Luego de vivir por casi ocho años en México, el músico y productor chileno continúa su carrera en Chile y este sábado lanza su segundo LP «Esquimal».
«Mi amigo Andrés Landón produjo el disco de Carla Morrison (cantante mexicana) y se ganó un Grammy Latino, pero de eso en Chile no tienen idea» nos comentó Mon Laferte en 2015. Y es que el nombre de Andrés Landon no es para nada desconocido en la industria musical, sobre todo en México, donde trabajó junto a artistas como Natalia Lafourcade y Carla Morrison. Siendo con esta última compositora, ganador de un Grammy Latino en 2012 por la producción del disco «Déjenme llorar».
Desde ese reconocimiento llovieron las solicitudes para producir discos a diferentes proyectos musicales y Chile no se quedó atrás. En su currículum están marcados los discos «Foto pa ti» de Mariel Mariel, «La Belleza» de (me llamo) Sebastián, «Cómeme» de Paz Court y «Bosque» de Carolina Nissen. Pero en 2016 dio un salto personal al publicar su primer álbum «Indias», un trabajo que juega con sonoridades del pop y ritmos latinos.
El año pasado salió a la luz del streaming su nuevo disco «Esquimal», donde a diferencia de su antecesor experimenta con un género que no es ajeno para él: el rap, pero pasea por otros géneros, dando cuenta que es un artista imposible de encasillar. «Cuando uno ya aprendió a tocar, se aprendió las cosas que hay que aprenderse, el siguiente paso es jugar con eso y con todas sus posibilidades» comenta Landon.
- ¿Cómo definirías a “Esquimal”?
Es un disco que se podría decir “experimental”; pero no experimental de quien dice que experimentará desde la música contemporánea, sino una experimentación más íntima y privada. De jugar con ciertos elementos que no jugué en “Indias”, donde ocupé más la guitarra y en este saqué la guitarra, tiene mucho synth y bajos, que son más protagonistas que la guitarra. Experimenté con temáticas, letras, que se salían de la canción típica de amor, de despecho, de olvido. También le metí más cosas programadas, batería electrónica y a diferencia de “Indias”, este disco lo grabé completamente solo. Tiene más de hiphop que en Indias, donde había solo una canción (Que Gente Más Pesá) y en “Esquimal” se podría decir que es mitad y mitad; tiene harto de letra rapeada.
- ¿Y a raíz de esa canción (Que gente más pesá) te surgió las ganas de hacer un disco en este estilo?
No sé si a raíz de esa canción, quizá esa canción fue una premisa para lo que venía. Pero no es que me hayan dado ganas, siempre lo he hecho también, desde chico. De hecho, mi primera canción en la vida fue un rap que hice a los 8 años. Es algo que siempre me ha gustado mucho, también uno se va soltando mientras te vas metiendo más en este oficio, te vas liberando de ciertos prejuicios y limitantes que uno se autoimpone, como decir “yo no soy rapero, entonces debo estar haciendo rap”. Entonces empecé a crear simplemente, si me salía rap lo hacía no más y no me lo cuestionaba, lo mismo si hacía alguna balada o una canción media tropicalona. La verdad es que quería expresar algo que sentía y pensaba, tanto poética o verbalmente como musicalmente.
- “Esquimal” es un disco que lanzaste el año pasado en formato digital, pero recién ahora lo lanzarás en vivo ¿por qué tanto tiempo?
Pasa que cuando lo estrené el año pasado, todavía no tenía una banda conformada acá en Chile. Entonces me tomó un tiempo en reunir a la gente y luego sacarlo, rodarlo y tocarlo unas cuantas veces en vivo para que esté incorporado, porque no lo había tocado mucho; entonces me parecía un poco imprudente lanzarlo con una banda que no llevábamos ni un año tocando juntos.
También me cambié de sello y había que hacer como una especie de rito por la salida; entonces decidimos relanzarlo, hacer como si el año pasado no había salido y empezar con la promoción desde esta otra plataforma.
Aproximándonos al Esquimal
- ¿Cómo fue el proceso de grabación del disco?
La mayoría se grabó en México, un poco menos de un año antes de venirme a Chile y empezó muy espontáneamente porque todavía tenía mi casa, que era un departamento con subterráneo y ahí tenía mi estudio. En ese tiempo ya había dejado de entregar algunos trabajos, estaba con tiempo libre, sin compromisos, ya me habían pagado todo lo que me tenían que pagar y empecé a tirar ideas, agarrar algunas canciones antiguas y las regrabé. La idea principal era que fuera un EP, pero se empezó a demorar por distintas razones, entremedio me vine a Chile; entonces entre esa demora me empecé a llenar de canciones nuevas, decía “ya, una más”, la cosa fue creciendo y terminó en un LP acá en Chile en mi home studio.
