El quinto disco de Mon Laferte debuta como un álbum teatral en el que narra de principio a fin las etapas de una historia de amor a través de diez temas, de los cuales ya conocíamos previamente los sencillos «El Beso» y «Por Qué Me Fui A Enamorar De Ti»
La explosión musical de Mon Laferte es una realidad hace tiempo y que no solo ha conquistado los oídos chilenos, sino que avanza imparable por América Latina y Europa. Toda una revolución para estos tiempos de streaming.
Siguiendo un poco la dinámica de su disco anterior «La Trenza», lanzado hace un poco más de un año, la cantante compartió a primeras horas en plataformas digitales su nuevo material titulado «Norma», nombre de pila de la artista y que comparte con su madre y abuela.
Este nuevo trabajo discográfico de Mon Laferte resulta ser todo un desafío para ella como cantante y compositora, pero también, toda una declaración de principios: que su talento es tal, que puede grabar un disco de una sola toma y que es capaz de contar una historia de amor, usando las canciones como guión.
Sobre el escenario Mon Laferte es otra. Con adornos en el cabello y una vestimenta elegante, la artista toma las riendas de un papel cinematográfico en donde vive cada canción e interacción con el público como si fuese el último momento en que pudiese hacerlo. Con «Norma» decidió llevar este papel aún más allá y hacer un álbum que narre una historia de amor dividida en diez canciones que tendrán sus correspondientes vídeos que representan diez momentos de esta relación y que al escuchar el disco de corrido, se siente como estar frente a un musical.
Para realzar el carácter teatral que las composiciones de por sí ya tienen, Mon Laferte decidió grabarlo a la antigua. De una sola toma, con todos los músicos tocando los instrumentos al mismo tiempo que ella cantaba y sin edición o mezcla alguna, “Norma” fue grabado en uno de los estudios de grabación más importantes del norte de América, en donde la cantante consideró innovar en sonido y dar un paso más en cuanto a calidad, y de la mano en producción de Omar Rodríguez-López, prodigioso e inquieto músico puertorriqueño y líder de The Mars Volta, grabaron de una sola toma los nuevos temas que componen “Norma”, apostando por la espontaneidad que este incomparable sonido que esto trae.
Y ess a espontaneidad la que quizás sea el punto más importante de esta nueva producción, ya que la mezcla del sentimiento a flor de piel, más la intimidad de los músicos con Mon en el estudio de grabación da como resultado el estar escuchando la historia de amor que en «Norma» nos canta en un salón intimo, donde al mismo tiempo que danzamos al son de las melodías contagiosas que nos regala «Caderas Blancas» o «El Beso», sufrimos con las letras desgarradoras de temas como «Funeral» y «Si Alguna Vez», canción en la que unen voces con el músico mexicano, El David Aguilar.
Puedes ver aquí un vídeo exclusivo de Claro Music del momento de grabación de «El Beso» en Capitol Studios:
«Norma»: conceptual, teatral y real.
Delante de un fondo rojo con una blusa blanca, con el cabello rizado y con lágrimas en su rostro, además de sostener en sus manos un cuchillo y una cebolla, Mon Laferte busca retratar en la portada de este disco la historia de amor que las diez canciones componen. “Quise retratar un poco las etapas que uno vive cuando está en una relación de pareja. «
La canción que le da comienzo al relato que cuenta «Norma», es la cumbia coqueta de «Ronroneo», que le canta al flechazo inicial con ese alguien especial, la historia evoluciona y se convierte en una pasión desatada en «No Te Me Quites De Acá». Con el tercer tema empiezan los problemas: «¿Por qué me fui a enamorar de ti?, si sabía que estaba prohibido», se cuestiona la interprete, dando a entender que sus sentimientos fluyeron por alguien comprometido.
Las dudas, el temor y los miedos protagonizan «Quédate Esta Noche»: «Cuando te diga que te voy a olvidar, no me lo creas por favor. Cuando me veas dudar y dudar, no me hagas caso es que solo tengo miedo». Pero al superar estos temores y declarar su amor en «Caderas Blancas», aceptando este amor que nada tiene que perder, en «El Mambo» los celos del otro aparecen y amenazante se le aclara: “Esto me huele a macho cocinado en juguito de facho. ¿Por qué estás marcando terreno?, si siempre te lleno el vaso muchacho”.
La siguiente parte de la historia continua con «El Beso», primer sencillo que conocimos de esta narración y que anuncia que la relación ya no es la misma y que siente que el siguiente beso será el último. La cosa se pone densa en «Cumbia Para Olvidar», las cosas no van bien y no es fácil aceptarlo. La penúltima canción, que es la favorita de Mon Laferte en este disco, es la etapa en la que la relación está llegando al máximo nivel de hastío que incluso ella prefiere soñar que todo termine. «Quisiera estar en el mar, que me lleven las olas, quiero dejar de respirar. ¡No me despierten, quiero soñar con nuestro funeral!»
