El histórico fundador, guitarrista y compositor de Los Ángeles Negros falleció en México. En esta nota, repasamos su historia de perseverancia artística, más de 50 años que llevó a su banda a convertirse en un icono de la canción hispanoparlante.
La música romántica se tocaba de dos formas: con grandes orquestas o a dúo de guitarras hasta que aparecieron Los Ángeles Negros. Ellos fueron los primeros en tocar canciones de amor con instrumentos de rock.
Inspiradores de generaciones completas de nuevos artistas, sus canciones recorrieron el mundo y encontraron su mayor reconocimiento en México, país que vio morir a una de las figuras legendarias de nuestra música: Don Mario Hernán Gutiérrez Contreras, fundador de Los Ángeles Negros.
San Carlos, provincia de Ñuble, 1968. Una oscura y pequeña aldea fue nuevamente el escenario del génesis de una historia que cambiaría para siempre la música de un país que se aprontaba a vivir años turbulentos. El fantasma de Violeta Parra aún paseaba por las calles barrosas de la comuna que la vio nacer cuando tres jóvenes de 19 años postulaban a un concurso de bandas para la radio.
Mario Gutiérrez y Cristián Blasser emprendieron la búsqueda de un cantante para una banda que interpretaría canciones sufridas pero con un toque de rock and roll. El resultado: un cantante de boleros con experiencia local que se aprestó al desafío sin saber que se convertiría en una de las voces más importantes de la cultura popular chilena. Germaín de la Fuente completó la formación y nacieron Los Ángeles Negros.
Porque te quiero fue su escueto primer disco. Grabado en 1968 pero estrenado al año siguiente, la banda alcanzó popularidad en San Carlos y el valle central y abrió la oportunidad de grabar un segundo disco, pero esta vez con otra formación. Sólo quedaban Germaín y Mario, el resto de la banda desistió para continuar con sus estudios.
1970 es el año en que todo sucede. En los estudios de EMI Odeón en la calle San Antonio en Santiago se reúnen por primera vez lo que será la formación emblema de la banda. Jorge González en el órgano, Luis Ortiz en la batería y Nano Concha en el Bajo se unían a Germaín y a Mario para grabar Y Volveré, el disco más importante de Los Ángeles Negros.
Con sencillos que son parte del cancionero de cualquier hogar en Chile tales como Tanto Adiós, Cómo Quisiera Decirte, Y Volveré y El Rey y Yo. Esta última mundialmente conocida gracias a que Beastie Boys la usó en 1999 como base para uno de sus éxitos. En 2008 Y Volveré fue incluido en el puesto número siete de Los Mejores Discos de la Música Chilena por la Revista Rolling Stone.
Así la banda proyectó su carrera y ese mismo año lanzó Quiero Más de Ti, su tercer disco y el que impulsó una vertiginosa gira por el continente. En Chile, fieles a nuestra historia, los ninguneamos. «Cebolleros rascas» fue la verborrea que tuvieron que soportar.
Causaron conmoción en Ecuador y fueron éxito de masas en Uruguay y Perú. En Argentina ni hablar, donde fueron catalogados como los Beatles de América Latina. Luego las giras por Europa, Estados Unidos y finalmente por México. En 1974 y luego de seis discos, Germaín de la Fuente abandonó la banda para comenzar su carrera solista.
Aún en Chile, Mario Gutiérrez decidió perseverar y continuar con el proyecto. En 1982 tras el paso de varios vocalistas y formaciones cambiantes, Los Ángeles Negros migraron a México donde los esperaba un futuro incierto.
Se había acabado la fama. Comenzaron a tocar cumbias en restoranes, bares pequeños y hasta en cumpleaños y parrilladas. Don Mario siempre estuvo ahí, al pie del cañón todas las noches. Llegaron los noventas y un aire nostálgico se apoderó de la industria y fue el momento de resurgir para nunca más decaer.
Los Ángeles Negros logró nuevamente fama mundial. Recorrieron Europa y todo el continente Americano, por que hasta en Brasil se escuchan sus baladas románticas. Nunca abandonaron México. Volvieron a Chile en 2000 y desde entonces giraron cada año por el país recibiendo hordas de cariño y reconocimientos.
La tarde del miércoles 20 de enero se apagó la vida de Mario Gutiérrez, su muerte se produjo cuatro meses después de Luis Astudillo, amigo y baterista de la banda por más de 40 años. Guitarrista insigne de nuestra música, Don Mario fue él guardián de éxitos inmemoriales y dueño de un carisma que para quienes lo conocieron dejará huella de humildad, sacrificio y un humor inocente pero increíble.
Los Ángeles Negros son considerados unas de las bandas más importantes de Hispanoamérica, legando decenas de éxitos e influenciando para siempre a miles de artistas que ven en su figura la imagen del éxito curtido por los años. 50 años de carrera es algo que sólo pueden decir bandas como The Rolling Stone, Los Jaivas o Congreso. Así es, somos únicos en el mundo y nos comparamos con los grandes.
«Y caerán luego las hojas de los árboles, y llorarán tristes las nubes porque el Sol se irá. Pero el amor que hay en ti no morirá jamás»
Los Ángeles Negros, gracias a la perseverancia de Mario Gutiérrez, alcanzó los umbrales de las leyendas de la música.
Escucha en Spotify los Clásicos Latinos de Los Ángeles Negros: