Luego de sus álbumes Corte Elegante (2018) y Antípoda (2022), la orquesta rapera volvió a soltar un trabajo que mezcla un sonido melodías cincuenteras con el rap puro de los años 2000 para crear un viaje que te atrapa y te muestra la versatilidad de este novedoso proyecto musical.
El tercer álbum de La Brígida Orquesta fue lanzado después de una larga espera y sólo dos días antes de su concierto en el Teatro Caupolicán, el cual le dio inicio a la gira nacional que se encuentra realizando la banda apropósito de este importante lanzamiento. Por esto, sus asistentes tuvieron la maratónica tarea de digerir esta entrega antes de poder corearla con los once integrantes de la banda en el escenario.
A pesar de que el número de tracks es el mismo que el de Corte Elegante (2018), este nuevo trabajo titulado Música para la Inmensa minoría (2022) tiene todo un mundo interior distinto. Mientras su primer álbum es una presentación fuerte, energético e imponente, esta nueva placa actúa como antítesis y pide un poco de calma a través de sus introspectivas melodías.
Y es que, si hablamos de tiempo, este es el trabajo más largo desde que el proyecto musical nació. Es como si nosotros fuéramos el personaje dentro del bote que aparece en el arte de la portada y al darle play comenzáramos a navegar por este viaje trazado por la orquesta que comienza con una introductoria The Frask, sigue con la conocida Qué tan arriba y descansa en El Olvido y Mejor, Mucho Mejor.
Tue-Tue es como una pausa entre las serenas aguas para dejar entrar el funk y una divertida lírica, que recuerda un poco a Elba Surita, tras lo cual volvemos a sumergirnos en las aguas cristalinas y la hierba alrededor, entre la que escuchamos las tranquilas melodías, que en El Espejo y Caramelo recorren los años 50’ pero hablan de una realidad latente.
No es raro que al oírlo se sienta una atmósfera un poco vintage, ya que este trabajo, como los dos anteriores, están grabados en cinta análoga, lo que puede explicar el sonido orgánico que tanto caracteriza al conjunto rapero.
Y de repente, aparece Brigidamente. En casi siete minutos, la canción rompe la burbuja de tranquilidad para llevarte a un inquietante sonido de letras contestatarias que representa la columna vertebral de este novedoso proyecto musical nacido en 2017: el rap puro y duro, característico de inicios de los 2000, acompañado de uno de los grupos más influyentes del rap chileno, Mente Sabia Crú.
El viaje termina con los altos y bajos de La Chiripiolca, para luego anclar el bote en Ansiedad, canción que nos vuelve a traer ese sonido análogo y le da el broche de oro a un viaje de cerca de una hora que, aunque tranquilo, grita un sonido que no responde a tendencias ni modas, sino que nace desde un alma rapera que se enfrasca en una lucha constante por reposicionar el rap como uno de los movimientos más importante e inquebrantables de la música chilena.