Fotografías por Agustín León
Cerca de un año y medio pasó desde que Mon Laferte pisó por última vez el Movistar Arena. Un tiempo suficiente para reencontrarse con su público chileno y un periodo en que la artista nacida en Viña del Mar craneó uno de los álbumes más elogiados en 2023.
Hablamos de Autopoiética, una obra maestra llena de matices que incluso medios internacionales como Pitchfork, Rolling Stone, Billboard y TIME lo posicionaron dentro de los mejores lanzamientos del año pasado.
Un trabajo en que Laferte resignificó su historia de vida y se despojó de la cantautoría nostálgica, pasando por una faceta más experimental que derivó en su salida de una compañía discográfica y volver a tomar la riendas de su propio proyecto. Y se nota.
34 canciones formaron parte del setlist del concierto realizado este 10 de abril en Movistar Arena, el cual se extendió por cerca de tres horas de duración. El show comenzó la proyección del trailer de Mon Laferte, te amo, documental producido por Netflix y co-dirigido por Joanna Reposi y Camila Grandi.
Tenochtitlán, primer single del laureado Autopoiética, abrió los fuegos de una noche cargada de emociones. El público recibió a la artista con globos azules iluminados con la ayuda de las linternas de los celulares, armando una atmósfera única para dar inicio a esta velada.
Le siguieron las canciones Te juro que volveré, Obra de Dios, NO+SAD y Metamorfosis, para luego dar paso a Autopoiética, tema que dio nombre a su última placa.
El recinto se convirtió en una verdadera pasarela, por la cual desfilaron miembros del equipo de la cantante y asistentes que llegaron al evento con sus mejores looks. Myriam Laferte, madre de Mon, fue la invitada estrella de este desfile lleno de glamour y libre de tapujos.
Un concierto de Mon Laferte no podía estar completo sin la presencia de las baladas. Fue así como las canciones Tormento, Aunque te mueras por volver, Antes de ti, Flaco y Quédate esta noche conmovieron al público que coreó apasionadamente cada una de las letras.
Posteriormente, vino un segmento con canciones de su reciente disco fusionada con composiciones anteriores como La Mujer, Por qué me fui a enamorar de ti y El Mambo. Con esta última, Mon sorprendió al mostrar una versión especial en clave electrónica que no dañó la escencia de su formato original incluido en el álbum Norma (2018).
Yaya González, baterista mexicana que ha acompañado a Mon en su gira, abandonó el escenario para darle la bievenida a un espacio acústico. Acompañada sólo del guitarrista Martín Silva (Dúo Pajarito, Angelo Pierattini), Laferte partió con Se me va a quemar el corazón, Funeral, El Cristal y La Trenza.
Luego aparece la primera figura invitada de la noche: Nicole, a quien la cantautora radicada en México la destacó como una de sus mayores referentes y gran inspiración para tantas artistas en Chile. La canción elegida fue Si tú me quisieras, donde la intérprete de Dame Luz salió de su zona de confort y ambas artistas sacaron lo mejor de sus voces. ¿El tono meloso de Nicole y el desgarro de Mon? combinación perfecta.
Más adelante fue el turno del segundo invitado: Manuel García, luciéndose con una emotiva interpretación de La danza de las Libélulas, tema original del ariqueño incluida en el álbum Pánico (2005) y que fue reversionada en clave bachata junto a Laferte en 2021.
Ya entrando en la parte final, unió dos canciones en inglés de su discografía. La primera: Mew Shiny, que, más allá de la referencia a un personaje de Pokémon en su título, expone un tema -quizás tabú- de las relaciones de pareja al convertirse en padres y es cuando uno de ellos comienza a sentirse invisible. Una desgarradora interpretación que estuvo acompañada por unas visuales de una virgen sin rostro.
La siguiente canción fue A Crying Diamond, del disco 1940 Carmen (2021), donde la artista repasa uno de los episodios más traumantes de su vida.
El broche de lo oro lo puso Amor Completo, Tu falta de Querer y, finalmente, Casta Diva, composición que combina un autotune hermosamente exagerado y coros casi eclesiásticos.
Se trata del concierto más arriesgado en la carrera de Mon Laferte y logró el objetivo con creces. Una escultura gigante, visuales hipnotizantes y el carisma de una interpreta que no olvida sus raíces, sino que todo lo contrario: las abraza y resignifica.
Por eso no fue extraño que en ciertos momentos del show se incluyeran imágenes de su participación en el programa Rojo Fama Contra Fama, donde se dio a conocer en Chile bajo el nombre Monserrat Bustamante. La chica de rojo, la soñadora, la que quería devorarse al mundo con sus propias composiciones y, finalmente, lo logró.
Un espectáculo de primer nivel.