Luego de seis años de su último álbum, Natisú vuelve con un potente e importante larga duración titulado “Hay un fuego”. En este, le habla al amor y a la lucha social con un sonido electrónico que incluye sintetizadores, samples y loops para crear una atmósfera poderosamente nostálgica.
Fotografía por @Quediostesalve
Desde su hogar, entre cuadros y plantas, Natisú habla sobre los últimos seis años, en los cuales se cruzaron procesos tanto musicales como personales: “Hay una parte mía que está feliz, pero eso no alcanza a abarcar todo lo que siento, porque fue un trabajo muy largo. Me siento realizada también, más plena y aliviada, porque te deja un gran proceso, abierto por tanto tiempo, que ocupa una parte de tu mente muy importante y estos días han sido muy lindos”.
A pesar de que han pasado pocos días desde que ‘Hay un fuego’ (2021) saliera a la luz, señala que se ha sorprendido mucho de los comentarios que ha recibido: “Yo encontraba que el disco estaba lindo, pero no pensaba que ese iba a ser el nivel de recibimiento, entonces eso me deja muy contenta. Esos han sido mis últimos días, entrevistas, comentarios y haciendo campaña también. Un poco cansada pero bien”.
La memoria permanece
Fueron dos las oportunidades en las que el disco pudo haber salido a la luz. La primera fue en 2017, cuando la pre-producción estaba hecha. Natisú lanzó dos de las canciones que hoy componen ‘Hay un fuego’: “Paisaje” y “La distancia”, pero producto de problemas personales tuvo que posponer el estreno.
Ese fue el año en el que se sumó el productor Iván González, quien también trabaja con Camila Moreno y Dulce y Agraz, y fue gran responsable del sonido que tiene hoy el disco. Entre 2019 y 2020 salieron como adelantos «Hay un fuego», “Amores” y “No somos” y los que estaban desde 2017 fueron regrabados, ya que si bien eran parte del imaginario del disco, no seguían el mismo hilo conductor.
“La producción de 2017 era muy distinta a cómo suena el disco ahora, entonces tuvimos que retomarlas desde otro punto de vista. Eran parte del disco sí o sí, por lo que tampoco quería que quedaran afuera, fueron temas fundamentales para mi en el proceso del disco. Al final quedaron adelantos en una realidad paralela”, dice la primera mujer ganadora del Pulsar como Mejor Productora este año.
La segunda oportunidad se dio dos años después. A pesar de que cuando comenzó la revuelta social ya tenía el disco casi terminado y en algún momento pensaron en sacarlo ese año, la cantante dice que no tuvieron la energía para hacerlo por la vorágine del momento.
Y cuando en verano de 2020 retomó el trabajo, llegó la pandemia, lo que de cierta forma le ayudó a cerrar el largo proceso creativo. “Cada uno tenía sus cosas por su lado, entonces tener que estar en la casa en un medio inmóvil, nos ayudó a tomar algunas decisiones finales y darle a Ignacio, quien masterizó el disco, el tiempo de mezclar”.
¿Cómo describirías estos seis años?
Al principio cuando empecé a componer las canciones, fue una etapa de explosión creativa llena de motivación, de juego, de imaginar sin límites. Pero ya en la grabación, producción y arreglos es más denso, porque tienes que comenzar a poner límites, concretar qué va en cada canción, qué no, tomar decisiones; si estás revisitando las canciones y sus arreglos, puedes estar diez veinte años trabajando en un disco, podría no terminarse. Y esa es la parte más difícil, saber en qué momento cerrar.
¿Qué sientes que ha cambiado en tu sonido desde tu disco anterior “La historia”?
Todo. Somos seres dinámicos, en seis siete ocho años, uno es como otra persona. Pero a la vez no, porque la memoria permanece. En este disco yo tenía la intención de que fuera más electrónica, porque desde el inicio de mi proyecto yo quería que fuera así, pero nunca supe abordar bien esa sonoridad sin que quedara como tecno. Yo creo que lo que hice antes fueron pasos para llegar a este disco y probablemente este sea un paso para llegar al de diez años más.
¿Sientes que has crecido?
Mientras hago un disco, ya estoy pensando en el disco que voy a sacar en tres años más o en diez años más, pensando igual en la persona que creo que voy a hacer. Si bien es un disco distinto en temas sonoros, yo igual noto ciertas similitudes, algo que los atraviesa a todos, y es que soy yo misma. Yo soy el filtro de todo lo que hago. Hay palabras, frases, expresiones que se repiten. Soy yo no más. A pesar de que en el primer disco era una persona muy distinta a como soy ahora, sobretodo en cómo veo el quehacer musical, la industria de la música y cuál es mi rol dentro de esa industria. Hace once años mi mirada era más ansiosa, menos realista y con menos habilidades.
Autocrítica social
El nombre del trabajo resume harto su contenido lírico: nostalgia, el descontento social, el amor, la crítica y la autocrítica. Por un lado, la necesidad de recuperar el impulso creativo inicial, ingenuo y puro que uno tiene en la infancia y la adolescencia, pero por el otro haciendo una crítica de lo que percibe hacia afuera respecto a, como dice ella, “un sistema voraz que nos hace personas voraces”:
“Si bien muches estamos alzando nuestra voz para pedir cambios, exigir derechos sociales y humanos garantizables, también veo que el sistema neoliberal se refleja en nuestros días, en lo cotidiano, las microdecisiones. Yo al menos estoy constantemente tratando de deconstruir eso y tengo claro que hay una parte mía que sigue así. No podría ser tan altanera para decir que no”.
