Fotos por Víctor S. Gálvez
La periodista acompaña a Benjamín Walker, representante chileno de la competencia folclórica del Festival de Viña, para interpretar sobre el escenario la canción «Y arderán». Un hecho histórico en los 60 años del certamen.
Maca jamás pensó que el querer interpretar conciertos en vivo para asistentes sordos llegaría tan lejos como enfrentar al público del festival más importante de Chile y -todavía para algunos- Latinoamérica. La historia de ella es un fiel reflejo de que con compromiso y voluntad se pueden lograr grandes cosas. El 2015, Maca conoció a la primera persona sorda que la motivó a aprender lengua de señas, tanto así que empezó a asistir a talleres y perfeccionar día a día sus métodos de cómo aprender y enseñar esta lengua. Fue así que llegó a la música como una forma de comunicación:
«Practicar entorno a la música te entrega muchas herramientas respecto a la misma lengua de señas. Entonces, como siempre practicaba o estudiaba la lengua de señas con la música, pensé que era buena idea que esto pudiera estar en un show en vivo, pudiera hacerse música accesible para la comunidad sorda», comenta Nieto.
De esta manera llega a Yorka luego de participar en un concurso de covers, donde Maca interpretó en lengua de señas una de sus canciones. «Después de eso conversé con ella y le pregunté si le interesaba que interpretara en sus shows en vivo y me dijo que sí. Así comenzamos a implementarlo de a poquito, primero fue con una o dos canciones y después llegamos a interpretar el show completo» señala.
A través de esta amistad y colaboración con Yorka conoció a Benjamín Walker, representante chileno en la competencia folclórica del Festival de Viña 2019 con su canción «Y Arderán».
«Nosotras fuimos a un show en Talca y Benja iba en solitario a telonear a Yorka. Entonces, mientras se realizaba la prueba de sonido, el Benja cantó “Mis manos son lo único que tengo” de Víctor Jara y yo me sé esa canción desde hace mucho tiempo, tengo una comunicación muy importante desde chica con la música chilena, sobretodo con el folclor. Entonces, conocía muy bien la letra de la canción y la historia de Víctor, y empecé a interpretar frente a él (Benjamín) mientras probaba sonido, pero sin ningún objetivo claro» comenta la periodista de profesión.
Además agrega: «cuando Benja me vio ahí, él dijo “oh esto es muy importante” porque finalmente la canción también tiene un mensaje muy importante detrás y ahí él me invitó a interpretar esa canción en el show de Talca. Después de eso me encontré en muchos shows con él, porque iba a verlo o acompañando a su sonidista. Fue en un show cualquiera después de Talca que Benja me buscó entre el público y me invitó a interpretar esa canción que la ocupó de bis. Después de eso conversamos y le dije al Benja que si de verdad quería hacer esto de implementar la lengua de señas en sus shows o en su proyecto/política de vida, teníamos que hacerlo de la manera correcta y hacerlo con una sola canción no era la forma correcta».
Fue así que se unió como una más de la banda de Benjamín Walker, artista que en 2018 hizo noticia al ser nominado a los Latin Grammy a «Mejor Artista Revelación» por su disco «Brotes» (2017).
¿Has podido conversar con personas sordas sobre lo que haces?
Sí, a mí me llegan opiniones principalmente positivas, no sé si hay una opinión negativa pero hay un cierto desinterés -que tampoco sé si es la palabra correcta- pero hay que entender que la música no es una experiencia que hayan vivido y no son muchas las cosas que están con intérpretes. En general, se piensa que la música es solo sonido y que a los sordos no les va a gustar ni disfrutar. Entonces, no ha habido este enlace entre una cosa y otra. Pero también hay un grupo de personas sordas que sí les gusta la música y, más allá de eso, valoran que se incluya un intérprete en un show de música en vivo. Valoran esto porque se abre un espacio en que ellos puedan participar y poco a poco hay más interesados en este tema, en la lengua de señas, en la comunidad sorda y en la inclusión desde el punto de vista de la comunidad sorda no de los oyentes.
