La música instrumental en Chile está tan subvalorada, pocos se destacan y esto no se debe a la mala calidad de sus artistas, sino que como «melómanos» no nos hemos dado el tiempo de buscar e investigar proyectos nuevos de este género, como lo hacen por ejemplo O RU O, banda integrada por Andrés Añasco en batería, Tomás Alliende en bajo eléctrico y Dante Sabando en piano, muestran a través de un álbum homónimo de ocho canciones una mixtura de sonidos latinoamericanos imposibles de no dedicarse aunque sea 20 minutos a escucharlos.
A ratos Dante sonaba muy Claudio Parra (Los Jaivas) con esa destreza tan particular en el piano, sin más protagonismo que las teclas y él. Probablemente Los Jaivas esté dentro de sus influencias más representativas, dado que muchas de sus canciones como «Iniciación» (cuyo videoclip lo puedes ver acá) se familiarizaba en ciertos acordes a «La Conquistada». O RU O fusiona de una manera exquisita lo propio del jazz moderno, la cueca y elementos de la música aborigen de Chile.
«O RU O», un nombre tan especial para un grupo muy especial. Según sus autores, proviene de una frase de Lola Kiepja, conocida como «la última chamana selk’nam (u ona)» del planeta, quien falleció en 1974 y maravilla con sus cantos de los que afortunadamente aún hay registros. Si bien la banda no hace música indígena propiamente tal, le rinden un tributo -a su manera- a un pueblo que fue destruído, un pueblo víctima de la evolución y la ambición. Navegar por las ocho canciones del álbum, es navegar por un mar de emociones sin retorno, es demostrar que se puede expresar sentimientos sin voz, es imaginar paisajes, es dimensionar que hay talento joven y que se está haciendo música real en nuestra escena.
Dese el tiempo y escúchelos…