El disco y la historia final termina con «Si Alguna Vez», una bachata en el que Mon Laferte unió su voz con el talento de El David Aguilar, músico con el que ya habían colaborado en vivo y que fue parte de las grabaciones de «Norma». Éste último tema es un recordatorio de agradecimiento a esa persona que tanto se amó, que ahora ya solo quedan los recuerdos, pero que fue un hermoso amor.
Los 36 minutos que dura el disco deleitan con una variedad de géneros que pasan desde las cumbias a los boleros, del tango al mambo, todo con el propósito de hacer que el ritmo ayude mejor a contar mejor la historia de las canciones. “Conscientemente elegí los ritmos, porque como todas las canciones cuentan una historia me parecía que tenía que ser también como teatral, no solo en la letra sino que musicalmente también te llevara a una historia”, explicó la artista en una entrevista reciente con The Associated Press en Nueva York.
Entre la treintena de tatuajes que Mon Laferte tiene en su cuerpo, el que en su brazo izquierdo retrata a una mujer de pelo largo y rodeada de flores es el que probablemente está más ligado a sus orígenes. La imagen representa a su abuela Norma Herrera, una artista de boleros que le heredó el amor por la música y parte de la banda sonora de su infancia: Margot Loyola, Cecilia, Chavela Vargas, Mercedes Sosa, Palmenia Pizarro, Zambo Cavera, son algunos de los nombres que conforman el registro de folclore latino que más adelante formaría la identidad musical que se ha acrecentado desde su tercer disco “Mon Laferte vol.1”.
Heredera del desplante escénico y el canto con sentimiento de Palmenia Pizarro y Cecilia, La Incomparable, el nombre de Mon Laferte resuena con una música que se sale de lo que hoy reina en las listas de lo más escuchado en radios y plataformas de streaming, y que juega con los géneros musicales que escucharon nuestros padres y abuelos, apropiándose de ellos con su propio toque, acercando esos estilos y sus exponentes a nuevas generaciones.
Mon Laferte es parte de la generación que ya no se rige por los géneros musicales, que es libre de experimentar con los estilos que le acomoden y con los que se sienta bien. A partir de su tercer disco, con éxito con canciones como «Tu Falta de Querer» y «Mi Buen Amor» ha demostrado su capacidad de releer y adaptar ciertas maneras de escribir, cantar y componer, que se caracterizan por su fuerte carga sentimental, popular e incluso, algo cebolla, estilo que se caracteriza por llevar el sentimentalismo a flor de piel, donde el amor, los celos, la pasión y el desengaño se viven al máximo.
Laferte no tiene problema alguno en ser catalogada como una artista cebolla, a pesar de que en su paso por Rojo, fama contra fama se sintió mal en algún momento por ser encasillada así, hoy se apropia del término sin resquemores. En una entrevista para un canal de televisión nacional, no titubeo en aceptar que tanto ella como su música es cebollera. “Mi música es totalmente para hacer llorar a la gente”, sentenció. Y es que a pesar de los prejuicios que esto pueda conllevar, Mon Laferte se la juega por la música cebolla con profesionalismo y oficio, un gran valor para la historia de la música nacional que tanto menosprecio le dio a los artistas de música cebolla.
En la prensa nacional, comunes se han hecho las comparaciones de Mon Laferte con Palmenia Pizarro y Cecilia, La Incomparable, por el sentimentalismo de una y por el tono desgarrador de la otra. Aunque las comparaciones siempre son molestas, cierto es que ambas artistas han sido gran fuente de inspiración en el desarrollo de Mon Laferte como artista e incluso tuvo la oportunidad de recibir sus consejos mientras crecía como artista.
Es la misma Mon Laferte quien confiesa en un reportaje para un canal de televisión público su admiración por Palmenia Pizarro y contó cómo fue que la conoció en sus inicios en los bares de Valparaíso: “Debo haber tenido como unos 15 años cuando la conocí. Entré con ella a su casa una noche, me enseño trucos de cantar, me enseñó como respirar. Me regalo un esmalte de uñas rojo y un vestido blanco con brillo y dormí en la misma cama con ella. Eso nunca lo voy a olvidar”
El mítico Pablo Aguilera de Radio Pudahuel comparó a Mon Laferte con Cecilia La Incomparable, ya que ambas desde que comenzaron a sonar en las radios, causaron gran interés ante sus voces únicas, desgarradoras, medias ronquitas y que siguieron llamando la atención por su innovación, rebeldía y desplante sobre el escenario. “Mon Laferte está en una etapa muy similar a los mejores años de Cecilia. Es lo más grande que hemos tenido en los últimos años y a nivel internacional”.
«Norma» es la confirmación de la madurez y la potencia musical de Mon Laferte. Es el florecer de su manifiesto artístico al reencontrarse con el estilo que puso el ojo de Latinoamérica en su música gracias a su infancia siendo criada al son de la música de su abuela Norma.