Foto por David Anabalon
La gran ciudad de Concepción, conocida por su vibrante escena musical, sumó un nuevo capítulo a su legado sonoro con el lanzamiento del debut del proyecto artístico liderado por el joven compositor Esteban Nualart.
Con una fusión de rock, dream pop, ambient y electrónica, DPSE (Debería Poder Ser Escrito) promete posicionarse como una de las propuestas más frescas y contemporáneas del sur de Chile.
Tras los singles QQQ!, SUBE y Luces de la ciudad, el LP Magnética (2024), ofrece ocho temas que exploran texturas sonoras envolventes. A través de capas de loops, samplers y sintetizadores, el álbum crea paisajes sonoros inmersivos, donde lo bailable y lo introspectivo conviven en perfecta armonía.
El disco destaca no solo por su riqueza instrumental, sino también por la presencia de colaboraciones vocales de alto calibre. Las artistas Javiera Electra y Antipatriarka aportan un toque distintivo que enriquece la propuesta artística.
Bajo la co-producción de Nualart y Tely Carrasco, el álbum captura un pop contemporáneo misceláneo que evoca emociones profundas y reflexiones personales.
La autoexploración en melodías
En palabras de Esteban Nualart, el trabajo discográfico aborda el conflicto interno de la autoimagen y los deseos autoimpuestos.
Según el músico, este «campo de emociones» refleja la búsqueda de identidad, una urgencia que muchas veces resulta ser solo un espejismo. Este concepto se traduce en canciones que, más allá de su sofisticación sonora, conectan profundamente con el oyente.
Nualart no es ajeno al público penquista. Con una trayectoria que incluye ser guitarrista de la banda FrioLento y haber recorrido los principales escenarios de Concepción, su proyecto DPSE ha logrado destacarse rápidamente. Su participación como telonero de El Cuarteto de Nos frente a 3 mil personas en Sur Activo consolidó su presencia en la escena local.
Además, sus EP previos, Canciones para no estar (2022) y Domingos de ambient (2024), reflejan la evolución de su estilo; desde lo introspectivo hacia lo expansivo y experimental, abriendo paso a la madurez artística que exhibe en Magnética.
Con esta producción, DPSE redefinió los límites del pop contemporáneo, aportando una propuesta elegante, cautivadora y regional, que promete resonar más allá de las fronteras locales. Este álbum es mucho más que música; es una invitación a explorar el universo magnético de la autoidentidad, en una experiencia sonora que no dejará indiferente a nadie.