Se acabó la espera. El reloj marcaba las 11:00 horas del 28 de septiembre y las redes sociales ardían luego de que se revelaran los nombres de los artistas que se presentarán en el hoy extra-conocido Festival Lollapalooza a realizarse el 1 y 2 de abril del próximo año en el Parque O’Higgins.
Además de los nombres internacionales que funcionan como marketing seguro para el festival que tuvo sus inicios en nuestro país en 2011, este año el cartel sorprendió con muchas y variadas propuestas musicales made in Chile. De Weichafe a Gondwana, de Lucybell a We are the Grand, de Liricistas a Paz Court, de Prehistöricos a Newen Afrobeat. Así, un híbrido de sonidos de ayer y hoy producidos en tierra chilena se fusionan con propuestas extranjeras en un escenario que –supuestamente- apunta a lo joven, fresco y alternativo.
Con estos datos no resulta extraño preguntarse ¿cuánta frescura puede encontrarse en un line-up que tiene como headliner a Metallica y a bandas chilenas cuyo apogeo fue hace unos diez, quince o veinte años? Poco, dirán muchos, y puede ser, pero la realidad es que más allá de las agrupaciones que sonaban fuerte a principios de los 2000′ y que se han dormido en la comodidad del saber que sus canciones están aún plantadas en el inconsciente colectivo del pueblo chilensis, hay nombres escritos en letra chica que hacen que valga la pena el sol en la espalda todo el fin de semana y la vuelta a casa colgando de la micro.
Una de las propuestas frescas y jugosas que aconsejamos no perderse en este Lollapalooza es Mariel Mariel (en la imagen), artista chilena que reside desde el año 2009 en México y que ha sabido cultivar un estilo propio que juega con distintos géneros y estéticas, sin miedo ni prejuicios. Reggeatón, pop meloso, pasajes arábigos, sensualidad y mucho flow latino es un poco de lo que puede encontrarse en su más reciente disco titulado “Foto pa’ ti” (2015), placa producida por el prolífico Andrés Landon. Así, sin tener demasiada prensa aún en nuestro país (a pesar de haberse ganado el premio Pulsar por Mejor Artista de Música Urbana 2016), Mariel Villagra logró ganarse un espacio importante en la escena independiente de México gracias a una propuesta que abole cualquier frontera geográfica y que cuenta con deliciosa experimentación y originalidad dentro de un pop con estribillos pegadizos y atrapantes que la han llevado a girar exitosamente por distintos rincones de América del Norte. Un imperdible para aquellos que escarban en la música con el afán de encontrar sinceridad, búsqueda y acción.
Otro de los proyectos nacionales que deberían estar escritos con letra gigante y glitter en el cartel del festival, tanto por su calidad como por su sinceridad, contenido interesante y actual es Alex Anwandter, músico que recientemente llenó el Teatro Caupolicán en el marco del lanzamiento de su último trabajo discográfico “Amiga” (2016). Con tres LP bajo el brazo, Andwanter –ex Teleradio Donoso– ha cautivado poco a poco al público chileno y extranjero gracias a un pop que derriba la mala fama del mismo género, pues lo bailable y hedonista de la música se acompaña por letras que hablan sin tapujos ni decoraciones de machismo, libertad sexual y política, mostrando claramente una postura y una militancia a través de la canción. Si no se puede bailar, no es mi revolución, afirmaba una frase famosa entre los busquillas indie de mitad de los 2000′, y aquí hay un exponente clave y genial de lo que eso significa. Si Alex toca solito con su guitarra y backing tracks en el set del hermoso catálogo de bandas alternativas del programa de radio de Seattle, KEXP, y la descose; te dan ganas de llorar y de bailar al mismo tiempo, te dan ganas de que no termine nunca, imagínense a banda completa. Agiten, bailen, canten y vuélvanse a casa con sudor fresco producido por beats pensantes y amables. No por nada es uno de los chilenos nominados a los Grammy Latinos 2016 junto a Mon Laferte.
Prehistöricos es una de las últimas joyitas del sello Quemasucabeza, y gente como Robert Smith –líder de The Cure, banda que teloneó en el Estadio Nacional en 2013- lo sabe. Drama, melancolía y oscuridad abrazados a delicados y bellos arreglos hacen de las canciones compuestas por Tomás Preuss un exquisito festín de pop atmosférico, digno de ser escuchado con atención y a corazón abierto. Pop de autor, dicen algunos, y no se equivocan, pues en “La velocidad de las plantas” (2016) –tercer y más reciente disco de la banda- hay paisajes sentimentales muy propios y privados siendo expuestos y compartidos en un cálido y resonante impulso por abrir y soltar. ¿Suena algo apagado para un festival del tipo hype? No crean, Prehistöricos es un baile introspectivo que no debe dejarse de lado.
Con todo esto de los frescos y nuevos aires musicales no queremos menospreciar a bandas como Lucybell o Gondwana, pues supieron marcar fuertes pautas para los extra-jóvenes de hace unos años, pero sí hay que mencionar que éstas bandas no han encontrado la capacidad de resurgir con propuestas que interesen y llamen la atención del público y prensa actual, por lo que su inclusión en el cartel de la sexta edición del festival puede ser divertida para los nostálgicos que aman cantar a todo pulmón los hits de antaño, pero poco tiene que ver con el supuesto espíritu del festival. En fin, de todas maneras hay para todos los gustos y edades.
Una de las nuevas figuras que está alcanzando poco a poco la masividad en nuestro país es (me llamo) Sebastián, músico de 28 años que a través de un pop puro y duro regala sus confesiones íntimas para el mundo. Maltrato, represión, inseguridades físicas y dolor causado por las expectativas externas, son algunos de los temas que el artista trata en sus letras, que han podido cautivar a un público juvenil que aplaude fervorosamente y clama por líderes musicales de esta índole. Actualmente está de gira por Europa y prepara el disco sucesor de «La Belleza», que fue adelantado hace unas semanas con su single «Las Polillas», producido por Cristian Heyne.
Si de frescura, energía y latinidad hablamos, Tus Amigos Nuevos tiene que estar sí o sí en la lista de los proyectos para considerar y disfrutar durante los días de festival, o más bien, durante los días en general. Rock fiestero y solvente con toques de punk lo-fi lleno de color y juego, son las armas con las que felizmente ataca la genuina boyband que ya cuenta con dos discos bajo el brazo: “No si son” y “Triunfo moral”. Alejado del rock serio y demasiado sensible, Tus amigos nuevos tiene una crudeza amigable y coreable, tiene luz y humor y el reflejo exacto y envidiable del caos que causa la honestidad de cuatro amigos en una misma sala de ensayo.