*Foto por María Fernanda Landin
Entrevista realizada el 24 de abril de 2018
Cuando los discos se hacen con amor, se notan y lo que está haciendo Verónica Soffía va por ese lado. La cantautora le hizo una pausa a su destacada carrera actoral para dedicarse de lleno en un nuevo proyecto musical, que estuvo trabajando durante un año de forma muy orgánica y genuina.
A diferencia de sus anteriores discos, «Hay que andar» (2014) y «La vida es corta» (2016), este nuevo trabajo incluye un ingrediente especial: un coro compuesto por seis mujeres provenientes de distintas profesiones y realidades. La idea nació una vez que la artista fue invitada a una charla a la Universidad de Chile, donde hablaban de construir una nueva sociedad y comprender el feminismo como una igualdad de condiciones entre hombres y mujeres, mucho antes de los movimientos sociales que hoy copan la agenda.
Desde ese día, Verónica se cuestionó muchas cosas «sentía que, al haber un desequilibrio entre mujeres y hombres en los espacios públicos, habrá también un desequilibrio en cómo se está construyendo la sociedad y en la forma de hacer las cosas. Entonces, me empecé a preguntar ¿qué es lo femenino? ¿de qué se pierde el mundo si las mujeres no estamos y no participamos? ¿hay una mirada especial? ¿hay algo distinto? Y empecé a explorar e investigar en eso y me aparece lo femenino como una cualidad, que está presente en todo y en todos, que no tiene que ver con las mujeres, sino que a toda la sociedad» señala la artista en esta entrevista.
Actriz de profesión, Verónica Soffía supo acoplar ambas disciplinas (música y actuación) con muy buenas críticas. Su voz suave y armoniosa se ha ganado un espacio en la música de autor con influencias del folclor latinoamericano. En este nuevo trabajo, titulado «La Maga» (producido por Javier Barría) tuvo un compromiso completo desde el momento en que convocó a sus fans mujeres a unirse a este proyecto.
«Un día me bajó la cosa y se me ocurrió hacer un concurso en redes sociales donde decía: “Si eres mujer, te gusta mi música y quieres participar en un coro femenino ¡Mándame tu audio!”. Le fue increíble, me llegaron miles de audios y con Javier Barria hicimos la selección y elegimos a estas seis mujeres y fue precioso, el amor con que ellas llegaron para formar parte de este proyecto, las canciones estaban casi terminadas pero no totalmente, comencé a pedirle sus opiniones, qué les parecía, fue un proceso muy bacán y además desde el lugar amateur de ellas, de tener la oportunidad de participar en un mundo así, de música más profesional, otras comenzaron a componer canciones, llegaban al ensayo con sus composiciones y yo no podría creerlo» relata.
Estas seis mujeres vienen de mundos muy ajenos a la música y tras esta oportunidad les comenzó a picar el bichito de componer y dedicarse a la música paralelo a sus trabajos. «Entre las seis hay madres, no madres, personas que están recién terminando sus estudios, estudiantes de 23 años, mujeres de 35, hay dentistas, profesoras de educación física, personas que en su día a día se enfrentan a realidad muy distintas. A nosotras nos daba risa porque algunas venían a los ensayos después de haber gritado con los cabros chicos en el colegio, de haber limpiado los dientes a no sé quien. Como que abrí una puerta que no sabía que iba a pasar y ellas me decían “me gusta hacer esto”, empezaron a tomar clases de canto. En el fondo yo hice la convocatoria pensando en mujeres normales, porque tengo amigas cantantes que podría haber contratado en los coros, pero yo quería probar, hacer una experiencia distinta.»
Además, agrega que «venir del amateur tiene un amor por la música muy genuino y espontáneo, y justamente porque como no trabajan en eso, la música viene a ser un espacio distinto para ellas, a iluminarles algo diferente, a conectarlas con las emociones, entonces para ellas es la oportunidad de hacer algo diferente».
– Y desde un punto de vista más técnico, ¿cómo ha sido dirigir por primera vez un coro?
Ha sido desafiante para empezar, porque yo fui profesora de teatro muchos años, hice clases a jóvenes. Entonces igual tenía cierta pedagogía de cómo tratar de explicarles, porque en general el arte, el teatro y la música, son cosas bien abstractas que son difíciles de enseñar. Yo había cantado desde siempre, tenía cierta técnica vocal, pero jamás había enseñado a mujeres escucharse entre ellas, a integrarse, para mí fue una experiencia y lo hice muy desde la humildad, como “esto es lo que yo sé y vengo a compartir”. Fue exigente para mí para ponerme a la altura, poder enseñarles y guiarlas, que se fue aprendiendo en el camino, probablemente también cometí errores.
Según señala la artista, muchas de las integrantes «habían cantado en coros, pequeñas presentaciones en el bingo, algo más familiar, el karaoke o alguna presentación del colegio, siempre hay instancias donde está esa persona que saben que canta, pero que jamás se ha atrevido a algo más profesional. Para mí ha sido muy admirable y bonito tomar ese desafío y, por otro lado, soltarnos todas de las expectativas y simplemente vivirlo como una experiencia, cantan hermoso pero no tienen las experiencia de una persona que se dedica a esto, el canto (aunque suene cliché) hay que sentirlo y estas mujeres tienen pasión de sobra. A mí se me paran los pelos cuando las escucho».
– ¿Cómo describirías este nuevo disco?
El otro día en una entrevista me decían “es como medio terapéutico” y yo me cagué de la risa porque es exactamente eso. Las canciones las compongo observando la vida y mis propios procesos, yo no puedo escribir algo que no sé, sólo puedo escribir sobre cosas que conozco. Siempre escribo desde cosas que me pasan o que me importan y este EP entero nace de un proceso mío de tomar decisiones, de empezar a encontrar mi identidad sonora y personal, también entregándome a la música por completo. Amando la actuación siempre, pero la música para mí es un lugar donde aparecen mil mensajes de una forma natural, un lugar que me llena de una forma distinta y muy especial y que en este momento me completa y me hace muy plena.