Lo bonito de esto es que no queda en palabras sino que hay un compromiso por parte de los artistas: Benja, Yorka o Camila Moreno, que estuviste participando en un concierto de ella.
Sí, pero hay distintos puntos de vista. No sé si hay un compromiso propiamente tal, de Benja sí lo puedo afirmar porque él lo hace de forma permanente y lo agregó a sus shows en sus distintos formatos, tratamos de hacer difusión y además habla de esto en sus entrevistas, entonces ya es parte de su proyecto. No sabría decirte si hay o hubo un compromiso de, por ejemplo, Camila Moreno porque lo hizo una sola vez. Para mí cuando hay un compromiso detrás es porque se hace de forma permanente, es una transformación y no un cambio.
Con Yorka han dado un paso más allá también, existe incluso un videoclip en lengua de señas donde tú participas.
Con Yorka hicimos un trabajo super grande el tiempo que estuvimos trabajando juntas. Dentro del proyecto se abrieron muchos espacios con instancias muy buenas, de inclusión, de compartir y de respeto. Por ejemplo, el único show completamente accesible para la comunidad sorda fue uno de Yorka, que se realizó junto a Martina Lluvias y está disponible en Youtube. Con Yorka dimos el puntapié para empezar este movimiento.
Y respecto a tu participación en el Festival de Viña ¿cuáles son tus sensaciones previo a interpretar frente a ese público? (Entrevista realizada el 15 de febrero)
Estoy un poco nerviosa, pero siempre pensando en lo importante que es este momento más allá de la competencia e incluso más allá de la música. El estar en el escenario para entregar este servicio es muy gratificante. Ser un puente cultural entre la comunidad sorda y el oyente, poder hacer un espacio de integración para oyentes y sordos; que los oyentes conozcan la lengua de señas y la comunidad sorda pueda participar de lo que los oyentes hace 60 años. No hace mucho tiempo se agregaron los intérpretes en la parte del humor del festival, poco a poco se van incluyendo otras cosas.
Eso es lo más importante para mí en este momento, el hito histórico que en 60 años de festival exista una intérprete sobre el escenario. Hay una artista en España, llamada Rozalen, que hace tiempo hace esto mismo y yo copié un poco lo que se hace allá, pero nunca el festival había tenido un intérprete en escena. Pienso en enfrentarme a esa gente y a lo televisivo y es un poco abrumador, pero lo veo de forma positiva porque me llena de energía pensar que estamos abriendo caminos nuevos, construyendo un nuevo castillo.
¿Te gustaría que se repitiera para las próximas versiones?
Sí, me encantaría que el festival se pudiera tener intérprete durante todo el certamen no solo en algunas partes que, tanto la gente que está en el lugar como a la que está viendo a través de la televisión, puedan acceder a la información en lengua de señas, que la comunidad sorda tenga la oportunidad de participar en estas instancias y que exista una fusión entre estas dos culturas (sordos y oyentes).
A raíz de este trabajo, ¿ha nacido el interés de otros y otras artistas por interpretar contigo sobre el escenario?
Sí, durante el trabajo que hicimos con Yorka parte de la política que yo trato de mostrar es que, si hay una fecha con lengua de señas, ojalá todo el espacio sea accesible para la comunidad sorda, no que una banda sí y la otra no. Entonces todas las fechas que tuvimos con otras bandas, también tuvieron lengua de señas, entre esas estuvo Martina Lluvias, Alejandro y María Laura (Perú), Moral Distraída y Camila Moreno. También he tenido la oportunidad de interpretar a Denise Rosenthal en el fiiS y Vallenar, a Vicente Cifuentes que se ha interesado mucho por este tema, incluso en el lanzamiento de su último disco en Chillán incluyó a una intérprete que no era yo y eso significa que se está copiando, replicando y me pone muy feliz. Otras bandas me han escrito si puedo interpretar con ellos. Entonces creo que estamos en un momento que se está generando consciencia por parte de los productores o hacedores de información. Otras personas me han contactado para hacer charlas y talleres de lo que estoy realizando con las bandas, no como algo estético sino como un puente, herramienta de inclusión y de hacer sociedad.