El talquino favorito de todos estrenó hace un par de semanas su tercer disco de larga duración. Con el título de «De algo hay que morir», es un álbum donde Diego Lorenzini se supera a él mismo.
Dicen que «el que mucho abarca, poco aprieta», esto parece no ser cierto para el cantautor Diego Lorenzini. Luego de lanzar en junio, «Persisten», el tercer álbum de su banda, Tus Amigos Nuevos y de colaborar con Simón Campusano en el single ‘Brillo’ , Lorenzini da el golpe sobre la mesa y estrena «De algo hay que morir», su mejor trabajo hasta la fecha.
Retratar el amor, el desaliento y una que otra crítica social en el camino, en un disco necesario en los tiempos imperantes en el Chile del siglo XXI. Algunos tracks ya adelantaban lo que sería este nuevo trabajo, ‘Billete de luca’, ‘Si po’ y ‘Me voy a Valparaíso’ fueron las canciones elegidas para dar conocer los primeros acordes del disco.
En los tiempos del streaming y el shuffle, un disco de 17 canciones puede estar condenado al fracaso. Por el contrario, en este trabajo todas las canciones brillan por sí solas, no existe un track que quieras saltar o adelantar, haciendo que los casi 60 minutos que dura el disco se pasen volando.
Esto se debe en gran parte a que todo el álbum está cohesionado bajo una idea clara. Los temas y las letras a tratar son variados pero existe un sonido común que las agrupa a todas y que convierte a cada track en un posible single.
Todo comienza tranquilo con ‘Spoiler’, una suave melodía que sirve como la introducción para lo que se viene. Su nombre podría significar el adelanto de todo lo que mostrará en las próximas 16 canciones pero no pasa, aquí todos los temas tienen una primicia melódica similar, pero su creador hace que ninguno suene igual al anterior, todos son únicos.
¿Estamos hablando de la inevitabilidad de la muerte como en ‘Felipe Camiroaga’? ¿Un mensaje de apoyo que te insta a pegarte el show como en ‘Pony’? ¿O quizás un tirón de orejas en ‘Estamos fritos’? Lorenzini se sumerge de lleno en los grandes temas de la modernidad y camuflados cómo metáforas te lanza un par de verdades incomodas.
«Yo quiero ser alguien, yo quiero ser la sangre en tu ojo, alguien, yo quiero ser tu ají en el poto, alguien», se escucha en ‘Mierda’ la canción que Diego comparte con Chini.png y que se convierte en el tema perfecto para tu relación tóxica. «Tu amor es como un billete de luca, lo usas pero no puedes dejar, de lavarte las manos después», resuena en ‘Billete de luca’, o sea, si esta no es la letra más original del año, no sé cual podría ser.
Hablar de Diego Lorenzini es hablar de una lírica característica y de un sentido del humor especial. Aquí las letras no solo están narrando, están buscando quizás sin querer una sonrisa, una conexión distinta con el oyente que hace que cada nueva escucha sea diferente.
«De algo hay que morir» no presenta a Diego Lorenzini en solitario, son variados los artistas que ponen un granito de arena en este lanzamiento. La totalidad de la Matiné Uva Robot, el colectivo musical del cual también es parte Diego, colaboran en el disco, Niña Tormenta en ‘Chao mi niño’, lo mismo Javier Bobbert en ‘Valparaisito’ mientras que Rosario Alfonso hace lo suyo en ‘Sin otro particular se despide‘
Simón Campusano y la ya mencionada Chini.png también aportan en ‘Estamos fritos’ y ‘Mierda’ respectivamente. Como si esto no fuera suficiente, Erlend Øye (integrante del mítico dúo noruego Kings of Convenience) aporta en las armonías de ‘Me voy a Valparaíso‘. Hablemos de curatoria soñada.
Superar a «Pino», el disco con el que el cantante saltó al mainstream como solista en el 2017, era sin duda una tarea difícil. Ambos álbumes comparten puntos en común pero el nuevo trabajo del talquino suena más cohesionado.
No es que un trabajo sea mejor que otro, sino que «De algo hay que morir» marca un antes y un después en la carrera del artista. Más que eso, marca un precedente en la historia y se convierte por méritos propios en uno de los lanzamientos más destacados del 2019.
Diego Lorenzini es sinónimo de intimidad, de relajo, de pasar un buen rato y este lanzamiento es todo eso. Te pone a pensar, a conectar puntos entre canción y canción, te arma y desarma conceptos en la mente.
Habían muchas expectativas, ¿se cumplieron? Claro que sí. Es difícil imaginar este disco con otro autor, solo Diego Lorenzini pudo buscarle nuevos ángulos a la creatividad creando esta obra. El título del disco es claro, la muerte es inevitable y mientras la esperamos no me es ninguna molestia estar escuchando esta joyita.
Escucha «De algo hay que morir»: