Fotos por Rodrigo Cabrera (@rodr1nz)
Dueños de un sonido único en nuestro país, y sin duda también de esta parte del continente. Aguaturbia vivió los años más intensos del rock, y fueron pioneros en la psicodelia nacional cuando el género aún no terminaba de florecer en EE.UU y Gran Bretaña. Hoy a casi 50 años de su debut conversan con SACH sobre su historia, el presente de la música chilena y de los preparativos de cara a su concierto en la sala SCD.
Es una fría tarde en la comuna de La Reina. El equipo SACH llama a la puerta y es Carlos Corales en persona quien nos recibe en el living de su casa. Rápidamente pasamos al nivel -1, donde nos aguarda un cálido estudio de grabación. Denise grita desde las alturas con un “¡Yaaa voy!” perfectamente afinado. Carlos lanza una carcajada y con las manos abiertas hace un gesto como queriéndonos decir que no podemos empezar sin ella. El ambiente es distendido, Carlos nos comenta al paso que su bajista (Bambino) está estudiando en Canadá gracias a una beca y que ahora la banda se apoya en músicos profesionales. A paso firme baja Denisse, el lugar está listo, un cambio de chaqueta, ajuste de lentes en la cámara y la Tascam lista para grabar.
“Cuando fui al estudio por primera vez demoré cerca de dos semanas en cantar mi primera canción, era una niña, tenia 14 o 15 años, y el señor de la discográfica Odeón, que después fue EMI, me dio una canción y me dijo que fuera donde el señor del piano, para que sacara mis tonos y me hiciera el arreglo, y así fue, yo la verdad es que no entendía muy bien todo”. Así, Denise relata su primera experiencia con la música profesional. Confiesa que mantuvo en secreto de sus padres sus incursiones musicales hasta que fue inevitable. Asegura que a su madre no le gustaba que ella cantara, de todas formas le autorizó su primer disco, pero en varias ocasiones le dijo que eso no iba más. Su padre, sargento de Carabineros, se enteró por la televisión un día que fue a cantar a Sábado Gigante.
¿Cuándo comenzó este acercamiento con el rock?
D: A mí me mostraron a los Beatles y los encontré fomes. No toda su música, porque el Sgt Peppers me encanta, pero eran los otros discos de los Beatles los que no me gustaban, la primera etapa. Después me mostraron a los Rolling y me gustaron un poco más, me gustaba la rítmica. Pero luego conocí la música de James Brown y me volví loca, esos gritos, eso era lo que yo quería y después me aprendí Natural Woman de Aretha Franklin.
“Yo comencé grabando lo clásico, tocaba rockabilly, en Los Diablos Azules y en Los Tickets” comenta Carlos. “Yo si bien conocía la música y lo que estaba pasando en esa época, o al menos lo que llegaba a Chile, pero nunca había tenido la oportunidad de tocar algo más fuerte, por así decirlo” prosiguió.
Así en más, Denise y Carlos confiesan haberse conocido en el estudio de grabación. “Los Diablos Azules no me gustaban tanto, encontraba medio fresco a uno de ellos, hasta que con Carlos nos comenzamos a hacer amigos y también iba a los ensayos, y pasó, ¡Yoko Ono!”. Entre risas confiesa Carlos que todo fue gracias a la música: “al final nos casamos porque era la única manera de que armáramos el grupo, imagínate salir de gira, grabar, a ella no la iban a dejar, así que nos casamos”. “Lo entretenido es que me tuvo que ir a pedir Carlos a la casa e ir acompañado por sus papas, imagínate” confiesa Denise. Hasta este punto, nuestras risas deben estar molestando a los vecinos.
Sin duda eran otros tiempos. Un poco antes de la rebeldía, fue necesaria cierta formalidad.
Al momento de formar Aguaturbia ¿de dónde viene la idea de hacer psicodelia? ¿Por qué no optaron por el rockabilly?
