Este viernes falleció la escritora y dramaturga Mónica Echeverría a sus 99 años, cuya salud se había visto debilitada hace algún tiempo por un accidente cerebro vascular.
Echeverría fue una importante defensora de los derechos humanos durante la dictadura e integró el movimiento Mujeres por la Vida durante aquella época. Incluso, días previos a su muerte asistió a una protesta en Plaza Egaña.
Entre sus obras destacan Antihistoria de un luchador de 1993, que aborda la biografía sobre el sindicalista Clotario Blest, también otros libros como Difícil envoltorio o Crónicas vedadas.
Además de «Cara y sello de una dinastía», que narra la historia de la familia de Agustín Edwards, «Krassnoff: arrastrado por su destino» y «Yo, Violeta», biografía de Violeta Parra.
El fallecimiento de la escritora ha causado pesar en el mundo cultural, social y político, quienes valoran en ella su legado literario y su compromiso con las causas sociales como el feminismo, la desigualdad económica y los derechos humanos.
Este sábado ha circulado en redes sociales una fotografía de ella en el ataúd, vestida de rojo y con un parche en su ojo derecho en homenaje a quienes han sufrido traumas oculares desde el estallido social.
Según señalan fuentes cercanas a la académica, este habría sido su deseo antes de fallecer. Junto a su pecho también lleva la frase «mujeres por la vida», dando cuenta de su incansable mirada feminista.