Fotografía de Ricardo Crisosto
El último concierto de Sol y Lluvia en Santiago este 2019 congregó a poco más de 2 mil personas en el Teatro Cariola.
Cerca de las 20 horas de este sábado Sol y Lluvia llevó a cabo su último concierto en la capital ante poco más de 2 mil personas en el Teatro Cariola en la calle San Diego. El propósito era uno solo: encontrarse con un pueblo que crece y que ha rememorado sus canciones en el contexto de las movilizaciones sociales que vive nuestro país.
No es menor. Sol y Lluvia se ha hecho cargo, a lo largo de sus más de 45 años de carrera, de mantener vivo siempre un espíritu de amor y lucha por la dignidad. En palabras del propio Amaro Labra, vocalista y fundador de la banda, en entrevistas anteriores con este periodista ha sido enfático en la condición de “canción propuesta” que promueve el Sol y Lluvia, y no tanto en la “canción protesta”, que también es necesaria, aclara.
Recargar energías, mantenernos alertas a la contingencia, no aflojar en la lucha por las demandas legitimas, urgentes y necesarias fue también el propósito de este concierto. Un recordatorio de que canciones como Armas vuélvanse a casa, Volaron los pájaros y Alzando el vuelo tienen larga data y han acompañado durante años los sueños de una vida mas digna.
La vida es más linda con canciones, mejor aún con canciones con sentido, que hablan del amor y la esperanza. De reconocernos como iguales en nuestra diferencia. Siempre es grato compartir con amigos. El clan de Amaro y Harley Labra y compañía, que dan vida a una de las bandas más importantes de nuestra histórica política-musical es siempre grato y reconfortante. Las canciones llenan de energía, nos actualizan y reconfortan.
Un grito se escuchó fuerte, uno que antes nombraba al General de los 17 años de tiranía. Ahora ese canto se actualizó, y nombra fuerte y claro a un solo chileno. ¡Adiós carnaval, ADIÓS SEBASTIÁN!
Otro Chile es matemáticamente posible, humanamente viable y políticamente deseable.