La banda chilena más importante de los últimos 20 años se presentó ayer ante miles de personas en la Plaza de la Dignidad, marcando así su regreso a los escenarios desde Vive Latino en 2014.
Fotografías de Andie Borie
Luego de su receso indefinido a comienzos del 2014, todo fue silencio para los millones de seguidores de la banda oriunda de Concepción. Las duplas de hermanos López y Duran se dedicaron a sus proyectos por separado (LÓPEZ – Lanza Internacional) y Mauricio Basualto se mudó a la región del Biobío.
Eso hasta la tarde de este jueves 12 de diciembre, cuando a través de sus perfiles personales de Instagram los miembros de la banda de rock mas importante de la década de los dos mil publicaron una cuenta regresiva acompañada de una imagen del monumento al General Baquedano en Plaza Dignidad lleno de lienzos en el contexto de las marchas que se llevan acabo desde el 18 de octubre. La imaginación de miles se echó a volar.
Pocas horas después la noticia fue oficial, Los Bunkers se reunirían para un concierto en Plaza Dignidad y serían acompañados en la antesala a su presentación por Inti Illimani.
Así fue, a las 18 horas era casi imposible transitar cerca del camión stage que se instaló a un costado del obelisco en memoria del presidente Balmaceda.
Con evidentes deficiencias en la potencia del sonido comenzó el concierto con Inti Illimani. Interpretaron clásicos como El Aparecido, Arriba Quemando el Sol y El Pueblo Unido desatando el canto desgarrado de miles de gargantas que a esa hora colmaron los espacios a cuadras a la redonda.
A las 19 horas en punto subieron al escenario Francisco y Mauricio Duran, Gonzalo y Álvaro López y Mauricio Basualto. Los Bunkers se volvían a reunir después de casi 6 años de receso. La emoción era incontenible, al lado desde donde nos encontrábamos muchos rompieron en llanto antes del primer acorde. Se colgaron las guitarras, se encendieron los amplificadores (mención especial a dos técnicos emblemáticos de la banda y de nuestro país: Anthony Guterac y Conejín) sonaron las baquetas y así, luego de años de silencio, especulaciones y una espera que parecía eterna, Los Bunkers volvían a interpretar Ven Aquí. No se escuchaba lo que cantaban, pero eso no importaba, todos nos sabíamos la canción y la coreamos al unísono.
Nueve canciones completaron un retorno soñado. Santiago de Chile, cover de Silvio Rodríguez, sonó con furia, una canción urgente en estos días. Llueve sobre la ciudad, Canción para Mañana, Nada Nuevo Bajo el Sol, El Necio, No Me Hables De Sufrir y Bailando Solo completaron el setlist.
La última canción no necesitaba ser presentada. Miño representa quizás el canto de una generación entera, aquella generación de hijos y nietos de la dictadura, de aquellos que saben del miedo pero que se atrevieron a desafiarlo.
Un regreso urgente, una canción valiente que forjó el espíritu contestatario de decenas de protestas anteriores y que tuvo su máxima expresión en la revolución que por estos días vivimos. Los Bunkers son de aquellas bandas que, aunque pasen los años, incluso décadas, podrán dejan de existir físicamente, pero que serán recordadas más allá de sus éxitos y fama, por haber inspirado transversalmente a generaciones completas. Pudieron haberlo hecho de muchas formas, con marketing avasallador, llenando estadios y facturando millones, pero no. Decidieron volver junto al pueblo, tocando en la calle, para la calle. Gracias. Gracias por hacernos sentir parte de la historia. Feliz retorno, los estábamos esperando, muchachos.
Galería de fotos por Andie Borie