A través de una letra irónica y divertida, la cantautora cuestiona las actitudes posesivas que se pueden llegar a vivir en una relación romántica. «Creo que logré algo potente en relación a dejarnos ser y no necesitar que el otro sea tuyo», dice la artista.
Foto por Constanza Arenas
Un nuevo nivel sonoro y de relato presenta Pascuala Ilabaca, quien se prepara a estrenar el viernes 8 de enero el EP “Amatoria”, un trabajo compuesto por la cantante, orquestado por Simón González e interpretado de forma inédita por un cuarteto de cuerdas femenino.
El corto ya nos dio el primer adelanto con “Compañeras al Compás”, una pieza estrenada durante el 8 de marzo de este año, con un clip registrado en vivo en las calles de Valparaíso tiene de protagonistas a Isabel Flores (viola), Daniella Rivera (violín), María Fernanda Prieto (violín) y Valentina del Canto (violonchelo).
Ahora es el turno de “Ranchera antiposesiva”, «tema irónico y divertido« en palabras de Pascuala, quien mediante frases e imaginarios lúdicos logra poner en perspectiva las aristas posesivas que se pueden llegar a vivir en una relación romántica.
El estreno viene acompañado por un videoclip ambientado en un bar de Valparaíso durante los años ’40, en el que una pareja se enfrenta a la formalidad de la cena, «donde yo soy camarera y espectadora de las conductas de este galán que mediante un encuentro logra deconstruirse», agrega la cantante.
“Me gustó mucho el texto, creo que logré algo potente en relación a dejarnos ser y no necesitar que el otro sea tuyo, esa cosa de la propiedad que hay en el amor» , cuenta la artista que por estos días busca aportar a su género madre, entendiendo al folclore como una pieza fundamental de nuestra historia, pero dimensionando el relato, muchas veces misógino, que promulga.
“Una versión feminista de ritmos clásicos del folclore latinoamericano como lo son el bolero, la ranchera, un vals y una canción de protesta, todas con poesía bastante humorística y contingente, problematizando cómo es que queremos amar y ser amadas. Un trabajo dedicado al amor, al erotismo y el desapego”, concluye Pascuala.