El fin de semana pasado, se llevó a cabo uno de los festivales más grandes a nivel nacional de carácter gratuito, esto es “Rock en Conce”. En el que, a pesar de tener una muy baja participación femenina, este 13,64% de proyectos liderados por mujeres supieron derribar los prejuicios y construir una atmósfera fascinante de música y espectáculo entre el rock y la psicodelia de Camila Moreno y el Pop de Dulce y agraz y Javiera Mena.
La encargada de representar al género la primera jornada fue Javiera, quien trajo su sonido eléctrico y pegajoso a la octava región incluyendo coros y danzas al ritmo del beat. Un show que demuestra un arduo trabajo artístico y gestión previa, evidenciado en la performance y el vestuario. Respecto a este último, la cantante en modo camaleón conquistó el escenario del festival; inició como incógnita bajo su overol plateado, luego se encargó de lucir sus lentejuelas y lentes de otra era junto a su equipo, para finalizar, agitada por el movimiento y los acordes, bajo un negro imponente.
En cuanto a su relación con la capital regional, la artista recordó que “Venía a tocar en pequeños barcitos y ahora desembocada en este gran festival rec gratuito, 75.000 personas… ¿Qué se siente? Se siente hermoso y ganas de celebrar también. Para mi es un honor venir a tocar y siempre hay que ponerle ojo especial, porque Concepción es un público exigente” y refiriéndose al momento de reclutar a su equipo añadió que “Si yo tengo un poder de poder elegir a músicos y direccionar un proyecto, me gusta priorizar el trabajo con mujeres y también me encanta el trabajo con hombres. Creo que es una buena mezcla, como el ying yang: femenino y masculino”.
Continuando, el día domingo fueron los hermanos Ilabaca los encargados de abrir fuegos con su banda infantil Achú, la cual incluye a Natisú cómo vocalista y más tarde se presentó Peter Ron, con Daniela Castillo en la guitarra. Sin embargo, la segunda propuesta femenina en subir a escena fue Dulce y agraz, el proyecto solista de Daniela González, quien se reveló en esta versión de “Rock en Conce” y montó un formato distinto al que solíamos verla; con visuales, el vestuario trabajado junto a David Rubilar de la tienda Visón y una nueva formación de la banda que añade a Cristian Dippel (Ex Niño Cohete) y a Kimi Burgos en la guitarra y coros, sumándose a los ya conocidos: Luciano Soto (Joya Plastika) y Ariel Concha.
Durante la conferencia de prensa, Daniela apuntó como sus actuales referentes a la canadiense Kroy y a las colombianas Ela Minus y Elsa y elmar, acentuando la música electrónica y hecha por mujeres. Respecto al festival en sí, afirmó que “Es muy bacán que Conce se haya hecho responsable de lo que tanto predica, ya que predica mucho que es una ciudad de la música y que aquí nosotros nos podemos desarrollar, podemos vivir a base de una carrera artística y yo encontraba que eso era una mentira hasta que llegó el REC a darle peso a ese discurso”. Por otro lado, criticó a la organización diciendo “Me parece súper penca que dentro de un montón de bandas solo haya 3 proyectos liderados por mujeres, porque existen muchos proyectos de mujeres como la Mariel Mariel, la Yorka, la Natisú, está Denver, entonces ya no tenemos la excusa de que no hay mujeres en la música, porque hay. Lo que pasa es que hay que meter la pata con más fuerza”.
También aprovechó de referirse a sus colegas señalando que “La escena local se ha consolidado gracias a mujeres como la Feña Leiva, la Análoga, Giyil y todas estas niñas que están dentro del festival BRAVA!… ningún grupo de hombres vino a consolidar la escena, sino que tuvimos que nosotras meter la pata para abrir espacios, de lo cual estoy súper orgullosa”.
Finalmente, después de tanta espera desde su concierto en el cerro caracol, Camila Moreno regresó a Concepción para deleitar a los oyentes con una especial selección de su repertorio que presenta canciones de su último disco “Mala madre” y lo más consolidado con temas cómo “Incendié”, “Cae y calla” y “Millones”, en una versión renovada: mucho más distorsionada y rockera, dejando atrás el folk que la caracterizó durante sus primeros años de carrera.
Camila y su banda en aproximadamente 45 minutos mantuvo una conexión vibrante con el público, danzando y coreando de principio a fin. Llenando todos los rincones del sector con poesía, conjuros y la energía canalizada en su voz rabiosa y potente. Entregándose, ya que en pocos meses dará su último concierto en el Teatro Caupolicán, para dar paso a un cese indefinido de girar y tocar.
Siendo sólo 3 de 22 propuestas en total; lograron hacer ruido, cautivar al público penquista con sus composiciones y hacer bailar a todo el parque, sacándole el jugo al tiempo estipulado para sus presentaciones y dándolo todo en esta importante vitrina que otorga un evento masivo de tal magnitud como REC.