El Viaje de Seth es el proyecto iniciado en 2013 por el artista audiovisual Sebastián Soto Chacón, quien anteriormente había tenido éxito por su labor de director de videoclips para artistas como Nicole, Los Ex y Mon Laferte.
Sin ser un experto en instrumentos y canto, Sebastián quizo tomarse en serio esto de la música, más allá de dirigir videoclips. Fue entonces que comenzó ha realizar sus primeras composiciones, que luego fueron plasmadas en «Primer Encuentro», su álbum debut editado de forma independiente y que navega por sonidos espirituales algo muy autoreferente a su definición como artista.
Con este álbum logró ser destacado en varios sitios y tener una mini gira por México en tres ocasiones, asesorado por su amiga y cantante Mon Laferte, quien radica hace más de 8 años en el país azteca.
Este 2015, El Viaje de Seth estrenó su segundo larga duración, «En el tiempo», un álbum que está más inclinado a lo pop pero que en sus propias palabras aclara que aún mantiene rasgos espirituales de su primer disco. Hoy anda en México promocionando este material, donde ha podido visitar algunas ciudades y tuvo la oportunidad de abrir el show de Mon Laferte el pasado 16 de octubre en el Lunario del Auditorio Nacional de México con más de mil asistentes.
Hablamos con él, nos contó de su acogida del público mexicano, su nuevo disco y más cosas interesantes. Pase a leer a continuación:
Entrevista por Cristóbal Galleguillos (@TobalGallegui)
¿Cómo ha estado todo por México?
Súper bien, demasiado cariño, sorprendido y mucha gente, mucho caos.
¿Buena onda los cuates?
Muy buena onda los cuates, aquí donde uno vaya a tocar es buena la recepción, vendes discos (sea en la calle, en el escenario, donde sea).
Muy buena onda los cuates, aquí donde uno vaya a tocar es buena la recepción, vendes discos (sea en la calle, en el escenario, donde sea).
Aterrizaste en México para abrir el show de Mon Laferte en el Lunario, ¿Cómo fue eso?
Sí, vine especialmente por eso. Ya es cuarta vez que vengo a México, entonces me dije a mí mismo que si no venía por un show grande, no iba a venir, porque igual es un viaje importante en dinero. Entonces me invitó y decidí venir, y me sorprendió enormemente porque ya había ido otras veces al Lunario (cuando ensayé) y me lo imaginaba más grande. Pero una vez que entré, era todo era más chiquito, ahí me calmé un poco y me sentí menos presionado, porque decían que iban a haber cerca de mil personas y era un escenario importante porque está dentro del Auditorio Nacional, que es un escenario importantísimo acá en México.
Sí, vine especialmente por eso. Ya es cuarta vez que vengo a México, entonces me dije a mí mismo que si no venía por un show grande, no iba a venir, porque igual es un viaje importante en dinero. Entonces me invitó y decidí venir, y me sorprendió enormemente porque ya había ido otras veces al Lunario (cuando ensayé) y me lo imaginaba más grande. Pero una vez que entré, era todo era más chiquito, ahí me calmé un poco y me sentí menos presionado, porque decían que iban a haber cerca de mil personas y era un escenario importante porque está dentro del Auditorio Nacional, que es un escenario importantísimo acá en México.
Entonces una vez que me subí al escenario yo pensaba que 30 fans de la Monse me iba a conocer, pero no, fue todo lo contrario, hubo mucho cariño, demasiado yo creo, ya en la tercera canción (toqué seis) me sentí como en un dejavú, me sentí demasiado cómodo, fue todo mágico e increíble. Después me escribieron por Facebook unos fans de México que me querían ver después del Lunario, así que organizamos una firma en la salida, fotos, venta de discos, etc. Me fui muy contento a la casa.
¿Orgulloso del éxito que está teniendo tu amiga Mon Laferte en México?