Pero también se habla a sí misma para hacer una autocrítica sobre las conductas neoliberales que aún se tienen internalizadas. “En ‘Hay un fuego’ cuando digo ‘quemen mi ropa y todos mis libros, soy tan ciega como los que gritan’, porque a veces siento que quienes estamos en esta búsqueda de justicia social, pensamos que por esa búsqueda, pudiésemos ser mejores o somos mejor que los que no han despertado. Creo que eso sería caer en otra trampa. No tenemos una superioridad moral, somos más responsable”.
Y agrega: “bueno y hablo del amor también (risas). Dentro de todo esto yo busco amor, porque es super duro vivir en esta sociedad en estos momentos y si no tenemos una comunidad amorosa que nos contenga, nos vamos a la cresta. Entonces, hablo de ese amor trascendental que yo encuentro en mis amigues, en mi familia, en mi comunidad, en relaciones amorosas”
Y esa forma en la que uno percibe la sociedad o el contexto político se cruza harto con lo que uno siente, con el amor que uno proyecta, las relaciones que uno tiene….
Por supuesto. Lo personal es político, lo íntimo es político también. Yo no puedo desligar lo uno de lo otro. No tengo un ser político o un ser amoroso. O un ser social y un ser político. Es como de lo que habla Maturana sobre ser seres biológicos-culturales, que es un sólo concepto. O nicho-organismo. O cuando los físicos hablan de espacio-tiempo, que es una sola cosa. No puedo separar lo que me provoca los movimientos sociales, lo que me provoca ver inequidad, injusticia social, en mis emociones. Y esos sentires y emociones influyen directamente en lo que escribo y hago como música.
Björk, Radiohead, Juana Molina y Bon Iver son algunos de los nombres que sonaron mientras Suazo estaba en pleno proceso creativo de este tercer largaduración, así como artistas chilenos transversales como Illapu y Violeta Parra que han marcado toda su carrera artística. “Cuando era niña me afectaron mucho, en el sentido de que me conmovió y quedó en mí para siempre. De alguna manera igual está… no sé muy bien cómo, pero aparecen esos referentes (en el disco)”.
Activación política
Natisú siempre ha tenido una gran sensibilidad política y, por lo mismo, una de las cosas que la ha mantenido ocupada en los últimos días es la campaña para la segunda vuelta presidencial. Luego de los resultados de las pasadas elecciones, el trabajo con el comando de Gabriel Boric ha ocupado gran parte de su tiempo.
“Ese domingo me fui a la cresta. Salí de votar como a las siete y media, me demoré mucho. A esa hora ya estaba el veinte por ciento de las mesas escrutadas y cuando ví los resultados me puse a llorar en la calle. Así estuve un par de días, como varias personas, y ya el martes despabilé de ese estado de shock. Fue un remezón de realidad, de darnos cuenta de que no estábamos entendiendo bien a las personas con las que no convivimos, de entender que hay harto descontento de varias personas que no piensan para nada como yo y que están tan desilusionadas del sistema electoral que ni siquiera van a votar”.
Por lo mismo, señala que sus esfuerzos los últimos días han estado en estar en espacios de activación política donde se esté conversando de eso, hacer un llamado a votar por Boric y tratar de convencer que el programa de Apruebo Dignidad es lo mejor para todos y todas.
En tu cuenta de Twitter te mostraste muy molesta al ver que habían artistas que no se estaban pronunciando al respecto, ¿cómo lo ves ahora habiendo pasado un tiempo?
El lunes yo estaba muy enojada, como muchas personas. Creo que es comprensible y está bien dejar a las personas sentir rabia en momentos así. Y cuando uno tiene rabia dice cosas que no aporta en esos momentos, pero aún así no puedo evitar que me duela cuando que colegas, teniendo una fanaticada de millones de personas, no ocupen esa plataforma para, por último, si no quieres llamar a votar por Gabriel, que sea en contra de la ultraderecha y la restricción de derechos culturales.
“Algunos sí se sumaron después y no lo veo como algo para felicitar, sino cómo lo mínimo que se puede hacer. A pesar de que mi plataforma es muy pequeña, también me siento con una responsabilidad y siento que el mundo del arte, sobre todo el de la música, se ha ido despolitizando mucho, porque es la industria cultural que más se le ha asociado al retail o las grandes marcas. De todas formas, ahora estoy tratando de no enganchar tanto con la rabia, porque creo que lo importante es movilizarse, movilizar a las personas, juntar fuerzas y seguir”.
De momento, la primera aspiración de la artista es poder montar una propuesta de shows en vivo para darle la bienvenida a este nuevo disco, con una puesta de escena potente, y recorrer con este ciudades alrededor de Chile. «El lanzamiento me ha renovado mi capacidad de soñar con el proyecto. Mis esfuerzos y mis ganas están en tocar», finaliza.