Foto por Valentina Palavecino
Uno de los cantautores más inquietos de nuestra escena musical sin duda es Gepe, quien el pasado 14 de septiembre liberó su nuevo disco «Folclor Imaginario», trabajo que agrupa canciones recopiladas por Margot Loyola, una de sus grandes referentes en su carrera.
El séptimo álbum de Gepe ya es una realidad. “Folclor Imaginario (canciones recopiladas por Margot Loyola Palacios y algunas otras que parten desde ahí)” viene a coronar la personal investigación que el músico sanmiguelino ha hecho en torno al trabajo de esta folclorista fundamental para la difusión de la música de raíz. Se trata de un homenaje especial a su figura justo en el centenario de su nacimiento.
Bastó con su presentación en el Festival del Huaso de Olmué 2013 para se generara el primer lazo de amistad con la compositora, interprete y profesora chilena. En esa oportunidad, Gepe agradeció el legado de Violeta Parra, Victor Jara, Gabriela Pizarro y Margot Loyola, llamándoles autores de un «Folclor imaginario»; nombre que ocuparía en su disco actual. «Ese folclor a mí me despertó y nunca lo voy a dejar» dijo sobre el Patagual. Esa simple frase logró que Osvaldo Cádiz (esposo de Loyola), se contactara con el músico sanmiguelino y se forjara una linda relación musical, la cual se plasmó en clases y consejos con Margot e intercambio de experiencias, antes de su fallecimiento el 3 de agosto del 2015.
A cinco años de ese momento, Daniel (nombre real) agrupó temas recopilados por la cantautora a lo largo de su vida, como “Olvídame”, “Hasta Cuándo Vida Mía”, “La Vertiente” o “Cacharpaya”, entre otros, todos interpretados con la particular visión del músico. A esas canciones, se suman “Joane”, un tema original de Gepe en el que aborda la historia de Joane Florvil, mujer haitiana muerta en nuestro país y que se convirtió en símbolo del sufrimiento que enfrentan algunos inmigrantes que llegan a Chile; además de dos improvisaciones en colaboración con la folclorista Claudia Mena, y con Gianluca, joven cultor del trap, en una muestra de la búsqueda del artista por mezclar estilos e influencias.
Esta producción contó con la participación de jóvenes músicos como el guitarrista Miguel Molina, el arpista Claudio Constanzo, el contrabajista Gonzalo Gómez, Martín Zegarra en percusiones, Marcelo Cornejo y las cantantes Claudia Mena y Elizabeth Morris; y con la supervisión de Héctor Castillo, destacado productor venezolano radicado en Nueva York, ganador de Grammys por trabajos con Gustavo Cerati y Natalia Lafourcade; y de Cristian Heyne, colaborador de Gepe que ha estado tras los álbumes “Audiovisión”, “GP”, “Estilo Libre” y “Ciencia Exacta”.
Conversamos con Gepe sobre este nuevo trabajo, un día antes de liberar el álbum en plataformas digitales, previo a su show en Enjoy Coquimbo.
– ¿Cómo nació la idea de hacer un disco homenaje a Margot Loyola?
Más que un disco homenaje, es que a partir de ella descubrí otras cosas, por supuesto que hay una idea de enaltecer y darle la mayor visibilidad a su imagen, pero a través de ella conocí algo tan grande y profundo como ella, porque Margot en la cantidad de tiempo que estuvo trabajando -que fue casi toda su vida-, abrió una puerta para que la información que ella capturó permanezca como un legado. Fue un tributo a esa información, a ese acerbo o a eso que ella vio que es el chileno de siempre, el de hace 100 años, el de hace tres años y por qué no, del futuro también. Es como un tributo a la idea que ella capturó, pero por supuesto que también es un homenaje a ella, que tuve la suerte de conocer en vida, deslumbrarme con su fuerza, energía y magia. La encuentro una mujer maravillosa, llena de fuerza y de vida, una artista muy genuina, real y concreta, con los pies bien puestos en la tierra.
– Tú siempre la has nombrado como una de tus referentes en la música
Sí claro, desde que tomé mayor conciencia de ella con mayor razón. Al principio la intuía un poco, había escuchado un par de cosas, cachaba lo que estaba haciendo, pero no tenía el conocimiento que tengo ahora, que tampoco es muy vasto, pero ahí voy, ahora sé más después de trabajar sus canciones, estudiarlas, discutiendo con las personas que saben como los chiquillos con los que grabé el disco, quienes saben mucho del trabajo de Margot Loyola y del folclor en general.
– ¿Crees que debería existir un mayor reconocimiento a la obra de Margot Loyola?
Sí y de muchos más también. La gente debería conocer a Tobías Alcayota, Gabriela Pizarro. Lo que pasa es que uno está acostumbrado a que las cosas pasen pronto, porque uno se involucra emocionalmente en las cosas y cuando por ejemplo, uno encuentra un lugar maravilloso en las vacaciones, le sacas una foto y la publicas porque crees que a todo el mundo le va a gustar, pero a veces no pasa. No sé si es una buena forma de ejemplificar pero pasa algo parecido. Yo encontré algo bacán en Margot Loyola, me dan ganas de decirle a todo el mundo “oye escucha esto que es bacán, la información que ella tiene es linda, es real”, eso creo que nos haría bien, escuchar más de ella porque nos va hacer más felices. Pero eso toma un tiempo, que le pongan suficientes me gustas a la foto de tus vacaciones, depende del estado de ánimo en que la gente esté, si lo posteaste en la mañana o en la noche, no sé. Es lo mismo ahora, hay que encontrar el momento adecuado con la mejor intención posible para que la gente, en las circunstancias que esté, pueda recibirlo de la manera más pura posible y por lo tanto entender de lo que se trata la obra de Margot Loyola. Para mí ella es una de las más grandes de la música chilena.
