Fotografía por Pepo Fernández.
Trinidad Riveros pisará el próximo 20 de agosto el escenario del Teatro Caupolicán, siendo su concierto solista más grande a la fecha. En entrevista con SACH, habla sobre este hito en su carrera y la relevancia de su álbum debut “Besitos, cuídate”. “Para mí fue validarme como compositora (…) Hay muchas canciones que escribí sola, entonces es bacán validarme a mí misma como alguien que puede trabajar sola”, afirma.
El 2021 fue el año en que Trinidad Riveros o, mejor dicho, Princesa Alba, estableció una declaración de principios respecto a cómo suena su pop, cómo se ve y a sobre qué nos habla. Con “Besitos, cuídate”, su primer larga duración, la compositora de 25 años demostró que nunca se trató solo de trap o tendencias urbanas, pues su universo sonoro resultó dar forma a una de las propuestas artísticas más interesantes y con más carácter de la escena nacional y, ¿por qué no? de Latinoamérica.
“Es mi primer disco. La primera vez que me propongo hacer un relato completo a través de mi música. Estoy súper orgullosa de lo que pasó, de lo que logré poner en melodías, oraciones y frases. Me pasa mucho que de repente escucho el disco de nuevo y es como ‘wow, I did that (yo lo hice)’”, asegura la cantante.
Ese orgullo personal no viene de cualquier parte, ya que, pese a haber cosechado un temprano éxito, el camino no fue fácil. Ya sea por nefastos preceptos culturales que subestimaron su capacidad creativa, o netamente por haberse atrevido a plantear desde un principio un sello llamativamente personal, lo cierto es que Riveros tuvo que remar cuesta arriba para que su trabajo hablase más fuerte que el hate de internet.
“Para mí fue validarme como compositora, validarme a mi misma, porque siempre me decían, o no sé si siempre, pero como que mi composición estuvo mermada a veces porque me decían, ‘no, esta canción la escribió también con alguien’, pero hay muchas canciones del disco que escribí sola, entonces es bacán validarme a mí misma como alguien que puede trabajar sola”, sentenció.
Sin embargo, la artista aclaró que le “encanta trabajar con mucha gente”, asegurando que está “haciendo mucha música” con otros artistas, pero que “en esta oportunidad quería encontrarme a mí misma como productora y como compositora”.
“Hay mucha premeditación en todo lo que hago. Me gusta mucho que esté todo conectado. Yo creo que en particular, el por qué mi proyecto tiene un sello tan característico visualmente y sonoramente, es finalmente porque yo estoy muy metida y yo soy una persona a la que le gustan todas las áreas de la música”, explica Princesa Alba.
Esto último responde a una vocación de mucho trabajo autogestionado, logrando configurar toda una propuesta conceptual y artística sobre lo que es el pop de Trinidad Riveros: “Crear un universo estético y sonoro no se me hace tan difícil porque ya lo tengo super acá dentro y también sé como derramarlo. Sé cómo traspasarlo a una imagen, tengo las herramientas. Sé ocupar Ableton, Photoshop, Premier, todo entonces es como super fácil decantar todas estas cosas”.
“Puedo sacar las cosas que me gustan y meterlas en una licuadora y sale esto. Todos los videoclips, toda la parte gráfica, toda la música, tienen finalmente mi curatoría, que también es super real. Es lo que yo vivo y lo que yo siento, lo que amo”, asegura ad portas de ver el fruto de su constancia, en lo que será su primer Teatro Caupolicán, un evento que para muchos artistas nacionales ha significado una suerte de consagración popular.
“Para mí es como un hito, para poder mostrarle la música a mis fans. Es la primera instancia que tengo así de grande. No he mostrado el disco a cabalidad en un en vivo, nunca lo he tocado entero y ahora voy a tener la oportunidad de eso, también voy a tener la oportunidad de cantar mis canciones antiguas, las primeras”, asegura la artista.
En esa línea, “Trini” reconoce que “para mí es algo súper grande porque yo iba siempre al Caupolicán a ver a mis artistas favoritos y ahora me toca a mí. Entonces, es un espacio que para mí es un escalón necesario, un hito necesario para seguir escalando, quizá llegando a más festivales. Tenía muchas ganas de hacer este Caupolicán y voy a tener artistas invitados, muchos vestuarios, mucha propuesta sonora nueva y de escenografía”.
Cantante, compositora y productora musical
Pese a haberse validado a sí misma como una artista con el potencial necesario para llevar su propio proyecto a los grandes escenarios, es importante tener en cuenta que, como cualquier otro arte o disciplina, la música es un trabajo colectivo, que funciona mucho mejor cuando se construye en equipo.
El concepto original de “Besitos, cuídate”, imaginado por Princesa Alba, logró cautivar el interés profesional de cuatro reconocidos y galardonados productores que han estado definiendo el sonido de la música en español durante los últimos años: Pablo Stipicic, Nico Cotton, Facuno Yalve (Evlay) y Cristián Quirante (Alizz).
“Obviamente los productores con los que trabajé son personas que admiro muchísimo. Son personas que yo elegí porque me gusta el sonido que tienen, su trabajo, su discografía, los sonidos que ocupan, el universo que manejan y al momento de trabajar con ellos es súper bonito el proceso porque estamos en el estudio y muestro todo lo que quiero, muestro mis demos, muestro mis cosas y ahí vamos enriqueciendo entre los dos, o hay veces que trabajamos tres y vamos armando la canción y vamos creando este esqueleto, pero es súper en conjunto”, detalla al respecto Trinidad.
