lo mismo.
«Hice lo que todos mis compañeres harían. No le iba a dar la mano en nombre de mi compañero mutilado. Y creo que lo que hice fue un saludo, pero el saludo que él se merecía»
—La entrega de su carné de identidad en el Registro Civil en febrero pasado fue muy mediático. A casi 9 meses, ¿cómo recuerda el episodio?
—Sí po, mi Instagram explotó. Cuando pasó lo de Hernán Larraín, por esas cosas del destino, me quedé afuera de la casa, y el celular quedó adentro y se apagó. Así que estuve hasta el otro día sin saber de nada. Fui a la casa de mi mejor amigo, me senté y dije hueón ha sido un día de mierda, acabo de chantarle esta hueá a Hernán Larraín, así que tomémonos unos mate, fumémonos unos pitos, y dejé mi celular en la casa porque no quería ver lo que iban a decir. Yo no sabía el volumen de la hueá.
—¿Imaginó la repercusión mediática que tendría ese saludo? ¿O fue algo que se originó de manera espontánea?
—Es que no le podía dar la mano. Yo creo que era, a ver, dónde dejo la mano. Con lo que estaba aconteciendo a nivel país, y Hernán Larraín… siempre he luchado contra esa huea de que la política es una mierda. Todo es política, necesitamos esa hueá para poder salvarnos. Y me puse la mano en el ojo, y hubo silencio como de cámara anecoica, no había ningún sonido más que [imita el sonido de las cámaras]. Nunca había escuchado tantos flash, me sentí en una película. Hice lo que creo que todos mis compañeres harían. No le iba a dar la mano en nombre de mi compañero mutilado, porque yo sé cuál es mi lugar en la sociedad. Y creo que lo que hice fue un saludo, pero el saludo que se merecía. No el saludo que él quería. Fue súper mediático. Recibí muchas entrevistas. Y de cierta forma, también entró esto a mi vida como de activista. Yo le digo «artivista», porque la verdad intento visibilizarlo a través de mi trabajo y oficio que es la música. De repente es una lata, porque subo una publicación política y tengo así como muchos likes, y de repente subo algo como de música y no son tantos. Y es como ¡hueón, rayos! Este es mi trabajo, esto es lo que me gusta a mí. Pero igual es bacán, porque siento que hay una relación super directa con los fans, como con la gente que se alimenta de tu trabajo, que es súper hermosa y motivadora, a pesar de lo precario que puede ser. Es bonito.
—¿Tuvo este saludo algún tipo de repercusión en su vida?
—Sí, sentí miedo, sentí todo este terror político chileno, como «conchetumadre, me van a pinchar el celular, van a buscar mi casa, va a explotar el gas de mi cocina y voy a morir», hueás así. Y sobre todo, porque te juro, la mirada del hueón, fue como, «lo vas a pagar caro». Y eran como unos ojos celestes blanquizcos, sin alma. Yo llegué a soñar con eso. Yo soy super espiritual escorpión, entonces como que igual me llevo esas cosas a la almohada. Y más encima después la resolución de todo esto fue que me entregaron mal el carné po. Onda, no me la llevé pelá. Fui el primero en sacar el carné, y fui el último en recibirlo de la tanda. Y cuando me lo entregaron, me lo entregaron mal. No cambiaron mi sexo ni mi nombre, solo la foto. Fue terrible, eso sí que fue muy penca. Lloré mucho y también fue super humillante, y el guardia también se rio de mí. Estaba solo más encima, porque dije ya filo, si ahora voy a buscar la hueá nomás. Fue muy terrible. Y las repercusiones, bueno, después iba a las marchas y la gente me decía como «cacha, el loco trans que se puso la mano en el ojo», y se me acercaron hasta mamás de personas trans, mucha gente empezó a llegar a mi Instagram a hacer preguntas sobre la transición. Tuve que también indagar, porque de alguna forma yo no lo sabía todo. Y también como enfrentarme a una exposición que nunca había tenido, a pesar de que estuve en la tele cuando chico.
—¿En serio? ¿Dónde?
—No quiero decir dónde específicamente, pero estuve en un programa de talentos, y llegué hasta como las semifinales, y tuve que viajar a Santiago cuando tenía como 16 años, y casi me echo un año de colegio por eso. [Hace una pausa] Ya bueno, fue en TVN, en Factor X. Es un capítulo que no me gusta mucho de mi vida, lo pasé mal. Además, estaba el productor que se llevaron preso por pedófilo. Una vez me dio un portazo en la cara porque yo quería volver a Antofa, no quería seguir participando. Como oiga, sabe qué, gracias por elegirme, pero esto no es lo mío. Aparte que me hacían ponerme ropa que no me gustaba, súper estereotipada. Tenías exigencias de vestuario para las grabaciones. Fui a la casa de Karen Doggenweiler, y te maquillaban y toda la huea. Y me obligaban a cantar cosas que no me gustaban, y es cuático porque hace poco vi uno de los videos, y me choca mucho la imagen. Es muy fuerte para mí, también por el hecho de ser trans.
—¿Cree que el error del carné fue intencional?
