Con canciones clásicas, invitados, coreografías y momentos íntimos, el dúo pop supo conectar con su público en la mítica discoteque santiaguina.
Milton Mahan con su abrigo de piel, Mariana Montenegro con una chaqueta de cuero que le llegaba a los talones. Así fue como uno de los dúos más importantes para el pop chileno cruzó desde los camarines hasta el escenario, un umbral que separaba la zona de descanso del griterío de los fans. Un umbral que funciona perfecto para separar el pasado del presente.
Y funcionó casi como un desquite. Muchas de las personas que no pudieron ir al Teatro Coliseo, en el regreso oficial de Dënver, se unieron a la pista de baile de la Blondie, icónica discoteque que acogió los dos shows de despedida de la banda en 2018, para ser parte de la fiesta que los mismos Milton y Mariana habían prometido, y que cumplieron con creces.
Antes de eso, la banda santiaguina Oye, Elizabeth fue la encargada de liderar el precalentamiento de lo que sería una movida y emotiva noche. La agrupación entregó una puesta en escena sólida y pulcra, y la gente escuchó atentamente. Se nota que es un grupo que se preocupa por su puesta en escena y también por una buena ejecución.
El concierto de Dënver inició con un primer bloque cargado de nostalgia. Uno de los puntos más altos se dio cuando sonó Lo Que Quieras, uno de los primeros éxitos de la banda que tuvo alta rotación en las radios, sobre todo en la época dorada de Radio Uno.
La pantalla se llenó de imágenes de explosiones nucleares acompañadas de la letra de la canción. Y es que el final de ‘Lo Que Quieras’ tiene una épica que nunca decepciona y que en vivo se hace mucho más grandioso.
Tras esa introducción en que sonaron canciones del disco Fuera De Campo (2013), que fue relanzado en vinilo en 2023, como Torneo Local y Profundidad de Campo, además de la popera ‘Olas Gigantes’, vino el turno de la primera invitada de la noche: la artista argentina Anyi.
Una imagen de una joven Diane Keaton en la pantalla gigante acompañó esta nueva versión de la canción, que fue interpretada con tintes de samba y bossa nova. La textura y el tono cálido de la voz de Anyi calzó a la perfección en la puesta en escena de ‘Diane Keaton’. Además, las pausas instrumentales sirvieron para presentar al resto de la banda: Tebi, Nico y Pablo.
Luego vino el baile. La Blondie se cargó al rojo, rosado y negro para dar paso a los acordes de las canciones más icónicas del disco Sangre Cita (2015), como Vampiros y Mai Lov, esta última acompañada por una coreografía de Mariana al más puro estilo del videojuego Just Dance.
El segundo invitado de la noche fue Pau, que se sumó a la sorpresa que la banda le tenía a su público y cantó con ellos Con Suavidad de Los Prisioneros. La canción calzaba perfectamente con el registro vocal de Pau, quien se desenvolvió con seguridad y con un gran desplante por el escenario, algo muy característico de él.
Ese momento fue la antesala para otro de los momentos altos de la noche: la canción Revista de Gimnasia. Apenas sonaron los acordes la Blondie se llenó de energía y la gente empezó a bailar. En medio del tema también hubo tiempo para lanzar confeti.
La banda salió del escenario y el público quería más. Así fue como Mariana y Milton le regalaron a los fanáticos un momento íntimo: tocaron Los Bikers con guitarra acústica. Para terminar sonaron las clásica Miedo a Toparme Contigo y una potente versión de Los Adolescentes, dos canciones que son infaltables en el amplio catálogo del dúo.
Desde antes del show que la banda había prometido uno de los set más fiesteros que han tocado, y no se equivocaron. Dënver supo equilibrar un concierto cargado de una nostalgia y emoción inherentes, debido a la posición que tiene la banda dentro de un período de la música chilena, y también de grandes momentos de fiesta y energía.
Definitivamente Dënver posee una frescura que ha destacado en este regreso, algo que no muchas veces se ve en Chile. Ahora tienen el desafío de México por delante, país en el que se embarcarán en una gira por CDMX, Guadalajara, Monterrey y Puebla.
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