Reseña por Francisca Sanhueza / Fotos por Gus Canales
Sin duda el currículum de We are the grand es prometedor y abundante, giras nacionales e internacionales, festivales de renombre y teloneos a grandes artistas de la música desde The Killers, Aerosmith hasta Lucybell y Francisca Valenzuela, y es que estos cuatro chicos han demostrado que tienen todo lo que se necesita para ser parte de la historia de nuestra música.
Luego de varios años de carrera han logrado consolidarse en una escena independiente difícil, pero esperanzadora y que ha traído de vuelta a Chile una gran cantidad de música con proyección profesional. Por eso no es sorprendente el avance de una banda cuando se mira hacía atrás y se ve la gran cantidad de trabajo y esfuerzo. Ese es el caso de We are the grand quienes llevan varios años sin descanso y que luego de lanzar su primer disco en español “Volver” (2016) han consolidado un sonido y una propuesta única en la escena chilena.
The Grand Show
El pasado viernes los santiaguinos tenían preparado el show más importante de su carrera, una especie de celebración y cierre de su comentado último disco. Un show de larga duración para las casi mil personas que acudieron al recinto del Parque Ohiggins.
El show comenzaba temprano con dos invitados estelares, desde Colombia venían los chicos de Telebit quienes han estado viajando y posicionándose dentro de la escena indie lationamericana y Camilo Séptimo desde México, quienes mostraron un show muy atractivo visualmente con unos leds que se movían al ritmo de la música y con un estilo electrónico bailable que logró capturar la atención de todos los que nos encontrábamos en el lugar.
El público logró llenar gran parte de la cúpula y a eso de las 22 horas comenzó a sonar la batería y las guitarras de “Manimal” track del primer LP de WATG:“Until the morning” (2013) , en donde los chicos recordaron lo que fue su primer sonido, con letras completamente en inglés y con guitarras rítmicas y juguetonas. Un sonido impecable siguió “Cold Breeze”, siempre destacando la guitarra y la solidez de la base rítmica. Continuó con “Redemption”, otro de los clásicos de su primer LP y que tiene un video memorable con la doble de Madonna que todos deberían ver si no lo han hecho. El público ya estaba arriba, prendido y rendido al setlist, la banda sonaba impecable y las guitarras eran protagonistas.
Fue así como llegó el turno de “Pienso ti”, la primera canción en español de la noche y del disco “Volver”. El disco en español de We are the grand marca un hito importante, a pesar de que sus trabajos anteriores cuentan con un gran sonido y calidad, digno y confundible con cualquier banda extranjera, cuando lanzaron “Volver” encontramos por primera vez un sonido que no existía en nuestra música, logrando una mezcla exquisita y original para los que disfrutamos de las canciones de antes, esas que funcionan por si solas y no necesitan nada más que una buena melodía y letras sinceras. Cualquiera que escuche este disco se dará cuenta que está lleno de singles, todas las canciones dejan algo que hace que las quieras seguir escuchando y en donde se consolida un sonido, una propuesta y una identidad.
El show retomó con “Huellas”, otro temazo y una de las baladas del show, en donde todo se calmó un poco. El show visualmente no tenía una gran escenografía, la banda estaba dispuesta como siempre, la batería en alto y con los chicos vestidos con sus característicos looks, pero con un guión de luces que apoyó y destacó cada una de las canciones. La iluminación parece ser un recurso fundamental para las bandas que quieren seguir avanzando en sus propuestas escénicas y es que marcan la diferencia, un buen juego de luces puede hacer que una canción se sienta y se vea mejor, definitivamente los chicos de WATG lo saben.
La banda cumple con roles bien marcados, Seba Gallardo, vocalista y compositor, se encargó de ser un buen frontman y puente con el público, moviéndose y teniendo un buen feed back con sus fanáticos. La energía de Matías Peralta en la batería, la elegancia y solidez de Juan Aguirre en el bajo sumado al sello de las melodiosas guitarras de Fernando Lamas, logran un show completo y atractivo para cualquier espectador y fanático del en vivo.
Continuamos recordando el “Until this morning” con “Ecstasy”,y “It’s coming again” para luego continuar con el tema que abre el último disco “Fantasmas”. Entonces vino “Save me” y “Endless waiting” para estabilizar una noche que cumplía con todas las expectativas. El show ya estaba calentito y anunciaron el primer cover de la noche “Tenemos la suerte de ser amigos de quienes compusieron esta canción” comentó Gallardo y comenzaron a tocar “Mil caminos” de la banda Lucybell, con quién han generado un importante vínculo desde hace un tiempo compartiendo escenarios tanto en Chile como en México.
Todo continuó con una sección más acústica y con la aparición del sonido del piano con “El mejor final” y la bailable “Se incendió”. Luego de esto hubo un break instrumental y comenzó un pedacito de “Enjoy the silence” de Depeche Mode, desde el público apareció Seba Gallardo y se acercó al escenario durante el desarrollo de la canción.
Lamentablemente no todo podía ser perfecto y a pesar de que el show estaba en su mejor momento los chicos comunicaron que por un problema externo a ellos debían terminar el show con las siguientes dos canciones. Los carabineros estaban haciendo presión y amenazando con una multa de gran valor si no dejaban de tocar. El público se manifestó y gritó a coro “Pagamos el parte”, pero la decisión estaba tomada y WATG tuvo que anunciar con mucha impotencia y pena que cortarían el show. Hubo un gran desconcierto, la banda se mostró muy molesta y afectada con lo que estaba sucediendo, situación que terminaba empañando un trabajo de meses de preparación. El baterista de la banda, Matias Peralta, manifestaba su enojo en el micrófono y se retiró de su puesto bastante ofuscado. Sin más detalles de lo sucedido el show debía continuar y terminar.
En el aire se sentía la pena y melancolía, con el sonido del piano comenzó a sonar “Dos”, último single de la banda y del que podemos escuchar un feat con Francisca Valenzuela en el video clip oficial lanzado hace unas semanas. Toda la cúpula cantaba y lo hacían con tristeza, faltaban canciones por cantar y se anunciaba el final. Última canción, el pelómetro se activó y comenzó “Al despertar” en compañía de sus fanáticos que no pararon de cantar durante todo el show y en esta canción se hicieron notar más que nunca. Faltando poco para las 23.30 hrs. el show se quedaba hasta ahí, sintiendo la ausencia de clásicos como “Soy” o “Faint”. La banda se juntó en el escenario, se abrazaron y agradecieron por una noche que probablemente nunca olvidaran.
We are the grand está haciendo un trabajo sólido, no sólo a nivel de sonido y composición, si no que de puesta en escena y de gestión lo que los ha llevado a convertirse en una de las bandas más atractivas del último tiempo. Hay que agradecer la decisión que tomaron de probar con el español, el hecho de acercar las canciones al mismo idioma que hablamos ha generado una conexión mucho más grande entre el público y la banda, se nota y se siente.
Entre los integrantes de la banda hay complicidad, cada uno aporta un color que termina siendo el sonido de WATG, que ha estas alturas es inconfundible. Luego de este show entran a grabar parte de su nuevo trabajo que nos tendrá a todos expectantes y atentos a lo que se viene bajo el sello Beast Discos. Hace mucho tiempo que no veía un público tan entusiasta y compenetrando con una banda nacional a un nivel masivo, lo que termina claramente por consolidar un trabajo que merece ese cariño y admiración. We are the Grand nos volveremos a encontrar.