Por Janine Aravena / Fotos por Valentina Palavecino
Cuando se trabaja por eso que nos hace sentir bien, que nos da tantas vuelta en la cabeza que lo terminamos compartiendo con las personas que nos importan, es un proceso que puede fluir de manera natural y reunirnos, o dispararnos hacia distintas direcciones.
Ese impulso que se produce al entregarse a un proyecto hasta quererlo por múltiples razones, puede verse reflejado en el único disco publicado por Daniel Riveros y Javier Cruz, la dupla que conforma Taller Dejao, proyecto que inició a Gepe en la música junto a uno de sus amigos de toda la vida en San Miguel.
El pasado sábado 6 de octubre, Taller Dejao revivió en la explanada de Matucana 100, su único título publicado, El brillo que tiene es lo humano que le queda (2004). La reunión de Riveros y Cruz, sin duda marcó el punto más emotivo de las celebraciones por los 20 años del sello independiente y ya histórico dentro de la música nacional, Quemasucabeza.
La discográfica posee un catálogo que despegó luego del primer compilado Panorama Neutral, publicado un año después que el debut de Taller Dejao y que reunía nombres que no dejaban de repetirse en bares y cafés de la época, como Familea Miranda, Congelador, Mostro, Fredi Michel, Javiera Mena y más.
Muchos se mantenían explorando distintos formatos que sin ningún tipo de prejuicios fueron mezclando, al mismo tiempo que formaban parte de un nutrido equipo dirigido por el músico y productor, Rodrigo Santis. Y Quemasucabeza sabe de mantenerse en crecimiento en base a sus propios criterios. Esos principios se instalarían entonces para defender la riqueza de sonidos espontáneos, sinceros y únicos que también se desplegaron ese cálido sábado de octubre en la capital.
Sobre el escenario, Gepe desde la incesante batería, sin cuidado pero siempre preciso a cada movimiento, se impuso al cantar sobre las agitadas bases rítmicas de Cruz, un repertorio de canciones transformadas en himnos como “Taguito”, “Mirar tus manos” y “No quiero querer a nadie”, ubicada justo al medio del setlist de la noche.
La intensa programación del Festival Neutral se encuentra dentro de un calendario aún mayor de actividades que ha mantenido hiperactivo al equipo de Quemasucabeza. Fueron cuatro escenarios llenos de público, por donde pasó gran parte del catálogo de uno de los proyectos más importantes de la música nacional, con los amigos siempre apoyando desde el baile, la fotografía, la producción, etc. Su trabajo ha sido un aporte directo para extender el alcance de la música chilena hasta lograr posicionarse en el extranjero como un referente más.
Sin este contexto de dos décadas de mucho trabajo, pasión, amistad y confianza, quizás hubiera sido más difícil concretar una reunión como la de Taller Dejao. Y el extenso camino recorrido desde que Javier siguió moviéndose y se fue a vivir a Brasil, mientras que Daniel decidió seguir componiendo y editando música como Gepe, cobra aún más sentido si el comienzo estuvo marcado por un hito que terminaría por caracterizarlos. Un disco que, inocente y natural, no necesita nada más para brillar.
Finalmente, es necesario recordar que cada experiencia nutre algo que muchas veces no logramos entender. Y el tiempo es el que hace ahí su trabajo.
“Quédate, ayúdame a ser un puente que una lo que tú eres de lo que yo soy”