—Sí, apruebo. Todo el rato. Yo vi como se hace el trámite, vi como inscribieron el nombre en la plataforma y toda la hueá. Entonces, es como inaudito. Me considero un chico super inteligente, promedio 7,0, y no cabe dentro de mi programación que eso haya sido un error o una casualidad. A mí no me parece que haya sido un error. En Chile hay muchas cosas así que se han tildado de error.
—Ese mismo día el Registro Civil anunció que iniciaría un sumario administrativo para encontrar a los responsables del error. ¿Sabe si ese sumario se llevó a cabo?
—Ese sumario nunca se hizo. Y me explicaron en varios lugares y asesorías que iba a ser un desgaste para mí interponer una demanda o algo. Así que no lo hice, a veces me arrepiento de no haber hecho algo. Pero la verdad es que en ese momento estaba muy shockeado y solo, y llevando un proceso super complejo como es la transición. La transición no es solo que te salgan pelos en la cara, la transición significa plata, citas médicas, significa cuidados especiales. Significa regular toda tu vida, porque varias cosas van pasando. Te puedes sentir mal, como que te llega la menopausia. Sientes un fuego en tu interior, te mareas. Entonces no me dio. Además, llevando una carrera musical en el underground implícito de la transexualidad, y teniendo que sostener mi casa también, intentando trabajar en este contexto, vendiendo pancito. Era muy complejo.
Pensando el futuro
Ad portas de un plebiscito nacional, y un más que probable proceso constituyente, Noah Blanco se declara como partidarie del «Apruebo». Sus proyectos se encuentran en pausa a la espera del resultado, pues dice que este momento histórico debe tener la atención que necesita. Mientras, se ha dedicado a escribir canciones, y a redescubrir su alter ego artístico.
—El próximo mes será el plebiscito por la nueva constitución. ¿Qué significa para usted este proceso constituyente? ¿Le genera algún tipo de esperanza?
—Sí, pero no creo que lo vaya a solucionar todo de una patada. Yo creo que vamos a seguir pataleando después de esto. Ahora, es como que hay una bóveda de banco ante nosotros. Con el Apruebo podríamos al menos llegar a dialogar con estas cosas, con gente que no tenga diferencias morales y de religión incluso. Entonces me parece que el plebiscito es una esperanza de un cambio que tiene que ser diverso, y que tiene que dar la posibilidad de hablar, de darle la palabra a las disidencias, a las personas trans. Confío mucho en todo el trabajo que está llevando la Emilia Schneider, la presidenta de la Fech. Espero escuchar palabras de la boca de una persona trans, no que sigan hablando por nosotres. Me pasa lo mismo cuando los medios hablan de la inclusión de las personas trans, pero no tienen a ninguna persona trans trabajando en sus filas, es como, ¿con cuántas personas trans trabajas? Siento que es una oportunidad de poder sentarse a hablar, y pedir que las cosas cambien con personas que estén más abiertas a escucharnos, porque nos van a tener que escuchar en algún momento.
—¿Cree que les artistes debieran tener una postura clara?
—Sí, creo que no es momento de ser tibios. Sobre todo cuando quieres tener una posición de comunicador, que sí o sí significa tener una palestra que llega a más personas. Si te sitúas hoy en Chile, creo que es responsabilidad social que lo que salga de tu boca sea constructivo para el país en que el que queremos vivir todes. Y encuentro que por lo mismo te decía, voy a esperar a que pase el plebiscito para poder lanzar material comunicacional que hable sobre mí. Como que ahora siento que es momento de hablar de todo, de todes. Y también se pueden crear muchas hueás artísticas conforme a eso, a un todos.
—¿Cómo se vienen los próximos meses para Dinosauria?
—Ahora se viene una compilación de temas, que creo que va a salir después del plebiscito, y se vienen tres colaboraciones con artistas LGBT+, que son como seis canciones. Así que de aquí al Plebiscito yo me voy a guardar para trabajar. Estoy intentando encontrar formas artísticas de generar contenido para redes sociales también. Porque veo a artistas y a amigues que lo están pasando un poquito como el hoyo, como intentando sonreír un poquito todo el tiempo ante la cámara, y yo no quiero vivir la vida así. Así que es un momento creativo, es un momento que obviamente tiene un objetivo, que no es crear para pasarlo bien todo el rato. Y también, yo creo que lo más novedoso de eso, es que va a ser mucha música diferente de lo que ya veníamos escuchando de Dinosauria. Estoy entrando a un proceso más expansivo mentalmente. Antes de la pandemia, como que no tenía tiempo para cachar que llevo 1 año en testosterona, que me ha cambiado el cuerpo, que cambió mi voz… mucha gente, de hecho, me dijo que no iba a poder seguir cantando, porque yo cantaba como un pito, cantaba mucho más alto de lo que canto ahora. Estoy aprendiendo a que mi voz tiene una resonancia diferente, y que es bastante gruesa, y que a veces canto como un gran hombre. Entonces, Fuego y Estereotipo son canciones que salieron cuando todo eso estaba pasando, con mucha energía. Y ahora soy como «ya, esto soy yo». Hay muchas presiones sobre como deberían hacerse las cosas hoy, y creo que todas están bien pero no todas nos calzan a todes. Así que es un proceso de redescubrimiento.
Revisa la agenda virtual de septiembre elaborada
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