Fotos por Valentina Palavecino
Sábado 17 de marzo, una juventud entusiasta se dispone a entrar con su energía al Perry’s Stage (Movistar Arena) durante la segunda jornada de Lollapalooza Chile. Sería el show que abriría un extenso horario de conciertos, entre los que figuraban nombres internacionales como Alison Wonderland, DVBBS y Hardwell, pero había una chilena que por primera vez se enfrentaría a un escenario de tal masividad: Rubio, el proyecto solista de la voz de Miss Garrison: Fran Straube.
Entre nervios y mucha incertidumbre de lo que podría pasar, Straube sube al escenario junto a sus músicos. Se instala al medio y comienza lo que sería uno de los espectáculos más bellos visualmente y que se desafió a un público difícil, que en su mayoría, no la conocía. Juego de luces, una voz hipnotizante y grandes músicos en escena, fueron los ingredientes para conquistar de a poco a la adolescencia sedienta de dubstep y EDM.
No fue fácil, pero la artista sobrepasó sus propias expectativas y se apoderó por completo del Movistar Arena que se iba llenando poco a poco. «Me habían metido el miedo de como decías tú que era un escenario como de deejays, gente más joven que quería punchipunchi y nosotros con violines. Dije, no me espero nada voy a entregarlo todo, súper ensayado, súper conectado y sabí que me sorprendió porque se empezó a llenar cada vez más, había gente cantando las canciones también. Entonces, la gente fue muy respetuosa, no estaban “¡wuuuh! cantando” pero estaban escuchando, fue bonito» señaló la artista tras su presentación.
El contenido visual del show fue uno de los elementos que fortaleció su propuesta, que estuvo a cargo de la productora TRIMEX, realizadores de su reciente videoclip «Hacia el fondo»: «Es un trabajo que lo preparamos hace mucho tiempo, es un equipo gigante, somos la mansa crew. Quizás yo soy la cara del proyecto, pero hay un equipo detrás que está vibrando, la banda en sí, el sello Jungla, todo vibra en este proyecto. Se siente como la fuerza mística ¡BOOM!», agrega.
Foto por Valentina Palavecino
¿Qué te llevó a crear un proyecto en solitario?
Sabí que nunca pensé tener un proyecto solista, fue muy random. Hicimos un video con una amiga en 2014, pero siento que el año pasado se consolidó como el proyecto solista de Fran, se dio y ahora estoy con todo.
Tenías hasta el pelo rubio en ese entonces, muy literal
Sí, ese fue como un ser imaginario que inventé, que llega a la tierra por primera vez. Siento que sigue siendo un poco así igual, en las letras que son como bien profetas.
Esta presentación fue como el broche de oro para terminar con este ciclo de epés, que el viernes lanzaste el último («O») ¿Qué se viene ahora?
Ahora viene el largaduración con dos temas más, como para darle el cierre. Lo sacaré en formato vinilo como para mayo o junio y a finales de año viene otro disco de ocho canciones y también una colaboración The Kite String Tangle. Siento que tras Lollapalooza nace Rubio un poco, muy lindo nacimiento, como que la última canción del EP que se llama “Mátame” y hoy día nace, así que es como trascender un poquito.
Un tema que está en la contingencia es la poca participación de mujeres en festivales, de hecho en este está bien al debe ¿Qué opinas al respecto?
Hablaba en otra entrevista que los mejores discos que están saliendo hoy en día son liderados por mujeres, así que nada, la mujer está sacando la voz hace varios años y ahora se viene con todo, donde la mujer tiene una profundidad y una conexión con la naturaleza impresionante. Siento que en el mundo hay una conciencia planetaria media mística y profunda que va a salir a flote y la mujer va a llegar a tope, y me siento muy honrada y orgullosa de ser uno de los referentes femeninos en este festival.
El viernes pasado Rubio lanzó su último EP «O», dos canciones que sirven como despedida de esta aventura, pero también abre una enorme puerta para más música. Porque, a pesar de que nuevas composiciones ya están dando vueltas en la cabeza de la agrupación, el círculo termina de completarse con ‘Coral’ y ‘Mátame’: las piezas faltantes de este rompecabezas que presentó el mundo interior de Straube, casi como un diario de vida.