“¡Por qué es muy fome!” Denise, clara y sin dudas.
Carlos nos explica con calma que si bien, en sus orígenes comenzó con el rockabilly, luego el rock and roll con Elvis Presley, no tardó en ir al origen de estos y sumergirse en el blues. Confiesa que entonces, cuando comenzó a tocar en los estudios del sello, había guitarristas más jazz que acompañaban a Cecilia y que hacían todo lo que era balada. Él en cambio, era solicitado para solos y un sonido más rock. El camino hacia los innovadores sonidos, la fuerza y los misterios que escondía detrás el género de la psicodelia estaba echado. Fue por fuerza natural.
No así las decisiones sobre la promoción de su disco. En Chile, tanto la izquierda efervescente de esos años y también el mundo conservador, aborrecieron el primer disco Aguaturbia Vol I. Los primeros más por el contenido: acusaban al grupo de llegar con un anglicismo que promovía las ideas del imperialismo, esto solo por el hecho de cantar en ingles (¿aló… intelectuales de izquierda?) y los segundos guiados más por una fe moralista que encontraba inaceptable que una banda de cuatro adolescentes posaran a torso desnudo para la caratula del álbum. Ya para la portada del Aguaturbia Vol II, donde Denise se encuentra crucificada sobre las cabezas del resto de la banda, la iglesia se escandalizó. El rock triunfaba en Chile.
A eso le siguió su paso por los Estados Unidos. Primero por Nueva York, donde fueron testigos del mítico concierto de Led Zeppelin en el Madison Square Garden en julio de 1973. Luego Los Angeles California, pero siempre bajo el nombre de Sun. Al volver a Chile se encontraron con un país censurado, bloqueado, un país convertido en un “cementerio de artistas”. Lo que pasó la cuenta, y bien larga. Hoy, en los tiempos en los que vivimos, parece de plástico la “rebeldía musical” de los artistas, ya que se rigen por el mercado, van hacia donde hay que ir. Aguaturbia era hablar otro lenguaje, el que sigue muy vigente.
Claro que son otros tiempos, pero Denise no se queja. Recuerda lo que sucedió con Ana Tijoux cuando la invitaron a cantar gratis al Festival de Viña. “Lamento lo que pasó con Anita, eso es culpa de la producción. A mi me llamó el director del festival porque quería que hiciera el homenaje a Nicanor Parra, alguien transgresor, antipoeta, ¡y él me quería a mi! Y por eso me pagaron todo”.
Actualmente se encuentran produciendo un disco de rancheras con Mauricio Redolés. Nos cuentan con emoción que Redolés es “un maestro, poeta, divertidísimo, muy inteligente, un artista completo” afirma Carlos. Denise dice “yo creo que Chile tiene los mejores cantantes del continente, unos músicos de lujo: Roberto Trujillo, Cristian Gálvez y un montón de otros que están ultra vigentes”.
Aseguran ser felices tocando y manteniendo al día sus canciones. “Cada vez que me enfrento a un público joven como en Woodstaco o Lollapalooza saludo diciendo ¡Hola hijos míos, mierda! Por que la gente se da cuenta que este loco (Carlos) toca y toca mucho, y que esta vieja no solo sabe gritar”. Lo pasan muy bien, les encanta tocar y el concierto de la Sala SCD Egaña es para lo mismo: “para darle continuidad a lo que hacemos y mantenernos en contacto con el público que tanto nos quiere”.
Confiesan que escuchan reggaetón… pero por sus vecinos.
Aguaturbia es sin dudas la banda más importante de rock de nuestro país, por historia, pragmatismo y una actitud que no conoce limites. Una historia que no cabe en un reportaje, quizás ni un libro baste. Un bastión vivo de la música de culto.
La banda se presenta el próximo sábado 1 de junio en la sala SCD de Plaza Egaña a las 20.30 horas, en lo que será la antesala al aniversario número 50 de la banda y las entradas están disponibles en el sitio de Eventrid.cl