Reseña por Francisca Arnalot
Un nuevo corto animado está dando de qué hablar tanto en el país como en el extranjero. ‘Bestia’, de Hugo Covarrubias, ya fue premiado en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy y fue ganador del Festival Chilemonos, lo que lo pone en carrera los Oscar. Su galardón más reciente es el de mejor cortometraje animado en el festival Imaginaria en Conversano, Italia.
Su director pasó del teatro al stop motion (animación fotograma a fotograma). Desarrolló esta idea con financiamiento de Corfo y luego se llevó a cabo el corto gracias a un Fondo Audiovisual. Este es el tercer cortometraje de Covarrubias, y si bien se ha caracterizado por sus relatos oscuros, este probablemente es el más crudo, ya que se sumerge en uno de los hechos más sórdidos de la historia del país.
El corto muestra la rutina y mundo interior de Ingrid Olderock, ex agente de la DINA en 1974, conocida también como la mujer de los perros, luego del libro de investigación homónimo de la periodista Nancy Guzmán. Con grado de capitana trabajó en el recinto de torturas La Venda Sexy, ubicado en la comuna de Macul, en Santiago. Participó activamente en la Operación Cóndor por medio de espionaje, torturas y desapariciones. Fue acusada de adiestrar perros para violar a prisioneros y además fue instructora para entrenar a otras mujeres en estas prácticas.
Bestia es una pieza admirable no solo por la forma, un trabajo de una técnica exhaustiva con un resultado impecable, en donde se retrata correctamente objetos y ambientes de esos años, sino que también por el fondo y cómo lo aborda. Siempre desde la perspectiva del personaje principal, se muestra todo sin disimulos y no con pinceladas superficiales como muchas veces sucede.
Si bien hay muchos elementos fidedignos a la historia real, como la ambientación de época, su apego al origen nazi y el hecho de que utilizaba a su propio perro, el corto es también una fantasía en el sentido que se crea un mundo en donde podemos ver la paranoia de su mente, luchas internas y la destrucción de su mundo cuando la reciben por última vez en el centro de tortura.
“Ella siempre hizo creer a la justicia que estaba loca por una bala que tenía alojada en su cabeza”, dijo Nancy Guzmán para explicar que haya muerto sin condena. Bala que es uno de los elementos principales durante el corto. De alguna los realizadores logran crear a un personaje psicópata que a la vez tiene miedos e inseguridades.
“Es una radiografía de un país que está fracturado y que está lleno de heridas que no están todavía ni cerca de sanarse” afirma el director. Y es que es un pasado que aún estamos aprendiendo a mirar, una de las realidades más fuertes y a la vez recientes que no está ni cerca de asimilarse en su totalidad y que este tipo de trabajos nos ayuda a procesarla solo como una buena obra de arte lo logra hacer.
Bestia deja a la animación chilena nuevamente en lo alto a nivel mundial.