Este martes se dio a conocer el nombre del Premio Nacional de Música 2016, que resultó ser para el intérprete, compositor, arreglador, director de coros y orquestas: Vicente Bianchi.
Para muchos puede ser indiferente lo que este artista ha hecho por la música nacional, así lo refleja el Estado que tras 17 veces (según informó Bianchi a Cooperativa) intentando ganar este premio, al fin tiene su reconocimiento. Bianchi ha fundado gran parte del cancionero popular que actualmente se mantiene vigente y que escuchamos continuamente cada 18 de septiembre, en cuanto acto en conmemoración a esta fecha exista.
Hagamos un repaso por su historia, que no te dejará de sorprender…
Nacido en 1920 en la comuna de Ñuñoa, se crió desde muy pequeño entre instrumentos por lo que un futuro ajeno a la música era casi imposible. Con apenas seis años, entró a estudiar con los maestros Daniel Julio y Olga Águila, y a los 11 (en 1931) entró al Conservatorio de la Universidad de Chile, donde cursó estudios completos de piano, composición y dirección orquestal.
A los 10 años (un año antes de comenzar sus estudios formales) tuvo su estreno en el campo popular, en el programa para niños ‘‘El abuelito Luis’’ de la desaparecida radio santiaguina Otto Beckers, donde tocaba adivinen qué, sí, el piano.
Sus primeras composiciones datan desde sus 18 años, cuando sus piezas figuran en la película «Amanecer de Esperanzas» (1941) de Miguel Frank. Una de sus canciones luego fue adaptada por el mexicano Pedro Vargas, conocido por su interpretación del clásico mariachi, «El Rey».
Bianchi es un hombre comprometido con la música chilena, colaborando con varios artistas sin importar el color político y estilo musical: Dentro de su carrera se encuentran trabajos con la orquesta del Ejército de Chile durante el periodo de dictadura hasta Patricio Manns, Lucho Gatica y Pablo Neruda. Respecto a este último, en 1955, durante las Fiestas Patrias de ese año, Vicente se sentó al piano a concretar una idea que traía desde Perú: componer música para versos de Neruda, escogiendo el poema ‘‘Manuel Rodríguez’’ del libro ‘‘Canto general’’ (1950).
Lo que en un comienzo sería una cueca, finalmente decidió darle un giro hacia la tonada creando la popular «Tonada de Manuel Rodríguez» dada a conocer con las voces de Silvia Infantas y los Baqueanos de la orquesta del músico chileno. ‘‘Me junté con Neruda para presentarle las tonadas y se volvió loco con esta cosa porque dijo que era lo que había siempre soñado: tener la oportunidad de llegar al pueblo con sus versos cantados. Porque la gente lo leía, pero ahí quedaba todo’’, recuerda Bianchi en una entrevista con Musicapopular.cl
Tan popular fue esta tonada que hasta el día de hoy es indispensable al hablar de folclor chileno. Otros poemas que unieron a Neruda y Bianchi fueron ‘‘A la bandera de Chile’’, ‘‘Salitre’’, el ‘‘Poema XV’’ o a cuatro de los ‘‘Cien Sonetos de Amor’’ como ‘‘Antes de amarte’’ y ‘‘Te quiero porque te quiero». Además de este sueño, el músico logró cumplir otro anhelo del poeta: Grabar sus poemas con su propia voz.
Su amistad fue muy férrea, tanto así que ambos se juntaron días previos a que Neruda falleciera en 1973. En ese instante le entregó uno de sus últimos versos bajo el título de «La noche de Chillán», que años después fue interpretada por Santiago Cuatro para la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar 1998.
Es que el legado de este músico supera todas las barreras, e incluso lo religioso. En 1964, tras el Concilio Vaticano II, el Papa Juan XXIII permitió cantar y celebrar las misas en el idioma de cada país, dejando en el pasado las misas en latin. Es entonces que Bianchi presenta su Misa a la chilena al Cardenal Raúl Silva Henríquez, que incluía ritmos mapuches, cantos corales, danzas nortinas y una cueca al cierre. Una propuesta que no estuvo exenta de polémica: ‘‘Todo lo nuevo generalmente provoca oposición. Pero al final logramos imponernos. Viejitas llorando llegaban a comulgar, vinieron de la televisión francesa a filmar cómo era esta cosa de las misas criollas’’, describe el compositor.
A pesar de su edad y las distintas que dificultades que ello implica, el pasado 17 de agosto el músico de 96 años lanzó un nuevo disco, «Chile Fértil», el cual pudo llevar a cabo con financiamiento del empresario Leonardo Farkas. Son 10 canciones que muestran nuevas versiones de clásicos de su carrera y material inédito. Pronto estará disponible físico y digital, por ahora solo queda esperar que este grande de la música chilena nos sorprenda nuevamente.
¡Más que merecido el Premio Nacional de Música!
Fuentes: Memoriachilena.cl y Musicapopular.cl