– En tu último single «El Vuelo» dices «para volar hay que saltar primero», ¿cómo definirías tu vuelo?
Llegó un momento en mi carrera que empecé a tomar decisiones al respecto. Decidí que es la música donde quiero estar y también me tocó un proceso personal muy doloroso lleno de obstáculos, pero los obstáculos casi siempre tienen que ver con uno. No son obstáculos del mundo de afuera, por cierto, los hay y son caleta, pero la mayoría de las cosas que no nos dejan movernos y avanzar son cosas personales; miedos, paradigmas antiguos que los tienen tan inconsciente que ni siquiera te das cuenta que los tienes.
– Leí por ahí que tendrá colaboraciones de tres cantautoras chilenas: Carolina Nissen, La Pájara y Soledad del Río ¿cómo fue trabajar con ellas?
Bacán, a las tres las conocía de antes. Fue un proceso natural que fueron apareciendo, ellas fueron parte de mi camino en la música. A mí me dan ganas de hacer un disco completo e invitar a todas las cantautoras que conozco porque hay demasiadas en Chile y son todas secas. Fui pensando en cada una de ellas según la naturaleza de cada canción. Fue muy bonito como llegaron al estudio y, a la vez, es muy loco porque una está acostumbrada a cantar sus propias canciones y no que otras personas que tú admiras lo hagan por ti o estén cantando contigo algo que compusiste. Cuando iba al estudio decía “¡Wow! Qué bacán como ella aporta algo bacán a mi canción con un color distinto de voz”. Muchas veces uno hace la canción pero qué fome escucharse todo el tiempo, es tan rico escuchar a otros también, siento que es como ponerle aliño a la ensalada. Me gustó lo que hizo cada una de ellas.
– ¿Por qué «La Maga»?
Es el nombre de una de las canciones del EP, la cual habla que en los momentos de mayor obscuridad y dificultad aparece la fortaleza de uno. Es una canción que también habla desde ser mujer, ya que siento que la mujer ha tenido que empujar un poquito más en general y se han tenido que enfrentar mucho tiempo a lugares de mucha sumisión y que yo la experimenté realmente, tanto en los ambientes laborales como a veces en la sociedad en general, como en las parejas, que está lleno de detalles donde hay un machismo que está tan normalizado que no nos damos cuenta, en que las mujeres en especial nos callamos mucho, soportamos mucho, no queremos brillar; como dicen que seamos “quitadita de bulla”, ese dicho es terrible. Entonces como que me aparece esta necesidad de decir “yo no voy a tener miedo de lo que puedo hacer” y encontrarme capaz de que puedo hacer muchas cosas en esos momentos.
El primer sencillo del EP, «Unas antes y otras después» también va por la misma temática. «Esa canción habla de cómo las mujeres se abren camino unas a otras y que, todo lo que hoy día tenemos y podemos acceder es posible, porque alguien más ya estuvo en este punto donde estamos ahora, porque alguien abrió los espacios y logró ocupar esos espacios. He visto esas luchas, el año pasado con la ley de aborto en las tres causales, con miles de organizaciones de mujeres que están ahí por compasión y por amor a otras, dando una pelea que es super fuerte y cansadora» describe.
– Respecto a eso, ¿qué opinas sobre la modificación a la ley de aborto en las tres causales?
Me parece triste, terrible, un retroceso. Me parece cansador estar dando un paso hacia adelante y dos para atrás, y me da pena que la sociedad no entienda qué es lo que está en juego y cuáles son los límites del respeto por el otro. El tema del aborto es muy complejo porque está demasiado basado en cosas ideológicas, entonces ahí empiezan los topes. En ideologías o cosas espirituales de repente, que son todas muy respetables, pero es loco cuando tus argumentos empiezan a aplastar a otro, a la libertad de otro por un argumento que son poco humanos y poco universales. Yo respeto absolutamente que podemos tener diferencias de opinión, pero creo que hay una gravedad en el asunto finalmente de que cuando se hagan cambios hay un Estado que debería ser laico y que está siendo incoherente. Creo que empiezan a cerrarse puertas para las personas que están buscando ayuda y eso no está bien.
– Este miércoles 9 de mayo será el lanzamiento en vivo de «La Maga» en la sala SCD Egaña ¿Qué ingredientes especiales tendrá este show?
Este concierto en particular es la primera vez que vamos a tocar las cuatro canciones del EP en vivo a banda completa y ampliada, ya que incluye todos los instrumentos que ocupamos en el estudio (que no siempre es posible en todos los escenarios). Van a estar todas las invitadas, menos Carolina Nissen porque va a estar fuera de Santiago, pero sin dudas que el gran invitado es el coro porque es el único concierto en que las podremos ver en acción a todas juntas, hay una de las chicas del coro que se va a vivir fuera de Chile buscando mejores oportunidades. Este proyecto termina con este concierto, me encantaría que siguiera la relación con las chicas, eso va a pasar de todas maneras, las voy a seguir invitando siempre pero es muy difícil organizar a seis personas que no se dedican a esto, porque son muy distintos los tiempos de oficina y los de música.
– Es todo un desafío entonces
¡Sí! Espero volverlas a ver, pero las seis no van a estar juntas nunca más.
Detalles del evento: Fecha: Miércoles 9 de mayo, 20:00 horas. Lugar: Sala SCD Egaña. Valor: $6000 (entradas disponibles en dticket.cl)