Las audiencias siempre atenderán lo que es el resultado final de un álbum o canción, pero es bueno recordar que hay muchas horas de trabajo, desarrollo y profesionalismo que se invierten en la creación de la música. Sobre esto, la productora agrega que “como es gente que admiro también, yo voy aprendiendo mucho de ellos y ellos también aprenden mucho de mí, entonces es súper bonito, pero yo me quedo sobre todo con que yo aprendo de ellos, distintas maneras de producir, de componer, de crear coros, de crear estrofas, de crear puentes y es muy entretenido”.
Pero para Riveros el proceso de producción implica un grado particular de confianza, que se podría comparar hasta como una suerte de terapia creativa: “con Pablo Stipicic, me pasa que es un amigo también, entonces, obviamente sí, es como una terapia porque vamos al estudio y de repente hay veces que yo estoy llorando y componemos o me pongo a escribir, o no sé, a veces estoy demasiado feliz, vamos a comer y nos tomamos algo y llegamos al estudio más prendidos. Es súper bonito ese proceso, súper íntimo”.
“Yo creo que como que tiene que lidiar con estas emociones, sobre todo porque los artistas con los que trabaja escriben también de manera autobiográfica, es cuático, como escuchar weás, trabajar en canciones que quizá son súper densas, que son súper tristes, pero es bacán”, confiesa la intérprete de “Convéncete”.
Por otro lado, un detalle clave es el hecho de que a Princesa Alba se le reconoce principalmente como cantante y compositora de su música, pero poco es lo que se habla de ella como productora musical, de su capacidad de tomar decisiones artísticas, técnicas y musicales, un hecho que no solamente le afecta a ella, sino que a la mayoría de mujeres trabajadoras de la música.
“Sabemos que es súper desigual la cuota de participación en todos los sentidos de la música, pero sobre todo en el tema de productoras mujeres, hay muy pocas. Yo cacho por ejemplo a la Natisú, que la encuentro sequísima. Pero también me pasa que se invisibiliza mucho el trabajo de nosotras artistas, mujeres, que componemos, que también hacemos mucha producción, o sea, yo hago la producción de voces, yo creo también estructuras, perfectamente se hacer todas esas cosas y se invisibiliza muchísimo”, reflexiona.
Bajo esa premisa, Princesa Alba destaca que “es una pega peluda, que obviamente necesita más apoyo del Estado, necesita más apoyo desde el Ministerio de Cultura, quizá más programas para que mujeres productoras tengan más facilidades, porque sí, es un mundo que está dominado por hombres y sobre todo en producción musical, Para mi sería super ameno y super enriquecedor poder trabajar mujeres también, con productoras, porque es otra vereda, otro approach”.
Tan fan como tú
Muchos y muchas artistas comienzan a descubrir sus inquietudes cuando son cautivados por otras y otros que tienen más experiencia. Así como Jorge González quedó obsesionado con el punk rock de The Clash o el sonido vanguardista del New Wave, antes de decantar su rabia y buen gusto en discos que hoy son de culto, Trinidad también tiene a sus favoritos.
“Yo soy muy fan de Diego Lorenzini, desde muy chica. Como desde segundo medio que lo iba a ver a sus tocatas cuando él todavía no era Diego Lorenzini, él tocaba en Varios Artistas. Me acuerdo que lo iba a ver a todas sus tocatas, a todos sus Tiendas Nacionales que hacía y siempre nos cachamos desde ahí, porque el cachaba que era una fan, y era una fan rara porque estaba en todas las weás y él como ‘mmm, creepy’ (…) A mí siempre me ha encantado, para mí es de los mejores compositores de Chile, me encanta la manera en que narra historias, me encanta las imágenes que logra”, reconoce la autora de “Ya no quieres quererme”.
Aunque a diferencia de muchos otros, Princesa Alba es de los pocos casos que ha logrado ser reconocida por su “match” musical, pudiendo incluso invitarlo a colaborar en la composición de una canción, que terminó siendo registrada como el séptimo track de su álbum debut, “Lo Siento”.
“Él cachó que saqué mis canciones y fue como ‘wow, Trini qué orgullo‘. Le propuse esto de componer esta canción juntos, le mostré el demo, fuimos trabajando juntos por Zoom porque él estaba en España. Fue un proceso súper bacán porque ya nos conocíamos entonces fue súper simple y yo aprendí también mucho de él. Yo había participado en sus clases que había hecho él de composición online. Siempre es bacán trabajar con un colega, además, tan importante para mí como Diego, que me encanta su discografía entera”, detalla.
Asimismo, la “Trini” cuenta con una larga lista de artistas que la inspiran, sobre todo mujeres, como es el caso de Julieta Venegas: “ella no me cacha, pero yo soy demasiado fan de ella. Yo crecí con Julieta y creo que hay mucho de Julieta en mis canciones también, se nota harto el bagaje que me dejó, tanto melodías como letras”.
“Me encantaría trabajar con ella”, confiesa, develando además que le gusta “mucho Nicole, a Javiera Parra, la Fran Valenzuela, y sobre todo la (Javiera) Mena, para mí es como que, se nota mucho las referencias que tengo de ella, soy demasiado fan. Me encantaría poder colaborar con ellas porque las admiro muchísimo”.