Sí, más que orgulloso del éxito, me siento feliz, es algo que siempre le decía a la Mon unos años atrás cuando iba a Chile, que iba a funcionar, que tenía que seguir creyendo y que de alguna manera iba a funcionar como le está funcionando hoy en día. Aquí está sonando en la radio, está en primer lugar en la Tienda Mixam, que es la cadena más grande de música acá en México, algo así como la Feria del Disco (cuando existía) en Chile. Tocando en festivales, haciendo colaboraciones, así que cómo no voy a estar feliz, demasiado feliz. Al mismo tiempo agradecido porque comparte su público, su éxito, no es una persona egoísta.
Hace poco estrenaste tu segundo disco “En el tiempo”, ¿Cómo haz sentido la recepción?
He sentido diferente la recepción que con el primero (“Primer Encuentro”, 2013), porque ese fue más conceptual, era mi primer disco, yo no había cantado antes, estaba más a la defensiva, ahora estoy más entregado, me pongo a bailar -cosa que no hacía antes- y prende más la música que la de antes. Creo que ha sido más rápida la acogida, tanto en las canciones lentas como “Pajarito” o “Tus manos de piedra”, que son las que más pegan aquí en México, porque son más románticas. Ha sido una acogida más sincera.
Pudiste incluir sonidos más electrónicos, a mí parecer…
En el primero igual hubo electrónica, pero más lenta. La fórmula que ocupé en este disco es la misma: componer con la guitarra y luego aplicar batería electrónica y sintetizadores. Siento que “Niño” es el tema más diferente del disco, siento que igual de alguna manera se parecen, pero es más ochentero. Hay canciones como “Latidos” o “Dodecaedro” que son más pop, pero mantienen esa acústica porque se ocupan guitarras y baterías reales. He estado pensado en mi tercer disco ya (risas) y me gustaría que fuera bien synth-pop, pero hoy se ha hecho mucho de eso, no sé en verdad.
¿Tienes seguidores en México?
Sí acá en México tengo seguidores, de echo tengo un fan club que es del año pasado, en Chile igual, y es raro porque yo no hago la música para tener fans ni ser reconocido, sino que la hago por satisfacción propia, conectar con diferentes personas y que son específicas igual, porque mi música no llega a todo el mundo, ya que habla de cosas más espirituales. Es mágico que haya un fans club. Luego del Lunario mucha gente nueva llegó a mí, está viniendo a las tocatas, quiere los discos, fotos. Y sí, hay seguidores, y son muy fieles y apasionados.
¿Haz pensado en radicarte en México?
Si he pensado, pero hay cosas que me hacen no radicar aquí por completo, yo creo que si me enamoro aquí me quedo a vivir, pero aún no me ha tocado eso (risas). Pero por ejemplo cuando me vine a vivir en 2013, fueron 6 meses y me costó mucho encontrar trabajo, por eso volví a Chile ,y por eso vine por poco tiempo, porque tengo un trabajo bueno en Chile y hay que estar allá.
¿Cómo ves la escena musical chilena?
Difícil, la veo como un círculo súper cerrado, en el que uno tiene que estar de moda para sonar. Por ejemplo, ahora he intentado sonar en las radios con esto de la nueva ley, pero de alguna forma me dijeron que se había cerrado más la posibilidad, porque muchos quieren sonar en radios, entonces evidentemente se cierra (el círculo). Para estar en festivales hay que tener un mánager, contactos… Bueno que acá en México es lo mismo, la diferencia está en que acá puedes tocar en todas partes y hay mucha gente. La cultura es diferente, los museos pasan llenos de lunes a viernes, valoran más la cultura. En Chile estamos empezando, es difícil, es ambiguo, creo que hay que ser constantes y esperar a que las cosas sucedan. Por ejemplo yo veo a la Javiera Mena, Gepe o al Manuel García que tienen como 15 años tocando y recién ahora se están haciendo masivos. Entonces Chile es un camino de la paciencia y de la constancia.
¿Qué has escuchado últimamente y que recomiendes?
Últimamente he escuchado cosas más pop, como del lado synth-pop, que se llama Years and Years, una banda inglesa. Y ayer precisamente un amigo me recomendó escuchar a Lila Downs, es una mexicana que está rescatando la raíz de la música mexicana y que ha hecho colaboraciones con Café Tacvba. Escucho música de todo en verdad, música zen, para la meditación también.