– ¿Pudiste mostrarle esta idea del disco en vida?
No
– Pero tienes contacto con Osvaldo Cádiz, su viudo.
Sí, él nos ayudó en algunas cositas del disco, sobre todo en su versión audiovisual, que todavía no está disponible. Grabamos el disco una segunda vez, tocándolo en vivo con un registro audiovisual y ahí si que estuvo muy metido. Y por supuesto, en cosas más técnicas como de dónde vienen las canciones, dónde las recopiló, ciertas cosas de la letra que no tenía muy clara.
– ¿Sientes que con este disco vuelves un poco al origen, como tus inicios en “Gepinto” por ejemplo?
No, nunca he vuelto al origen. Yo creo que cada disco es como alejarse.
– El disco incluye una canción inédita que es “Joane”, ¿siempre estuvo la idea de incluirla o nació en el camino?
Las dos cosas son correctas. Hay tres canciones originales, que no son recopiladas por Margot Loyola, dos de ellas son improvisaciones: “Verte y no verte” (con Claudia Mena) y “Amoríos Pasajeros” (con Gianluca). Respecto a Joane, surgió en el proceso de ensayo del disco y en cuanto a la temática de la canción se liga a la hipótesis o pregunta general del disco, ¿existe un folclor chileno puramente chileno? ¿es necesario que existiera un folclor únicamente chileno, así como el peruano o el boliviano? La verdad es que no, lo que Margot Loyola descubrió fue que el folclor chileno responde a un folclor mayor, latinoamericano y probablemente también se liga al mundo. El folclor chileno sin duda es mestizo, no es exclusivamente chileno, porque el folclor que suena acá en La Serena no es el mismo de Conce, eso es lo lindo. Fue así que me hizo pensar como este origen mestizo del folclor y relacionarlo con el origen mestizo nuestro también, como sangre, costumbre y manera de socializar. Justamente en esa manera de socializar está el drama que ocurrió con Joane Florvil, que sin duda es algo que hay pulir, superar, mejorar, para que no vuelva a suceder. Encontré que las dos temáticas iban de la mano y por eso entró en el disco.
– ¿Qué opinas sobre las críticas que se hacen a la inmigración en Chile, sobre todo a la haitiana?
Yo creo que se culpa al más vulnerable al fin y al cabo. Porque al haitiano, más allá del idioma, hay una concepción por parte de ellos, de la colectividad, súper distinta. Nosotros somos más individuales porque estamos con la cabeza mucha más neoliberalizada en ese sentido, donde el que tienen más lo miramos hacia arriba (como al europeo o al gringo) y a alguien más vulnerable lo miramos hacia abajo, por lo tanto podemos de alguna manera pisar sobre ellos, echarle la culpa de cosas y estigmatizarlos de forma muy fácil. Porque ellos son vulnerables, vienen a Chile a tratar de sobrevivir, de tener una vida mejor. Un chileno no es más ni menos que cualquier otro ser humano, opino que las críticas son ridículas, inmaduras e innecesarias y por supuesto que les echaría un poco la culpa a algunos medios y al Gobierno por alimentan eso. Por lo mismo, nosotros tenemos que ser más grandes que todo eso, más maduros y con una visión más amplia. Pensar que al final somos todos iguales y no hay que mirar a nadie ni más arriba ni más abajo.
– Una de las cosas que nos sorprendió de este disco fue la inesperada colaboración con Gianluca, ¿cómo se generó esto?
Empezamos a hablar por Instagram, nos echamos la talla, nos juntamos y nos hicimos bastante cercanos. Justamente habíamos hecho un par de improvisaciones durante la grabación del disco con los chiquillos (Claudio, Gonzalo y Miguel) y esas las guardamos, le mandé algunas a la Claudia Mena y otras a Gianluca. Me dijo que sí, que le daría una vuelta y vería qué se le ocurría. Así fue como cierto día me dijo que tenía listas las improvisaciones; partimos al estudio, cantó algo sin enredarse mucho y le salió bastante bien. Luego me sumé yo, es una canción hecha a dúo vocal y quedé muy contento con eso, pero quien quedó más contento y que le hizo sentido al espíritu del disco fue a Osvaldo Cádiz (viudo de Margot Loyola) cuando la escuchó y dijo “esta canción es como canto campesino”, porque tiene cierta métrica y ciertas palabras que responden a esa lógica. Y eso es como pucha, qué bacán que Gianluca haya hecho mano sin querer a su inconsciente colectivo, esa manera de cantar, esa manera de sentarse en la música y que le salió de la información que tiene en su ADN, de ser chileno, latinoamericano y cantar así.
Sumado al lanzamiento de este nuevo material discográfico, también está la celebración de los 20 años de Quemasucabeza, sello del cantautor que conmemorará su aniversario en la próxima versión de Festival Neutral, el cual contará con la reunión de Taller Dejao, primera banda de Gepe junto al bajista Javier Cruz. El evento se realizará el próximo 6 de octubre en Matucana 100, donde también se presentarán artistas como Niña Tormenta, Gianluca, Diego Lorenzini, Niños del Cerro, Kinética, Fármacos, entre otros.
– ¿Cómo se están preparando para esta reunión?
Hasta ahora no nos hemos preparado nada porque no ha llegado el Javier (Cruz). Pero ya nos juntamos en el verano un par de veces y sonó como sonaba antes y eso es lindo. Ahora hay que darle una vueltita más.
– Este reencuentro se venía pidiendo hace años
Sí, para algunos fue como referencia o significó algo, para Javier y a mí también. Fue una etapa muy linda.