- ¿Y qué te motivó volver a Chile?
Estuve casi ocho años en México, eso es mucho tiempo y me di cuenta que ya tenía una red de trabajo consistente, que podía estar trabajando desde cualquier parte y poder seguir trabajando, que ya no era necesario estar todo el año allá en México. Me encanta México, pero había un rollo de estar con mi familia y la gente que quiero. Empezó a pesarme eso, quería ser parte de la vida de mis seres queridos y se mezcló con esto también, ya podía trabajar a distancia, ya me conocía cierta gente que me encargaba trabajos de México o de Chile. Lo único que necesitaba era un lugar con mi computador y audífonos. Todo eso permitió que me viniera a vivir acá.
- Ya teniendo la experiencia de ambos países ¿qué tan distinto es difundir tu música en México y Chile?
Es más difícil acá en Chile, es más chico, hay menos gente; por ende hay muchos nichos musicales y más pequeños que allá. Acá hay una industria super pequeña, a nivel de comunicación y de estudio, el circuito es pequeñito; pero se contrapone con una super buena calidad tanto a nivel de interpretación como de creación y eso es un buen equilibrio. Pero si comparamos a los dos son abismalmente distintos; en México hay más recursos y dada la composición geográfica del país es más fácil conectarse con muchos otros lugares, a diferencia de acá que estamos muy lejos.
- En México trabajaste de productor y músico sesionista de algunas bandas ¿hoy estás enfocado 100% en tu proyecto solista?
No, no, siempre he hecho dos, tres, cuatro cosas al mismo tiempo.
- Vi algo por ahí de lo nuevo de Paz Court
Sí, pero en ese caso estoy trabajando más como banda, porque los productores de ese proyecto son la Paz (Court) y el Esteban Sumar. Yo estoy ahí más bien como un aliado y un músico. A su vez estoy produciendo lo nuevo de Charly Benavente y siempre salen cositas. De hecho, en este mismo instante, estoy grabando al Pedro Villagra para el nuevo disco de El David Aguilar. Y bueno, sigo trabajando como músico sesionista y productor, eso no se acaba. Me gusta hacerlo, si hago una sola cosa me aburro un poco.
También eres parte de la banda de Mariel Mariel
Produje el disco “Foto Pa Ti” y ahora trabajamos en el nuevo disco en conjunto con el productor Cristopher Manhey, hace poco lanzamos el primer single llamado “Somos de Piel”. Y bueno, hace por lo menos 10 años he sido el director musical de su proyecto, ahora estamos pensando cómo será lo que se viene en vivo.
¿Qué se siente trabajar con una artista que además de ser una notable compositora, instala el feminismo en su música y discurso?
¡Me encanta! Yo soy parte integral de ese proyecto, lo veo como mío, como algo que hemos hecho crecer entre ambos hace mucho tiempo. Por ejemplo, en este disco vienen varias canciones que compuse para ella y me encanta estar trabajando en algo con un discurso potente, con alguien real, que dice lo que piensa y actúa según eso. Me encanta ser parte de eso, ayudar a La Matria, conocer la lucha de muchas músicas que están buscando espacio. Si puede ayudar ahí, genial.
Presente y futuro
El lanzamiento agendado para el sábado 27 de abril en Bar Loreto, también contará con el preshow de Kinética. «Le pedí a ella que abriera el show porque encuentro que entrega una propuesta súper interesante, pocas personas están haciendo lo que hace ella que es mezclar la electrónica súper de textura y sonido con canciones no ambientales, acompañadas de esta sotisficación sonora» dice Andrés.
¿Habrán invitados?
Sí, son los mismos tres invitados que aparecen en el disco porque, como dije anteriormente, el disco lo grabé solo, a excepción de estas tres intervenciones que son Paz Court en “Chiste Malo”, Franz Mesko en “Piña Colada” y Andrés Celis (Apokálipo, Ana Tijoux) en “Dios no existe”.
¿Que se viene después de este lanzamiento?
Quiero promocionar lo más que pueda este disco, si salen videos los iré subiendo. Al mismo tiempo, quiero lanzar algo nuevo para el segundo semestre, una idea que no está 100% concretada. Quiero sacar un EP de cinco canciones nuevas, pero entremedio también saldrán otras cosas; por ejemplo colaboré para una canción con Andrés Abarzua, que es un músico que toca con Rubio y Kinética. Él hizo un disco de productor con distintos solistas entre ellos está Kali Mutsa y Javier Barría.
Previo al lanzamiento estrenó el videoclip de «Esclavo a King». Míralo a continuación: