El músico ovallino y una de las principales figuras musicales de la Región de Coquimbo está presentando su tercer álbum, «La Trampa de la Evolución», una alegoría a la vida post-apocalíptica protagonizado por un ser imaginario que va gestando su historia a través de las 9 canciones que componen el disco.
Hace unas semanas Oscar Hauyon dio el primer paso promocional con un show semi-acústico en el Museo Gabriel González Videla de La Serena. Ahora se suma una nueva fecha en el Centro Cultural Palace de Coquimbo para el próximo 9 de diciembre a las 20 horas, una propuesta en vivo distinta a lo que venía realizando, que incluye una orquesta filarmónica, bailarines y efectos visuales.
La jornada gratuita tendrá de invitados a la banda local We Walk, quienes están promocionando su nuevo EP «Krokodil», además de la artista electropop Victoria Mus. Conversamos con Hauyon sobre este lanzamiento y también del panorama actual de la música regional…
¿Cómo has sentido el recibimiento de este disco?
Estoy muy conforme y optimista con respecto a lo que ha sucedido con el disco. Como que no he tenido que hacer demasiados aspavientos para que se le reconozca entre cierto público, pese a que no es un disco fácil y accesible. Todo este correlato que trae aparejado, con su concepto y concatenación, lo convierte en un álbum de digestión lenta para el que espera la típica colección de canciones con aspiración a hit. Pese a eso, creo que hay muchas personas que han valorado el trabajo que hay detrás de sus arreglos y producción. He recibido muy buena onda desde Venezuela, Perú y Estados Unidos.
¿Cómo ha sido trabajar con una orquesta filarmónica? ¿cómo nació esta colaboración?
La experiencia de trabajar con la sección de cuerdas de la Orquesta Filarmónica Juvenil de La Antena, partió por mi admiración al trabajo realizado por Jorge Legua y otros profesionales en la Región de Coquimbo, que se dedican a formar nuevas generaciones de intérpretes para la música docta; un poco como siguiendo la huella del desaparecido Jorge Peña Hen (Director orquestal y docente de La Serena asesinado en la Caravana de la Muerte, durante la Dictadura). Creo que nuestra región tiene toda una venturosa tradición de orquestas y ensambles doctos que, por mi trabajo como gestor cultural, me ha tocado atestiguar y admirar.
La colaboración partió porque Jorge Legua junto a su orquesta han posibilitado de un tiempo a esta parte la unión de lo docto y lo popular a través de conciertos temáticos sobre películas de ciencia ficción, animé o videojuegos. Ver y oír esas propuestas fueron las que me envalentonaron para acercarme a ellos y decirles «hey, sería interesante hacer algo de pop y de rock con ustedes». Sobre los arreglos de cuerdas que sobrevuelan los beats del disco, estoy muy agradecido de la talentosa pluma desplegada por el músico Sebastián Núñez y por la dirección del maestro Legua.
Cuéntanos detalles del lanzamiento del disco en Centro Cultural Palace de Coquimbo
Una de las principales gracias del disco es su pluralidad de músicos involucrados al pasar los tracks. Hay desde cuerdas nobles, hasta guitarrón chileno, pasando por instrumentación de rock o de música electrónica. La premisa del show es llevar eso de manera íntegra al escenario, y además enriquecerlo con danza-teatro y audiovisual, para que sea una bonita experiencia multidisciplinaria.
Estaré acompañado por el baterista Nico Guajardo (Undergarden), un sexteto de cuerdas de la Orquesta Filarmónica Juvenil de La Antena, bajo la batuta del maestro Jorge Legua, y el DJ Kryss Grandmixer. Además, se podrá ver el desarrollo argumental del disco y su concepto, a través danza teatro en vivo y unas visuales muy decidoras. Tendré en escena otros músicos invitados, como el gran Álvaro Díaz, de la banda El Chaleco de Elodie, cultor del guitarrón chileno, quien también participó del álbum.
Como representante de música hecha en regiones, ¿cómo has visto la movida musical en la Región de Coquimbo?
La Región de Coquimbo es muy activa en cuanto a lo musical. Tienes desde la investigación y creación folclórica de Talo Pinto, hasta la música tropical de Los Viking’s 5 en Coquimbo, o las bandas sound que nacieron en Punitaqui. Hay toneladas de buen rock, desde los más extremo, hasta lo más pop y accesible. Las bandas regionales que yo destaco por sus creaciones, su gestión o por su pericia interpretativa son Fonk Machine, Animales de Lumiere, We Walk, Urban Monk, Los Childrens, Los Minerales, Orlando Sanchez, Micho Quinteros, El Chaleco de Elodie, Malessa, Paralaje, Dinoquake, Fausto Not Disco, Dekomizo, Junior Capacho y un montón más.
¿Santiago ya no es Chile?
Nos quieren hacer creer que así es. Es un error pensar que, si la hiciste en Santiago, la hiciste en todos lados. Hay bandas que son habitués en los contenidos de la «prensa especializada» capitalina, pero luego van a regiones y no los conoce nadie. Creo que la internet ha producido que las escenas musicales se atomicen y profesionalicen «hacia adentro». Por lo tanto, hay que ir a buscar audiencias en otros lados, y en ese sentido lo que queda es trabajar en red, hacer intercambios y no pensar en los territorios como unos superiores a otros. Ya nadie es el dueño absoluto de la pelota en la escena musical chilena.