Reseña por Yerko Rubilar / Fotos por Fran Núñez
La cantante trajo su #EncadenáTour al Festival ARC, en un muy buen momento de su carrera y respaldada por las más de 5 mil personas que llegaron hasta la Plaza de Armas de La Serena para ver su espectáculo.
Si bien no podemos desconocer que el plato fuerte de la noche era la intérprete de “Lucha en equilibrio”, el talento regional se hizo presente desde un comienzo. Los ovallinos de Fausto Not Disco y su canción “Filofobia” se encargaron de abrir los fuegos, dejando todo en el escenario, porque tal como el vocalista, Esteban “Grevy”, anunció: Esta fue su última presentación, pues el grupo vivirá re-estructuraciones y comenzará una nueva etapa.
“Les doy las gracias por escuchar música original, les estamos abriendo nuestro corazón”, dijo al micrófono el encargado de dar voz a las canciones de la agrupación, logrando aplausos del público, quienes escucharon atentamente la propuesta musical de la banda. Es aquí donde quiero hacer un alto. Cuando hablamos de que Chile cambió, sí creo que esto esté pasando. Una de las aristas donde esta premisa se cumple, es precisamente en el respeto del público por los artistas locales, con aplausos genuinos y participación cuando el show así lo requería. No hubo silencios, no hubo incomodidades, hubo gente disfrutando de una fiesta con calidad regional, donde también participó una banda coquimbana.
Es así como pasadas las 21.50 de la noche, llegó el turno de Playa Universo. Durante sus más de 25 minutos sobre el escenario, destacaron por un beat muy marcado en cada canción, con un estilo relajado y bailable, pero también cercano: Micho, el vocalista, bajó en tres oportunidades a saludar al público, instancia de acercamiento que la gente agradeció entre gritos, dado que no es una situación común en espectáculos tan masivos como este. ¿Queremos artistas divos, o queremos artistas capaces tocar la mano de sus fans? Bravo, Micho, bravo. No pierdas estos gestos hacia tu público.
Acercándose al final de su participación, además de presentar la canción “Sol”, que será parte del álbum que lanzarán en este mes, hubo un cambio importante de roles: La estructura de la banda se flexibilizó y Vale, quien se encarga de las segundas voces, tuvo un momento protagónico interpretando un tema como voz principal. La movilidad dentro del grupo le brindó un espacio a la única fémina del sexteto. Paradójicamente, esta banda que busca un espacio en la escena nacional, brinda un espacio a una voz que acompaña y armoniza, permitiéndole brillar, potenciándola.
Acercándonos ya al final de la jornada, llegó el turno de la más esperada, la actual Doble Disco de Platino con su segundo álbum, “Cambio de piel”: Denise Rosenthal. La santiaguina fue el broche de oro, pues con más de 8 mujeres sobre el escenario, entre músicos y bailarinas, los gritos se sintieron desde que se subió, hasta que se bajó de la tarima. Desde las 19:00 horas ya habían fans esperándola en el frontis de la Intendencia, quienes no sólo corearon los éxitos y pedían ‘hasta abajo, hasta abajo’, sino que también llegaron con pancartas que incluían a Farkas, el querido perro de la artista.
En Amango, Rosenthal tenía fanaticada infanto-juvenil. Ese público creció con ella y muchos la acompañaron también en este show, pero con Denise sucede un fenómeno particular: Ha logrado una conexión con las generaciones más pequeñas, logrando así que muchos menores de diez años cantaran con ella hasta las doce de la noche, es una especie de flashback a la época que el grupo de Canal 13 visitó el Coliseo de La Serena, donde pequeños eran acompañados de sus padres.
La importancia de este hecho, es que niños y niñas están creciendo con canciones como “Lucha en equilibrio” o “Encadená”, con claras letras y estrofas que reflejan la ola feminista que se vive hoy. Es más, en más de una ocasión hizo hincapié en que no estamos en la Tierra para competir, sino para compartir. Qué importante es reforzar una idea como esta en las generaciones que serán el futuro. Espero que si lo escuchan hoy, lo pongan en práctica mañana.
Más allá de la fiesta y el baile, hubo una canción donde el volumen del público alcanzó el nivel de la voz amplificada de la artista, generándose prácticamente un featuring entre los serenenses y Denise. Esto es lo que logra “Isidora”, una balada intimista donde además de cantar, la intérprete se encarga del teclado como sonido fundamental de la pieza musical. Momentos como este, de identificación y sentimiento a flor de piel son los que marcan la diferencia entre los artistas netamente comerciales y quienes hacen de su carrera un camino pavimentado con autenticidad, esfuerzo, versatilidad y una entrega honesta de sentimientos. Esas son sólo algunas de las claves del actual éxito que vive Denise Rosenthal, quien volverá a la Región de Coquimbo para ser parte de la Fiesta de la Vendimia en Ovalle, el próximo 3 de marzo.